Patricio Zapata, abogado: "Si lo hacemos bien, esta no va a ser recordada como la Constitución de los saqueos"

Quien fue presidente del Consejo de Observadores Ciudadanos del proceso constituyente de Michelle Bachelet, reconoce que faltan definiciones por hacer -como la fórmula para incluir a mujeres y pueblos originarios en las asambleas-, y guarda la esperanza de que si el proceso es exitoso "lo será porque la gran mayoría de las personas lo apoya en sus corazones".


El abogado constitucionalista Patricio Zapata suena como una de las cartas de la Democracia Cristiana para integrar la comisión técnica paritaria que dará viabilidad jurídica al acuerdo político transversal alcanzado por los partidos el viernes pasado.

A cuatro días de la firma de aquel histórico documento, Zapata -quien fue presidente del Consejo de Observadores Ciudadanos del proceso constituyente de Michelle Bachelet- reconoce que faltan definiciones por hacer: entre otros, incluye la fórmula para incluir a mujeres y pueblos originarios en las asambleas, y guarda la esperanza de que la Carta Magna que resulte de este proceso -si ganara el Sí en el plebiscito- no sea recordada como la Constitución del vandalismo.

¿Cuáles son los puntos del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución que rescata?

Yo valoro mucho que se consulte una triple participación directa del pueblo. No una vez, sino tres veces. Primero, el pueblo se manifiesta diciendo si quiere que haya un proceso constituyente y que se haga de esta manera. Segundo, el pueblo elige a un conjunto de ciudadanos y ciudadanas para que hagan un proyecto. Tercero, se pronuncia ratificando o rechazando la propuesta. Son tres manifestaciones directas en menos de dos años. Sumándole a eso, otras formas de participación ciudadana más indirectas, como cabildos o audiencias, consultas. Entonces, creo que es muy lejana esta fórmula a cualquier idea de cocina o acuerdo entre cuatro paredes, es todo lo contrario. Son espacios con alta incidencia, directa, de los ciudadanos y eso lo valoro mucho.

¿Quedan dudas más allá de lo planteado en los 12 puntos del documento?

Más que dudas, yo creo que hay algunos aspectos que van a tener que ser resueltos en los próximos 60 días. Para mí, por ejemplo, es muy importante ver cómo se articula de forma inteligente el sufragio universal con voto directo. En ese contexto, que seamos todos iguales, con fórmulas que garanticen que tengamos algún tipo de paridad entre hombres y mujeres en la asamblea, que tengamos garantizada la presencia de pueblos originarios, que los y las independientes tengan una chance real de llegar a la asamblea sin pasar por el peaje de algún partido político.

¿Entonces está de acuerdo con las cuotas, por ejemplo, para pueblos originarios, mujeres, etc?

Sí, en principio estoy de acuerdo. Pensemos, por ejemplo, si tú simplemente usas la regla del sufragio universal -una persona, un voto- tú no tienes cómo asegurar que una persona rapanui, aymara o mapuche sea representada. Aunque tengas una asamblea de 400, 500 individuos. Yo prefiero que se elijan estas personas a que los designe algún ente. Me parece que todos los ciudadanos de origen mapuche, por ejemplo, podrían concurrir a elegir algunos escaños reservados. Son cosas que hay que conversar, me parece que sería un aporte para que esta Convención tenga todos los colores.

"Si hay un grupo que no quiere ceder y tiene más del 30%, puede que se produzcan vacíos"

Sobre el quórum de los ⅔, ¿cómo ve el riesgo de que no se llegue a acuerdo en algunos temas fundamentales y queden sujetos a quórum de mayoría simple?

Se ha conversado bastante sobre el tema de los ⅔. Yo estoy asumiendo que las personas que se van a elegir van a ir a esta Convención con el ánimo de llegar a un acuerdo sobre la nueva Constitución. La regla de los ⅔ impide que algún sector imponga completamente su agenda. Lo que promueve es una Constitución que probablemente le va a dejar muchas cosas a la decisión del legislador, de la ley, entonces eso es muy valioso porque así van a poder expresarse mejor las diferencias y no va a estar siempre la Constitución actuando como un veto o un freno que impida que se tomen decisiones. Solo estarán en la Constitución las cuestiones centrales sobre las cuales haya un verdadero consenso transversal.

¿Pero eso no implica que queden vacíos?

En la medida que esto no es una coreografía, que no hay un guión que diga lo que van a decir los distintos personajes y es una dinámica política, tampoco está garantizado el éxito. Esta regla es buena pero, efectivamente, si hay un grupo que no quiere ceder y tiene más del 30%, puede que se produzcan vacíos y haya un problema. Nadie puede asegurar que no habrá problemas. Lo que se puede hacer es decir "vamos a trabajar muy seriamente, a apostar a que todos trabajarán seriamente y una vez en la Convención, vamos a buscar que no queden vacíos ni cuestiones sin resolver". La ciudadanía no entendería que esos convencionales después de trabajar 6 meses no hubieran sido capaces de ofrecer un proyecto.

¿Una nueva Constitución puede ser "la solución a todos los males"?

Sin duda el proceso constitucional chileno y sus particularidades inciden en alguno de los problemas que tiene nuestra democracia. Pero me parece que hay que tomar en cuenta que problemas parecidos de crisis de representación, de cuestionamiento agudo a las instituciones, lo manifiestan muchos otros países con otro tipo de constituciones, con otros orígenes. Hay que tener ojo, no vaya a ser que alguien piense que con un cambio constitucional vayamos a terminar con los problemas que se están manifestando. Hay que trabajar en paralelo con reformas que tienen que ver con instituciones bien claves, hay que mejorar la representatividad de los partidos políticos, el Parlamento, hay que robustecer los municipios.

Usted estaba a favor de la Convención Mixta, ¿cambió de parecer luego de conocer en qué consistirá?

Yo vengo planteando desde el 2015 que me parece interesante sumar la legitimidad de los parlamentarios, su experiencia, con la elección de ciudadanos específicamente para ese proyecto. Debo decir que tal como quedó la Convención Constituyente, con un marco, con reglas que convencen a la mayoría, me parece un tema bastante opinable, y creo que hay buenas razones para pensar que una Convención Constituyente 100% elegida es una buena opción. En este momento me encuentro reflexionando entre dos buenas opciones, creo que las dos son buenas.

"Bachelet tuvo bastante lucidez"

¿Ve una paradoja en que el proyecto de nueva Constitución que dejó la ex Presidenta Michelle Bachelet haya quedado huérfano y ahora, quien esté conduciendo este proceso sea Sebastián Piñera, cuyo programa de Gobierno no lo consideraba?

Más que una paradoja, yo creo que esto demuestra que la Presidenta Bachelet tuvo en su momento bastante lucidez para rescatar que esto era tan importante. Pero más que recriminarnos, que no vale la pena, valoro, aunque sea 5 años después, que otros actores se hayan sumado. Más que paradoja, yo digo más vale tarde que nunca.

Un mes de protestas y, en paralelo, hechos muy violentos tuvieron como resultado un proceso constituyente. ¿Esto podría dejar como precedente que se pueden conseguir ciertas cosas a través de la violencia?

No lo creo. Desgraciadamente, la historia de nuestros pueblos ha estado salpicada de episodios de violencia de uno u otro lado o color. Este proceso, si es exitoso, lo será porque la gran mayoría de las personas lo apoya en sus corazones. Personas que apoyan este proyecto pero no están de acuerdo con la violencia, con la destrucción, la amenaza. Y va a ser exitoso porque va a iniciarlo una votación secreta, libre e informada, donde los que no estén conformes o no estén de acuerdo, van a poder mostrar su rechazo, que es lo que no ha ocurrido en nuestra historia. Entonces, si lo hacemos bien, esta no va a ser recordada como la Constitución de los saqueos ni del vandalismo. Será recordada, espero, como la Constitución largamente deseada por mucha gente, ratificada en una expresión muy masiva en abril 2020 y que luego surgirá en democracia con debate, con respeto.

Hay sectores que se están quedando afuera del acuerdo porque consideran que esto se trató de una "cocina" y no se le consultó a la ciudadanía. ¿Cómo ve eso?

Esto es bien difícil para todos. Yo entiendo que la mayoría del Frente Amplio (FA) está participando en el acuerdo. El partido más grande, Revolución Democrática, está en el acuerdo. Y luego, en el caso del Partido Comunista, al día siguiente manifestaron que iban a participar, que iban a llamar a votar por la nueva Constitución y la Asamblea Constituyente. De manera que yo observo lo difícil que puede ser para algunos sectores, como para la UDI, pero creo que al final se están subiendo todos.

Pero hay corrientes del FA muy críticas con el acuerdo. Incluso hay militantes funando a Beatriz Sánchez y a otros personajes de la coalición.

Creo que no debiéramos atribuirle demasiada importancia política a lo que puedan manifestar algunos grupos mientras no podamos pesarlos ni medirlos. Y la forma de pesarlos o medirlos en democracia es con elecciones. Mientras tanto, yo no voy a pensar que 50 personas gritando en Plaza Italia, insultando, ofendiendo a Beatriz Sánchez -que obtuvo el 20% de los votos- representan al pueblo. Para representar al pueblo, hay que tomarse la molestia de consultarle al pueblo.

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