¿Quiénes son los agresores sexuales en pandemia? Predominan amigos y figuras paternas, según análisis de la PDI

Las cifras de la Jefatura Nacional de Delitos Sexuales de la policía civil revelan que el delito más frecuentes es el abuso sexual en contra de menores de 14 años. A su vez, entrega pistas de cuáles son las características de los imputados. "De las 2.075 víctimas, el 51% fueron agredidas por alguna figura con grado de parentesco ya sea por consanguineidad, afinidad o adopción", señala el informe que analizó el tema.


El caso de Martín Pradenas, la eventual violación de Hugo Bustamante a Ámbar Cornejo y un video subido en TikTok en el que una niña denunciaba abuso sexual por parte de su abuelo. Esos son tres ejemplos de lo mediáticos que se ha vuelto los casos de delitos sexuales y que han impactado a la opinión pública. Además, se han convertido en símbolos de la violencia hacia las mujeres.

Un análisis de la Jefatura Nacional de Delitos Sexuales (Jenades) de la PDI analizó el comportamiento de estos delitos durante este primer semestre de este año, con tres meses de confinamiento por el coronavirus, y concluyó que los ilícitos sexuales más frecuentes son el abuso sexual en contra de menores de 14 años, con 768 denuncias y que son equivalentes al 33% de todos los casos. El abuso sexual en contra de mayores de 14 años aparece en segundo lugar, con 391 denuncias que representan el 17% del total de denuncias y en tercer lugar figura el delito de violación de mayor de 14 años, con 345 denuncias que corresponden al 15 % de las indagatorias.

Sin embargo, el informe de la PDI a su vez entrega antecedentes respecto de quiénes son los agresores sexuales, en base a los datos que han recopilado de las casos que les ha tocado investigar. Así, se revela que en este primer semestre el mayor porcentaje de víctimas correspondió a adolescentes entre 13 y 17 años, con el 57% del total de la población afectada. En segundo lugar viene el rango de edad de 8 a 12 años, con un 29%, y en tercer lugar los niños entre 5 a 7 años, representando el 8%.

En cuanto al género de las víctimas, 2.188 denuncias, equivalentes al 86%, fueron realizadas por mujeres y solo el 14 %, es decir, 353 denuncias, corresponde a hombres.

Sobre las características de los imputados, la Jenades —que cuenta con 23 brigadas, de las cuales la Metropolitana cumplió esta semana 25 años— señala que el 91% son mayores de edad. También se constató que el 51% de las víctimas fueron agredidas por alguna figura con grado de parentesco ya sea por consanguineidad, afinidad o adopción. El jefe de la plana mayor de esta unidad, comisario José Contreras, analiza este punto y asegura que corresponde principalmente a la figura del padrastro. “Mayoritariamente, las denuncias que se han presentado durante este último periodo son en contra de padrastros. Luego vienen los tíos, los padres y en una línea más secundaria los primos o los abuelos. Y cuando se trata de imputados extrafamiliares mayoritariamente predominan, tanto en víctimas mayores y menores de edad, los amigos y los compañeros de curso o colegio”, asegura Contreras a La Tercera PM.

Ese mismo hallazgo es incorporado en el análisis de la PDI. “En las víctimas mayores de edad, la mayor cantidad de imputados son de la categoría amigos, seguido por los compañeros de curso y en menor cantidad el tío, mientras que la categoría abuelo no presenta víctimas mayores de edad. En lo que se refiere a las víctimas que son niños, niñas o adolescentes, existe una alta predominancia de las figuras ’paternas’, como el padrastro o padre biológico, con 192 y 165 imputados respectivamente, lo que significa el 22% del total de víctimas niños niñas y adolescentes (1.627), seguido por los tíos con 11,6 % (189 imputados) y luego los primos con 8,3% (135 imputados)”, señala el informe realizado por Jenades.

La profesora Cristina Forttes, quien hace clases en la Universidad Católica sobre intervención en abuso sexual infantil, comenta que esto va en línea con lo señalado por la evidencia internacional. “Son agresores conocidos y con mayor predominancia. Suelen ser de círculos muy cercanos a la familia convivencial o de la familia extendida. La segunda categoría son personas que pertenecen al circuito relacional de los niños, como por ejemplo conocidos de la familia, personas que frecuentan la familia, personas que viven en la comunidad y que son de confianza por lo tanto tienen acceso a ellos”, agrega Forttes.

El comisario Contreras también revela que en Chile ha sido una constante que el 85% de los imputados son personas conocidas para la víctima y solo el 15% terminan siendo agresores sexuales totalmente desconocidos. “La estimación es que sobre el 85% de los agresores son conocidos o del círculo cercano. Y cuando no lo son, son personas que viven cerca, conocidos, amigos, compañeros de colegio y que tienen conocimiento de la víctima. Cuando es desconocido y no tiene ningún lazo con la víctima, principalmente está asociado a víctimas mayores de 18 años”, agrega el policía.

Y la pandemia ha afectado a estos delitos. Según cifras de la PDI, las denuncias bajaron un 53% entre marzo y junio, lo cual ha incidido en que quienes suelen reportar estos hechos a la policía —como vecinos, profesores, colegios o programas— han perdido el contacto con las potenciales víctimas. “Las agresiones sexuales infantiles son delitos a puertas cerradas, que se producen al interior de las casas, no son delitos que tienen exposición porque quien agrede es una persona que debería cuidar, entonces no necesariamente la baja de las denuncias implica una disminución en el comportamiento del delito, sino que podría reflejar que han habido menos espacios de exposición que podrían pesquisar el delito”, plantea la sicóloga Karla Guaita, del Instituto de Criminología de la PDI.

Al tratarse de agresores que son cercanos, o que incluso son parte de su familia, el desafío para la denunciante es aún mayor. “El fenómeno de la retractación en materia de violencia sexual cuando se trata de personas conocidas o de parentesco es un componente fuerte que siempre está presente y significa un desafío mayor para las investigaciones. Es complejo para la víctima poner en el banquillo de los imputados a una persona que tiene un grado de parentesco”, agrega Contreras.

Sin embargo, dentro del análisis realizado por la PDI hay un dato positivo. “En el periodo enero junio del año 2020, la develación de agresiones sexuales, en entrevistas a niños, niñas y adolescentes víctimas, experimentó un aumento del 79% al 82%”. El comisario atribuye esta alza a la importancia de contar con un centro de atención a víctimas el cual contribuye a dar “resguardo y privacidad” a quienes acuden para denunciar y ser entrevistadas.

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