Se busca jefe de gabinete: la huella de Meza-Lopehandía en la administración Boric

El Presidente de la República Gabriel conversa con Matias Meza en el patio del Palacio de La Moneda.

En los 10 meses que permaneció a sólo metros del Presidente, el abogado -considerado además el mentor político de Boric- fue desgastando su influencia en medio de polémicas gestiones y nombramientos. En La Moneda comunicaron que el reemplazante será el sociólogo e historiador Carlos Durán, que se desempeñaba como jefe de estudios del Segundo Piso.


Matías Meza-Lopehandía ya tiene reemplazante. Esta tarde el gobierno anunció que el sociólogo e historiador Carlos Durán -también militante de Convergencia Social- será el nuevo jefe de gabinete del Presidente Gabriel Boric, tras la renuncia del abogado luego de que el Mandatario reconociera “desprolijidades” en el indulto presidencial. Una salida dolorosa para el Jefe de Estado, ya que Meza era su colaborador más cercano y que se conocieron hace más de 15 años.

Hace casi un año, el 11 de enero de 2022, Meza-Lopehandía fue nombrado jefe de gabinete por Boric. Su cargo fue el primero oficializado en el nuevo gobierno y el anuncio no sorprendió al círculo cercano del Mandatario: ambos tienen una relación que comenzó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, cuando Meza era líder estudiantil y Boric, un novato universitario. Por eso, en la Izquierda Autónoma lo consideran su mentor político.

En La Moneda, por el diseño de gobierno del Presidente, Meza-Lopehandía tenía un rol clave en cada decisión, incluso en varios de los nombramientos. Sin ir más lejos, su oficina era la que estaba más cerca de la de Boric y era considerada la persona de más confianza para el Jefe de Estado entre los integrantes del equipo presidencial. Hasta que a las 16:00 de este sábado el Mandatario se vio obligado a anunciar su renuncia y la de la ministra de Justicia, Marcela Ríos (Convergencia Social), por su responsabilidad en los errores en el indulto a 12 privados de libertad por delitos cometidos en el marco del estallido social y del exfrentista Jorge Mateluna.

El problema fue el siguiente: en La Moneda aseguran que Boric desconocía los prontuarios delictivos de gran parte de los perdonados y que firmó los decretos confiando en que habían sido revisados por Meza y por la ministra Ríos. Pero nadie le advirtió. Así lo reconoció la ministra Camila Vallejo en su vocería de hoy, dejando más coletazos aún de los que ya había traído la polémica decisión. “Si el Presidente hubiera tenido todos los elementos a la vista, la situación hubiese sido distinta”, dijo la vocera.

Estos antecedentes fueron los que generaron la indignación del comité político con el rol que jugó Meza-Lopehandía -un experto en temas de derechos humanos- en todo este proceso. Porque, además, desde marzo que insistió que debían cumplir con la promesa del indulto presidencial, ante el fracaso del proyecto de ley de amnistía para los presos del estallido. Ese debate fue motivo de discusión en más de una oportunidad entre la exjefa de asesores Lucía Dammert y el abogado, quien tiene un vínculo muy estrecho con el equipo del Ministerio de Justicia en el que, aseguran en La Moneda, incidió en los nombramientos: él y su pareja, Carmen Luz Morales, son muy cercanos a Marcela Ríos. También fue compañero universitario de Pablo Fuenzalida, jefe de la división jurídica de la cartera y uno de los encargados de revisar los indultos; y es muy cercano a la presidenta del Tribunal Constitucional, Nancy Yáñez, quien fue su guía en la tesis y con quien ha escrito varios textos.

De hecho, en La Moneda aseguran que en el cambio de gabinete del 6 de septiembre una de las alternativas para solucionar el puzzle que enredó el fallido nombramiento del subsecretario Nicolás Cataldo (PC) en Interior -por sus tuits contra Carabineros-, fue solicitar la renuncia de Marcela Ríos para que el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo (PC), tomara su lugar y bajar la molestia de los comunistas. Pero Meza-Lopehandía insistió en respaldar a la socióloga.

En la foto aparecen Meza-Lopehandía (al medio abajo) y Boric (al medio arriba) en su etapa universitaria.

Una red en el gobierno

En el equipo de presidencia también tuvo influencia para designar cargos clave, como el exjefe de programación y avanzada, Nelson Alveal -a quien también defendió incansablemente hasta que renunció-; y el de Andrea Reyes, quien es la encargada de escribir los discursos presidenciales. Los tres son amigos desde la etapa universitaria.

También tuvo responsabilidad en el fallido nombramiento del abogado Andreas Pierotic (a quien también conocía desde la universidad) para ser el embajador en China.

Además recibió otro cuestionamiento en La Moneda: su esposa, Carmen Luz Morales (Convergencia Social), trabaja en la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud.

Pero la huella y la influencia de Meza-Lopehandía es mucho más profunda y desde el principio fue cuestionada por algunos integrantes del gobierno que reclamaban por su falta de muñeca política (sus únicos lazos con parlamentarios venían desde su trabajo como investigador en la biblioteca del Congreso donde retomó y profundizó su amistad con Boric).

Boric junto a Meza-Lopehandía.

El “Lonko” Meza

En la Izquierda Autónoma varios apodan a Meza-Lopehandía como el “Lonko”, porque desde su etapa universitaria manifestó interés por temas de La Araucanía. A los 25 años el abogado viajó a Temuco para aumentar su conocimiento sobre el tema. A los 29 años dedicó su tesis a las comunidades y a los niños de Temucuicui.

Por todo eso es que apenas se sumó al equipo de Boric se encargó de coordinar todo lo vinculado a La Araucanía junto al excoordinador de Asuntos Indígenas, Salvador Millaleo, quien era muy cercano. También fue el encargado de designar a Rubén Sánchez-Curihuentro -con quien tiene un vínculo muy estrecho por su trabajo en el Observatorio de Derechos Indígenas- como el articulador de estos temas en la zona. Pero esa estrategia fracasó y aunque todas la miradas apuntaron a la exministra del Interior, Izkia Siches, -por su fallido viaje a Temucuicui- en el equipo de la doctora siempre sintieron que Meza-Lopehandía debió asumir más responsabilidades con respecto al tema, porque las designaciones pasaron por él.

Otro episodio en el que también sus huellas generaron dudas en el Gobierno fue en la salida de la exministra Jeannette Vega del Ministerio de Desarrollo Social por el fallido intento de una de las integrantes de su equipo por contactar al líder de la CAM, Héctor Llaitul, un ácido crítico del gobierno.

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