Se cortó la cola de caballo: Pablo Iglesias cambia de look mientras prepara una nueva vida fuera de la política

Pablo Iglesias leyendo un libro el 12 de mayo de 2021 y atándose la cola de caballo durante la clausura de un congreso en la plaza de toros Vistalegre de Madrid, el 12 de febrero de 2017. Foto: AFP

El exlíder de Podemos renunció a su característico peinado, un símbolo político durante sus años de actividad pública. En una reciente entrevista, Iglesias anunció que vuelve a la actividad docente y posiblemente, a mediano plazo, al periodismo crítico en España.


El exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, estrenó un nuevo look para su nueva vida fuera de la política. En los últimos meses, el exlíder del partido de izquierda español había convertido su característica cola de caballo en un moño. Después, al anunciar su candidatura a la Asamblea de Madrid, decidió volver a su peinado original, y tras su derrota en las elecciones del 4-M -que motivó su decisión de renunciar a la política- optó por un corte más tradicional.

Así se prepara Iglesias para su vuelta al trabajo docente y su posible regreso al periodismo crítico, que anunció en una entrevista con el diario La Vanguardia a fines de abril. Este cambio de imagen y su renuncia a la cola de caballo que tenía desde su adolescencia no fueron casualidad, sino que tienen un sentido simbólico. De esta manera, Iglesias pone fin a su etapa en la vida pública y en la primera línea de la política española.

De hecho, el tema ya había sido discutido después de las elecciones europeas de 2014 y antes de las generales de 2015, pero el entonces líder de Podemos decidió mantener su emblemática imagen. El cambio de look volvió a discutirse cuando entró al gobierno de coalición en el cargo de vicepresidente segundo de la administración encabezada por el socialista Pedro Sánchez.

Pese a que no prosperó, el año pasado Iglesias volvió a comentar que quería cortarse la cola por comodidad, aunque ante la resistencia de sus colaboradores, optó por un compromiso. Mantuvo la cola, pero la usaba recogida.

El Presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a la izquierda, y el entonces segundo vicepresidente Pablo Iglesias hablan durante una sesión parlamentaria, el 21 de octubre de 2020, en Madrid. Foto: AP

La noticia se difundió rápidamente a través de redes sociales, generando todo tipo de comentarios. El Partido Popular de Madrid bromeó diciendo que el nuevo look de Iglesias es “culpa de Ayuso”, en referencia a Isabel Díaz Ayuso, la figura de la derecha española que arrasó en las elecciones regionales de esa comunidad autónoma el martes pasado.

La mayoría de los comentarios hacía referencia al simbolismo de la decisión de Iglesias, e incluso a las poses inmortalizadas por el autor de las imágenes, Dani Gago, uno de los fotógrafos oficiales de Podemos.

En las fotos el exvicepresidente del gobierno español aparece leyendo el ensayo “¡Me cago en Godard!: Por qué deberías adorar el cine americano (y desconfiar del cine de autor) si eres culto y progre”, cuyo autor es el periodista de La Vanguardia Pedro Vallín, quien por cierto dio la exclusiva del cambio de imagen de Iglesias.

Hace dos semanas, en una entrevista con el canal español La Sexta, Iglesias había manifestado su intención de retomar la docencia y el periodismo a partir de 2023. “Antes me dedicaba a dar clases en la facultad y al periodismo’', dijo el exsecretario general de Podemos, argumentando que en su programa de entrevistas online, La Tuerka, “hacíamos periodismo bastante más digno que el de muchos que se organizan en asociaciones de periodistas”.

En una entrevista publicada por La Vanguardia el 27 de abril, Iglesias dio una respuesta similar. “En política no se puede estar eternamente. Mi profesión es ser profesor universitario, y me gustaría retomar también mi experiencia en el periodismo crítico, el trabajo que hice en La Tuerka. No sé cuándo llegará eso, me queda tiempo”, señaló el doctor en Ciencias Políticas y presentador de televisión. Sin embargo, su derrota del martes pasado adelantará sus planes.

“Si gobernamos en la Comunidad de Madrid es evidente que empieza a contar un reloj diferente, pero a mí no me parece que la política tenga que configurar carreras interminables. Yo sigo siendo un profesor de políticas y un periodista que está de paso en la política”, dijo Iglesias a La Vanguardia.

Pablo Iglesias, rodeado de compañeros del partido, durante una conferencia de prensa tras las elecciones a la Asamblea de Madrid, el 4 de mayo. Foto: Europa Press

Raúl González, director de salones e imagen de Luis &Tachi y quien tuvo la oportunidad de peinar a Iglesias en dos de los debates electorales televisados, dijo al diario ABC que estos cambios tan radicales de look “se deben a algo que ha pasado en la vida de la persona o porque se quiere acabar con algo y es como una renovación”.

En ese sentido, apunta el periódico, vuelven a tomar fuerza los rumores que apuntan a que la relación de Iglesias con Irene Montero, madre de sus tres hijos y actual ministra de Igualdad de España, no atraviesa por su mejor momento.

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