Un tira y afloja de nunca acabar: la extensa crisis que enfrenta a Irací Hassler nuevamente con los funcionarios de Santiago

Irací Hassler. Foto: Agencia Uno.

Con la reciente, ya son tres movilizaciones internas las que ha tenido que enfrentar durante 2023 la gestión de la alcaldesa santiaguina, con soluciones que no han bastado para apaciguar las aguas dentro de la municipalidad y que hoy la tiene enfrascada con los trabajadores, que denuncian, entre otras cosas, malos tratos, selección de jefaturas a dedo y pésimas condiciones laborales.


Una nueva crisis se vive en la Municipalidad de Santiago, liderada por Irací Hassler (PC), tras el anuncio del paro indefinido -el tercero del año- de la Asociación de Funcionarios Municipales de Santiago ocurrido este lunes. Un hecho que hoy, y como ya se ha visto otras veces durante el año, ya ha provocado que en las juntas de vecinos y vecinas ronden mensajes solicitando “no sacar basura hasta nuevo aviso” y repletando las esquinas de desperdicios en el territorio, hechos que, al no ser la primera vez que ocurren durante esta administración, han puesto otra vez en la mira la gestión de la entidad comunal y su relación con los funcionarios.

Sin ir tan lejos, en mayo de 2022 la edil ya debió enfrentar una denuncia de agresión que sacudió al municipio y salpicó directamente a su núcleo cercano.

Aunque por una razón distinta, ahora el retiro de los desechos domiciliarios debió suspenderse por esta movilización, toda vez que entre las labores que realiza el grupo de trabajadores en paro está la conducción de los camiones recolectores. Esta situación ya se había dado hace un tiempo.

“En el año llevamos tres paros porque la alcaldía no ha dado una respuesta real a las exigencias y petitorios de los trabajadores; la Municipalidad de Santiago miente al decir que solo está en paro la sección de saneamiento, sino que es toda la municipalidad”, detalla el presidente de la Asociación de Funcionarios Municipales, José Escobar, a La Tercera.

Los hechos, sin embargo, no son nuevos. Ni los únicos. La alcaldesa de Santiago ha tenido que enfrentar varias crisis de esta índole, con salidas que solo han aplacado momentos, pero que no han cortado de raíz los problemas con los funcionarios. Las aguas han estado lejos de calmarse en la municipalidad, que hoy vive acusaciones cruzadas de malos tratos, selección de jefaturas a dedo, pésimas condiciones laborales y una gestión deficiente de los recursos municipales, por el lado de los funcionarios, y acusaciones de una reciente movilización sin fundamentos según el municipio, que asegura que los trabajadores no han entregado petitorios y que no se presentaron a una reunión solicitada por ellos mismos con el administrador municipal.

“Esta administración siempre ha estado llana a trabajar por mejorar las condiciones laborales de todos los funcionarios y funcionarias municipales, pero esto debe darse en el marco de conversaciones pactadas y no a través de medidas de presión, por lo que rechazamos esta paralización que solo afecta a nuestras vecinas y vecinos”, señalaba la administración municipal de Santiago apenas iniciada la reciente movilización.

Pero Escobar, el dirigente de los funcionarios, retruca: “Le hicimos ver a la alcaldesa que aquí había una cantidad de situaciones anómalas como hacinamientos, malos tratos, jefaturas fácticas que llegaron a ocupar esta municipalidad y muchos cargos”, dice. Junto a eso, agrega “la falta de dotación que hoy tenemos en la Municipalidad de Santiago. Tenemos trabajadores que se han jubilado, en retiro voluntario, fallecidos, pero resulta que la carga de trabajo es la misma, pero con una cantidad inferior de trabajadores”. Por otro lado, asegura que han hecho denuncias en esta línea porque su lugar de trabajo “no tiene las condiciones mínimas que están establecidas en la Ley 16.744″.

La concejala de la comuna Rosario Carvajal (Ind.) señala que los problemas se remontan mucho antes de esta movilización. Y que eso mismo explica que esta no sea la primera vez que los funcionarios se movilicen. “Hay temas más profundos, problemas de infraestructura y denuncias que se han enviado a la Seremi de Salud”, señala, antes de añadir que a su juicio esto se debe a los problemas de gestión de la alcaldesa y el posicionamiento de personas cercanas a la edil. “Existen jefaturas fácticas de quienes han ingresado con esta administración saltándose los procedimientos administrativos”, asegura.

En esa línea, el concejal Santiago Mekis (RN) acusa la existencia de contratos a personeros que no tienen una trayectoria funcionaria en las jefaturas de la municipalidad, lo que incluye malos tratos a los trabajadores. “La administración ha contratado a personas que no están capacitadas, y en vez de premiar a los funcionarios de carrera que llevan más de 20 años trabajando en el municipio, les ponen a una persona externa que los ha agredido de forma verbal y el municipio no se hace cargo de esas situaciones”, afirma.

La alcaldesa salió al paso de las críticas este martes y aseguró que la movilización se da en un contexto en que la Policía de Investigaciones (PDI) realizó hace 15 días un operativo donde se incautaron droga y millones de pesos en efectivo, justamente en el lugar donde los funcionarios se encuentran realizando las movilizaciones.

“La movilización se da sin ningún petitorio, sin ninguna demanda y sin voluntad de diálogo, habiendo convocado el día de ayer a una reunión al grupo acotado de funcionarios que se está movilizando. Sin duda que tenemos la disposición a trabajarlas en conjunto”, dijo la edil.

Los antecedentes de la crisis

Dicho está: el nuevo paro indefinido no es nuevo. Durante 2023 han existido tres movilizaciones de este tipo y, de hecho, en el comunicado de la directiva de la Asociación de Funcionarios de la Municipalidad de Santiago se afirma que “la movilización es una reacción a la indiferencia de la señorita alcaldesa frente a lo que señalamos en octubre”.

El 26 de abril de este año las juntas de vecinos ya reclamaban la acumulación de residuos en las esquinas de la comuna. Una reacción que se originó debido a otra paralización que comenzó el día anterior. Los recolectores de basura exigían el mejoramiento de las condiciones técnicas de los camiones de basura: según señalaron algunos dirigentes, estos tendrían problemas de mantenimiento.

Esa misma semana la municipalidad señaló que se invertirían “$2.200 millones aproximadamente, mientras que para 2024 (la inversión) será de $1.800 millones aproximadamente”, en busca de asegurar el funcionamiento del servicio. Pero eso no bastó.

En la segunda movilización, originada el 5 de agosto, los trabajadores de la Subdirección de Mantenimiento de la municipalidad tomaron esta medida, según argumentaron esa vez, ante la precariedad de las condiciones laborales, acusando trabajar cerca de aguas servidas, con extintores vencidos y camiones en malas condiciones.

Al ser consultado por los avances que ha visto desde esas movilizaciones, José Escobar asegura que “en el primer y segundo paro hubo soluciones que tenían que ver con la compra de los camiones, pero en la práctica se tenían que reparar varios de estos. Sin embargo, esto no ha ocurrido”, ejemplifica.

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