Vera Baboun, embajadora palestina en Chile: “Mi nación merece vivir su independencia, vivir una vida normal al igual que otras personas en el mundo”

Los palestinos que huyen del norte de Gaza viajan en un carro tirado por caballos en dirección al sur, mientras los tanques israelíes se adentran más en el enclave, el 12 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

La diplomática dijo en esta entrevista con La Tercera que los palestinos no solo están viviendo un castigo colectivo, “hablamos de genocidio, de una nueva Nakba en Gaza, que nunca imaginé volvería a ocurrir”.


El 15 de noviembre de 1988, el entonces líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat, proclamó en Argelia la independencia de Palestina, que fue redactada por el poeta palestino Mahmoud Darwish. El texto había sido previamente aprobado por el Consejo Nacional Palestino con 253 votos a favor, 46 en contra y 10 abstenciones. Con motivo de esta efeméride, la embajadora de Palestina en Chile, Vera Baboun, conversó con La Tercera y realizó también un análisis de la situación de los palestinos en Gaza.

Hoy es el 35 aniversario de la declaración de independencia de Palestina, justo en momentos en que Israel está llevando a cabo una incursión en Gaza que hasta ahora deja más de 11 mil palestinos muertos. ¿Cómo evalúa esta conmemoración?

En toda mi vida, ya sea como una académica que pasó 20 años de su vida con jóvenes estudiantes palestinos, años que fueron tan esperanzadores, incluso cuando fui alcaldesa de Belén durante cinco años, tuve la esperanza y trabajé enormemente por todo lo que es hermoso para mi nación. Y hoy, cuando veo lo que está pasando, me siento abatida, porque veo el futuro demasiado sombrío. Y cuando digo demasiado sombrío, me refiero a aquel momento de 1988 cuando el Presidente Yasser Arafat anunció en Argelia, el 15 de noviembre, la Declaración de Independencia palestina. Si comparas la alegría por esa decisión en ese día, en ese año, que en realidad siguió a 1987, cuando comenzó la primera intifada palestina, tenía cierta esperanza de que hubiera una posibilidad de llegar al final de este negro túnel, y tal vez pudiéramos ver la luz. Si comparamos ese día con el que siguió en 1993, con la Declaración del Acuerdo de Oslo, que es otro paso para llevar el optimismo a nuestra vida como palestinos, y luego todo lo que siguió la segunda intifada, la construcción del muro, los ataques a Gaza y este ataque, ha sido tan inaceptable, tan deshumanizante. Ya que estamos hablando no solo de castigo colectivo como crimen, sino que también hablamos de genocidio, de una nueva Nakba en Gaza, que nunca imaginé volvería a ocurrir. Aunque el desplazamiento es interno desde el norte de Gaza hacia el sur, pero lo que he visto en la televisión y en las redes sociales a diario de cómo sufre mi nación, me hizo plantearme una verdadera pregunta. No solo dónde está la humanidad, dónde están las decisiones de Naciones Unidas, sino que cuál es el futuro de mi nación. Mi nación merece vivir su independencia, vivir una vida normal al igual que otras personas en el mundo. Estamos hablando de una enorme dicotomía entre la aspiración de los palestinos y la realidad que han tenido que encontrar hoy debido a la ocupación israelí.

El entonces líder de la OLP, Yasser Arafat, proclama la independencia de Palestina, el 15 de noviembre de 1988. Foto: Archivo

Ahora se ha vuelto a hablar de la solución de dos Estados, ¿cómo ve usted esa posibilidad?

No puedo decir que no haya una posibilidad de que se concrete. Un hecho muy importante que todo el mundo debe comprender, tanto a nivel del foro político internacional como a nivel de la decisión política israelí, es que es imposible que exista una paz en nuestra parte del mundo sin que prevalezca la justicia para el pueblo palestino. Siempre que tengamos voluntad política a ambos niveles, todo se podrá hacer y se podrá presenciar una solución. La posibilidad de ver una solución es la voluntad política, y para cada conflicto debería haber una solución. Una vez más, repetiré la afirmación de Josep Borrell sobre que no hay justificación alguna para mantener un conflicto eterno. Lo que ha ocurrido en Gaza es muy amargo y durante muchos años será difícil de olvidar. Perdimos 11.000 personas asesinadas, 1,5 millones de desplazados. El 60% de la estructura urbana de Gaza está destruida. En todas partes la gente se pasa la vida construyendo casas, formando una familia y en un segundo lo perdieron todo. Ha sido duro ver la dignidad de mi nación, de las mujeres, de los niños, de los ancianos, mientras se desplazan del norte al sur, padeciendo el sufrimiento en el que se encontraban. Era como si estuvieran tratando de romper su moral palestina y la conciencia palestina. Esto es demasiado duro, apuesto que en la historia moderna ninguna nación ha sufrido lo que estamos sufriendo nosotros. La raíz de todo esto es la ocupación. Y una respuesta a todo esto es hacer justicia a la nación palestina. Y por eso empezamos en 1987, en nuestra primera intifada, diciendo que no podemos seguir soportando la ocupación. Y entonces llegó el día, en 1988, cuando Yasser Arafat anunció o declaró el Día de la Independencia. Por cierto, tengo que confirmar que la declaración fue adoptada por el Consejo Nacional Palestino, el PNC, que es el órgano legislativo de la Organización para la Liberación de Palestina, la OLP. Sin embargo, la declaración del 15 de noviembre se basó en la Resolución 181 (II) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se votó el 29 de noviembre de 1947. Esta resolución, que fue decidida por la Asamblea, decidió la partición de Palestina en dos Estados, un Estado judío-israelí o Estado israelí y el Estado de Palestina. Y hoy, después de todos estos años, y después de 56 años de ocupación, ¿a dónde nos quieren llevar? Imaginen la atrocidad hoy en Gaza, imagínense también la atrocidad de hoy en Cisjordania. Todo el número de los asentamientos de los colonos en el corazón de Cisjordania. No es solo una forma de acabar con la causa palestina, sino también de desplazar a los palestinos. Hemos nacido allí y tenemos derecho a permanecer allí a pesar de todos los desafíos y las atrocidades que vivimos. Y este es mi llamado para todos: nuestro derecho a un Estado, a la justicia, a la independencia. Todo el mundo pensó que la causa palestina estaba olvidada después de 75 años de la Nakba, después de 56 años de ocupación, la voluntad de los pueblos en todas partes del mundo se puso de pie por nuestro derecho como si fuera suyo. Desde Gran Bretaña, ese país que firmó la Declaración Balfour, el pueblo está de pie para pedir justicia para los palestinos. En el mismo Washington, en todas partes del mundo. Este es el renacimiento de la narrativa palestina y es muy crucial, porque estamos siendo testigos de una dicotomía, una brecha entre algunos gobiernos y su pueblo. Y al mismo tiempo, somos testigos de una unidad entre los gobiernos y su pueblo para apoyar la causa palestina. Espero que todos los sacrificios, todas las atrocidades que tuvieron lugar lleguen a una solución futura.

La embajadora palestina Vera Baboun durante la plantación del árbol de olivo. Foto: Luis Sevilla

Usted ha mencionado la situación en Gaza, ¿cuál cree que es la intención de Israel?

La realidad habla por sí misma. A pesar de las intenciones declaradas de Israel, la realidad dice que estamos siendo testigos de 1,5 millones de palestinos que son desplazados hacia el sur y sin la posición inflexible de Egipto y Jordania para rechazar una nueva Nakba de los palestinos de Gaza para ir al Sinaí o a otra parte. La intención de Israel estaba detrás de eso, había un plan estratégico que fue filtrado el 13 de octubre sobre el desplazamiento de los palestinos de Gaza al Sinaí. La destrucción completa de Gaza, como si no hubiese habido nada antes. Es una gran pregunta que toda la comunidad mundial debe hacer. ¿Pueden hacer de Gaza un páramo? Parece que esa es su intención. Pero en este siglo los derechos humanos son la antorcha que lo guía todo. Pero, por desgracia, cuando hay que aplicarla a la causa palestina apenas se ve. E Israel da carta blanca para hacer lo que quiera. Así que nunca he visto ningún tipo de batalla sin objetivos definidos. Bombardean al azar por todas partes. Las mezquitas fueron bombardeadas, las iglesias, los hospitales. Son acciones que hablan por sí solas de lo que Israel quiere hacer con Gaza. Estábamos trabajando para ver una solución viable, pacífica, que ponga fin a este conflicto en el que los palestinos puedan vivir con el mismo derecho que tiene Israel, como ellos dicen, a defenderse. Nosotros, como palestinos, tenemos derecho a la autodefensa, no solo por un día de esta larga historia de ocupación. Porque la ocupación no es simplemente una práctica. Se mete en tu espíritu, en tu conciencia, en tu mente. Pero es muy duro para cada palestino continuar de esta manera.

Una niña palestina desplazada mira a través de una lámina de plástico que cubre un refugio en un campamento de carpas después de una lluvia en Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, el 15 de noviembre de 2023. Foto: Reuters

Israel ha dicho que Hamas ocupa a los civiles como escudos humanos, ¿cómo responde a esa afirmación?

Creo que las escenas que se muestran en la televisión pueden ser la mejor respuesta para esta gran mentira. ¿Qué quieren decir con escudos humanos? La gente vive en todas partes. Gaza es un área muy densamente poblada. Y por cierto, este es el ataque número seis a Gaza sin piedad. Incluso para la guerra hay reglas. Pero ellos han traspasado todas las reglas con su bombardeo, algo que nunca se ha visto. Ellos son un Estado, un Ejército oficial. Y nosotros qué somos en Gaza. Esta desigualdad, este doble rasero, es inaceptable. Y al menos esto es lo que yo veo. Desgraciadamente, todas las víctimas son jóvenes. ¿Ves a un combatiente de Hamas escondido detrás de un niño o una mujer? ¿Has visto eso? Nunca he visto esta escena. Con todo esto, sientes el sufrimiento de tu nación desde hace 75 años. El 70% de la población de Gaza son refugiados de la Nakba. Imagínate que vi a una mujer que iba del norte al sur, era una anciana, ella misma era una refugiada de 1948. Y tuvo que marcharse, hacer el mismo viaje de una segunda Nakba. Perdió su casa. Perdió a sus hijos. Lo perdió todo, exactamente igual que sus padres lo perdieron todo y la trajeron a Gaza. Se trata de una doble Nakba. Y no me refiero solo al desplazamiento, sino a toda la atrocidad que está ocurriendo. Nunca pude imaginar que sería testigo de esto, y el mundo entero está siendo testigo y aun así, en silencio, son incapaces de detener esta guerra contra la humanidad y los civiles.

¿Cómo evalúa la reacción de la comunidad internacional?

Como dije, han revivido la narrativa palestina. Han hablado de justicia y eso también ha sido muy importante. Al final, la voluntad del pueblo influirá en la del gobierno. Y sí, puedo decirles que la causa palestina no está muerta. Y su clamor por la justicia no está muerto, la comunidad mundial lo trajo de vuelta, lo sacó a la superficie, lo ha llorado y lo ha gritado. Y eso es muy importante. Y eso es lo que se llama la voluntad del pueblo. Eso sí, cuando el mundo adoptó una resolución en la Asamblea General para detener la guerra, para permitir la entrada de la ayuda humanitaria, la guerra no se detuvo y la agresión todavía continúa y la ayuda humanitaria todavía está a la espera. Y así entraron algunos camiones, lo que hace que sea mejor que antes. Pero estamos hablando de una catástrofe.

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