Jason Blazakis, experto en asuntos terroristas: “Con los talibanes las niñas siguen sin poder ir a la escuela y la situación de las mujeres está peor”

Una niña de 11 años posa para una foto en una sala de clase. Para la mayoría de las jóvenes en Afganistán, no es posible entrar con el gobierno Talibán. Foto: AP.

A un año de la vuelta de los fundamentalistas al poder, el director del Centro de Terrorismo, Extremismo y Contraterrorismo del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury en Monterey cree que “siguen siendo políticamente débiles, ya que son incapaces de proporcionar los servicios y la ayuda que el pueblo afgano merece”. Sin embargo, Blazakis dice a La Tercera que la comunidad internacional “ya no tiene la voluntad de intervenir” en el país. Por ello, considera que “los talibanes están aquí para quedarse”.


Las caóticas imágenes que se viralizaron cuando los talibanes regresaban al poder en agosto de 2021, luego de la retirada estadounidense de Afganistán, provocaron un shock global. Hombres y mujeres colgados de aviones en movimiento, cabinas repletas de personas y balaceras en los alrededores de la pista de despegue aparecieron en todos los noticiarios. Después de 20 años, los fundamentalistas volvían al poder. Y con ello, derechos conquistados por mujeres que en Occidente parecen básicos, como el poder estudiar y trabajar, quedaban en vilo.

A un año de la vuelta de los talibanes al poder, la situación no parece haber cambiado demasiado. Incluso, la relación entre el régimen y grupos terroristas como Al Qaeda se hizo evidente tras la muerte de su líder en Kabul. “Los talibanes siguen proporcionando al grupo un refugio y un santuario en Afganistán”, comenta a La Tercera Jason Blazakis, director del Centro de Terrorismo, Extremismo y Contraterrorismo del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury en Monterey, quien en esta entrevista analiza el primer año de los talibanes en el poder.

¿Cómo calificaría la gestión de los talibanes en términos de gobierno?

Los talibanes siguen siendo políticamente débiles, ya que son incapaces de proporcionar los servicios y la ayuda que el pueblo afgano merece. Esto se debe, en parte, a que los talibanes siguen aislados tanto política como internacionalmente, y se enfrentan a numerosos enemigos, como el llamado Estado Islámico del Gran Jorasán, que sigue perpetrando atentados en todo Afganistán.

Una de las mayores preocupaciones de la comunidad internacional era el retroceso en los derechos de las mujeres. ¿Cómo ha evolucionado este tema durante el primer año?

Desgraciadamente, ha habido muy pocos avances relacionados con los derechos de las mujeres en Afganistán. Las niñas siguen sin poder ir a la escuela y el trabajo femenino sigue siendo un reto, ya que los talibanes han animado a las mujeres a quedarse en casa. La situación de las mujeres en Afganistán es mucho peor de lo que ha sido en cualquier momento de los últimos 20 años.

Menores afganas en un parque de Kabul. Archivo de febrero de 2022. Foto: AP.

En cuanto a los talibanes y grupos terroristas como Al Qaeda o el Estado Islámico, ¿se han vinculado de alguna manera con el gobierno, a pesar del Acuerdo de Doha?

En primer lugar, en lo que respecta a Al Qaeda, los talibanes siguen proporcionando al grupo un refugio y un santuario en Afganistán. El hecho de que Ayman al-Zawahiri, el último líder de Al Qaeda asesinado por Estados Unidos, viviera en una zona muy elegante de Kabul, es ilustrativo de que la relación entre los talibanes y este grupo terrorista es muy estrecha. Por lo tanto, los talibanes están violando el Acuerdo de Doha. En segundo lugar, el Estado Islámico es un enemigo de los talibanes. El Daesh sigue socavando a los talibanes en todo momento, demostrando al pueblo afgano que los talibanes no pueden mantener a los ciudadanos a salvo. Dado que los gobernantes del país siguen siendo incapaces de contrarrestar al Estado Islámico, este se está convirtiendo en una importante amenaza para la paz y la estabilidad internacional.

¿Las restricciones de los talibanes a las mujeres y su relación con grupos terroristas influyen en los problemas de Afganistán para acceder a la ayuda internacional?

Efectivamente. Está bien documentado que los US$ 3.500 millones que tiene la Reserva Federal de EE.UU. no se han puesto a disposición de las ONG que operan en Afganistán debido a los problemas relacionados con la situación de seguridad en el país. El hecho de que los talibanes no hayan concedido derechos a las mujeres también ha contribuido a la grave situación humanitaria que se vive en Afganistán. Por otro lado, la muerte de Al-Zawahiri y su relación con el gobierno talibán no hará más que complicar los esfuerzos internacionales para ayudar al pueblo afgano. Sin embargo, la comunidad internacional debe intentarlo, porque todos sabemos que los talibanes no pueden cumplir con su deber de proteger a los afganos.

En cuanto a la relación con el Estado Islámico, ¿cómo ven los talibanes a esta organización?

Los talibanes y el Estado Islámico tienen una relación adversa. Estos últimos ven a los talibanes como un movimiento que está dispuesto a mimar a los regímenes apóstatas. Con esto me refiero a Occidente. El Estado Islámico considera que el deseo de los talibanes de buscar el reconocimiento internacional va en contra de su visión de cómo debe practicarse el Islam. Los talibanes ven al Estado Islámico como una amenaza a su soberanía y, por ello, intentan activamente contrarrestar las actividades del grupo en Afganistán.

Archivo de personas corriendo al rededor de un avión despegando del aeropuerto de Kabul, cuando los talibanes retomaban el poder en Afganistán en agosto de 2021. Foto: AP

¿Cómo ha manejado el régimen talibán el tema del tráfico de drogas y qué papel ha desempeñado en la economía afgana?

Por desgracia, el tráfico de drogas ha sido una parte importante del financiamiento de los 20 años de insurgencia en Afganistán. Los talibanes y la Red Haqqani, dirigida actualmente por el ministro del Interior, Sirajuddin Haqqani, se han beneficiado del tráfico de drogas. Se convirtió en una parte muy importante de la economía sumergida en Afganistán. En la actualidad, los talibanes han prohibido el cultivo de drogas en el país, incluida la amapola. Todavía es demasiado pronto para saber si esto está teniendo algún impacto positivo en la situación de Afganistán.

¿Cree que el gobierno buscará la aprobación occidental, o más bien apostará por el ostracismo y se refugiará con los vecinos directos?

Los talibanes seguirán buscando el reconocimiento internacional. Quieren salir de las listas de terroristas en las que se encuentran en EE.UU. y la ONU. Quieren que el mundo los reconozca. Sin embargo, eso será muy difícil de conseguir cuando Afganistán permite que sus fronteras sean utilizadas por los terroristas para atacar a sus vecinos como Pakistán. Lo cierto es que grupos como el Movimiento Talibán de Pakistán han encontrado un refugio seguro en Afganistán debido a la incapacidad de los talibanes para controlar el lado afgano de la frontera. Hasta que los talibanes no se tomen en serio a sus vecinos, a la visión de la comunidad internacional respecto del terrorismo y a grupos como Al Qaeda, seguirán siendo unos parias.

¿Cree que el gobierno talibán se pueda proyectar en el tiempo?

Lamentablemente, creo que veremos un gobierno talibán en Afganistán a largo plazo. La comunidad internacional ya no tiene la voluntad de intervenir en Afganistán. Los talibanes están aquí para quedarse.

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