Ministro Figueroa anuncia continuidad de programa Tutores para Chile para estudiantes de pedagogía

Sofía Pedreros, estudiante de la Universidad San Sebastián, en la sede de Concepción, participó en el programa Tutores para Chile en plena pandemia en 2020: “El amor por la pedagogía no conoce de barreras; siempre existirán medios para conseguir aprendizajes significativos”.

La red implementada el año pasado por el Ministerio de Educación, y en la que alumnos de pedagogía realizaron sus prácticas profesionales en liceos y escuelas de forma virtual, continúa este 2021 con el propósito de ayudar en el proceso formativo de estudiantes y profesores que se enfrentan a un sistema educativo online debido a la pandemia.



Cuando en cuarto básico le preguntaron a Sofía Pedreros (22) qué le gustaría ser cuando grande, no dudó en responder que su sueño era ser profesora. Desde pequeña se imaginaba en una sala de clases educando de una forma cercana a sus estudiantes y ayudando a quienes más lo necesitaban. Una vocación que fue creciendo con el tiempo, y que al salir de cuarto medio, la hizo decidirse por educación diferencial, carrera que estudió en la Universidad San Sebastián de Concepción.

“El amor por enseñar es algo que he tenido desde siempre, y con el paso de los años y a medida que fui adquiriendo madurez, supe que la educación diferencial era mi camino. Siempre me ha inspirado el hecho de entregar oportunidades a aquellos que no tienen voz y a los que se les silencia; por eso elegí esta profesión, para hacer valer los derechos de todos y todas en igualdad de condiciones”, dice a La Tercera desde la capital del Biobío.

Como muchos alumnos de pedagogía, Sofía esperaba con ansias hacer su práctica profesional. Sin embargo, ella -como muchos estudiantes- se enfrentaron a un escenario que jamás imaginaron: la pandemia de COVID-19, el encierro y las clases online.

“En un comienzo tuve sentimientos encontrados. Entre desilusión e incertidumbre. Me daba mucha tristeza la situación por la que estábamos pasando. Imaginar que nunca podría recibir un abrazo de mis estudiantes era algo que me provocaba frustración, pero finalmente vi esto como una oportunidad para adquirir nuevos aprendizajes”, agrega.

El año pasado, en una de las tantas charlas de sus profesores, Sofía se enteró de que existía Tutores para Chile, un programa del Ministerio de Educación en el que estudiantes de pedagogía tenían la posibilidad de realizar sus prácticas profesionales de forma virtual en escuelas y liceos del país. Fue entonces que decidió inscribirse, con la finalidad de ayudar tanto a profesores como a estudiantes en el proceso de aprendizaje virtual.

“Afortunadamente, desde un comienzo me sentí muy cómoda y feliz; todas las profesoras que fueron parte de este proceso, estuvieron siempre dispuestas a trabajar colaborativamente y nos incluyeron en todas las decisiones que se tomaron durante los meses que estuvimos participando. Me daba mucha energía y satisfacción sentirme un aporte para la enseñanza de mis estudiantes”, dice Sofía.

Tutores para Chile versión 2021

En junio del año pasado, el Ministerio de Educación lanzó la red Tutores para Chile, un programa que surgió frente a las dificultades que estaban presentando los estudiantes de pedagogía para realizar sus prácticas profesionales.

“Se estaba necesitando mucho apoyo personalizado para los alumnos en los procesos de enseñanza a distancia. Entonces, para poder hacer realidad la red, planteamos a la Superintendencia de Educación Superior y a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) la posibilidad de flexibilizar las prácticas de los estudiantes de pedagogía y adaptarlas al formato online, lo que fue aceptado por ambas instituciones”, dice a La Tercera Raúl Figueroa, ministro de Educación.

En 2020 participaron más de 7.600 estudiantes de pedagogía de 25 facultades de educación a lo largo del país, y todos ellos recibieron un reconocimiento por ser parte de la red. Al respecto, el ministro explica: “Una de las cosas que la pandemia ha relevado es que nada reemplaza las clases presenciales y la interacción entre docente y estudiante que se da en el aula. Las clases online o mediante guías de estudio generan rezagos de aprendizaje entre los estudiantes, los que son más acentuados en el caso de los niños que ya presentaban dificultades antes de la pandemia. Por eso es tan importante el rol del tutor, pues entrega apoyo personalizado y reafirma el vínculo entre la escuela y el estudiante, tema central para evitar la deserción”.

El ministro de Educación, Raúl Figueroa, en el lanzamiento del programa Tutores para Chile en 2020, acompañado de decanos de facultades de educación, entre ellas, Ana Luz Durán, de la USS.

Esta experiencia formativa para los estudiantes de pedagogía que continuará este año, lo que les permitirá realizar sus prácticas profesionales y concluir su proceso de formación. Sobre la continuidad de la red, el ministro de Educación señala que “este año hemos ampliado la convocatoria a nuevas facultades de pedagogía que no se sumaron el año pasado”.

Una de las casas de estudio que ha participado desde el primer momento activamente en la red es la Universidad San Sebastián. Sobre la experiencia formativa, Felipe Alegría, director nacional del Departamento de Pedagogía de la Facultad de Ciencias de la Educación de esa casa de estudios, señala que el programa Tutores para Chile tuvo una evaluación positiva, tanto para sus estudiantes como para los establecimientos educacionales con quienes se trabajó. Durante 2020 hubo 1.082 alumnos de la USS que participaron del programa en nuestras cuatro sedes, llegando a escuelas y colegios de las regiones Metropolitana, Biobío, Los Ríos y Los Lagos.

“El programa ha sido una oportunidad de desarrollo para nuestros estudiantes, pues les permitió mantener el contacto y apoyar a las comunidades educativas que necesitaban adaptarse al contexto de pandemia. También permitió el desarrollo de habilidades pedagógicas, relacionales, didácticas y tecnológicas en una situación para la cual ciertamente no estábamos preparados”, dice el académico de la USS.

Asimismo, sostiene que “hubo flexibilidad en la implementación del programa, y que se fue adaptando según las necesidades de los centros escolares. Así, el acompañamiento y tutoría a estudiantes se realizó en pequeños grupos, en clases de forma sincrónica (en vivo) y elaborando material de apoyo (documentos, guías de trabajo, cápsulas de vídeo, evaluaciones) para su uso por parte de las comunidades educativas”.

Respecto de los profesores, señala que se trabajó en conjunto, planificando actividades de aprendizaje, apoyando el desarrollo de las clases y el manejo de plataformas tecnológicas, así como elaborando el material necesario para los cursos en los cuales realizaron sus prácticas.

Felipe Alegría, director nacional del Departamento de Pedagogía de la Facultad de Ciencias de la Educación de USS.

Sobre las nuevas habilidades que adquirieron los estudiantes de pedagogía de la USS con este nuevo sistema de práctica en pandemia, Alegría manifiesta que “los futuros profesores tienen la posibilidad de ver el proceso educativo desde una perspectiva distinta a la que tradicionalmente están acostumbrados, y se sienten protagonistas activos, pues aportan de forma concreta en el aprendizaje de sus estudiantes dentro de una realidad compleja, que no ha sido abordada de la misma forma en las comunidades educativas y tan necesaria para el desarrollo del país”.

Lazos construidos

Arlette Toledo tiene 21 años y cursa pedagogía de la Universidad Católica Silva Henríquez. El año pasado también realizó su práctica profesional en la red de Tutores para Chile. Ella cuenta que en un comienzo estaba nerviosa, porque tenía el desafío de apoyar a alumnos de cuarto medio “que estaban muy desmotivados”. Sin embargo, junto a tres compañeros de carrera -que estaban realizando la práctica en el mismo curso-, implementaron diferentes actividades para los estudiantes, como cápsulas, presentaciones y refuerzo de comprensión lectora, que fueron ayudándolos a integrarse cada vez más.

Sobre su experiencia humana, la estudiante afirma “que es importante saber el contexto en el que se enfrentan los estudiantes, pues hay muchos que no se conectan a las clases por dificultades de recursos tecnológicos o simplemente no sienten la motivación de aprender. Creo que también es necesario utilizar plataformas o estrategias que llamen la atención de los jóvenes para lograr un aprendizaje significativo, dado que ese puede ser un factor importante para su desmotivación”.

Arlette Toledo, estudiante de pedagogía de la Universidad Católica Silva Henríquez.

En la práctica que realizó Arlette, la experiencia con los profesores de la escuela ha sido para ella muy significativa en su proceso de formación: “Me han dado consejos y sugerencias para poder mejorar, y pienso que eso es clave, porque no me queda nada de tiempo para ser oficialmente profesora”.

Sofía Pedreros está hoy a la espera de su titulación, y comparte que en la práctica realizada el año pasado en la red logró construir lazos con los alumnos que nunca esperó: “Jamás me imaginé que se podría crear un lazo de afecto con estudiantes que nunca pude ver presencialmente. Realmente, el amor por la pedagogía no conoce de barreras, y siempre existirán medios para conseguir aprendizajes significativos. Esta vez tuvimos que enlazarnos directamente con los recursos tecnológicos para causar interés y motivación en ellos. Además, se formó algo muy lindo con las profesoras, pues se unieron las fortalezas de cada una para lograr resultados positivos, siempre buscando qué hacer para que nuestras clases fueran lo más didácticas, colaborativas y significativas para todos. Recomiendo este programa, porque entrega oportunidades muy valiosas de crecimiento profesional, muchas de ellas impensadas”.

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