Monedas digitales: Guía para comprender qué son y cuáles son sus tipos

Las monedas digitales son creadas de formas y finalidades distintas. Estables, flotantes y de banco central son los principales conceptos que es necesario conocer a la hora de pensar en invertir en esta nueva forma de generar valor.



Monedas digitales, bitcoins, criptodivisas. El mundo de los activos digitales parece estar en constante crecimiento y junto con ello el sistema mismo va evolucionando en la medida que aparecen nuevas necesidades e ideas para aplicar esta tecnología.

Hoy el entorno de las criptomonedas está pasando por un peak, tanto de interés como de dudas sobre su funcionamiento. El whitepaper “Nuevos caminos para un crecimiento económico sustentable e inclusivo mediante activos digitales” elaborado por Mastercard, muestra que un 19% de los consumidores latinoamericanos ha adquirido una moneda digital y que el 70% de ellos está interesado por su potencial de inversión.

Pero a su vez, un análisis realizado por la firma de seguridad Kaspersky muestra que cerca del 48% de sus encuestados dice temer perder dinero debido a la volatilidad de este instrumento. Por supuesto, hay razones para atender el entusiasmo, pero a la vez el temor que se ha generado. Y es que es necesario entender que no todas las monedas digitales son iguales y que mucha de la incertidumbre se puede reducir precisamente al elegir la moneda digital correcta.

“Todavía tenemos por delante el desafío de formar confianza. El objetivo no es únicamente ofrecer más opciones de pago sino también -y sobre todo- garantizar seguridad, cumplimiento regulatorio y protección al consumidor, como hacemos con cada uno de nuestros productos y servicios”, dice Walter Pimenta, Vicepresidente Ejecutivo de Productos e Ingeniería de Mastercard para Latinoamérica y el Caribe.

¿Qué es una moneda digital?

Son medios de intercambio virtual, pero que funcionan como si fueran monedas físicas. Es decir, se pueden hacer transacciones y utilizarse para comprar bienes y servicios. Al habitar en un espacio virtual, permiten funcionar de manera inmediata y sin fronteras geográficas, por lo que pueden operar en cualquier parte del mundo.

Dentro de las características que las han vuelto tan populares hay mayor eficiencia y menores costos para transferencias internacionales, mayor inclusión financiera para personas no bancarizadas, transferencias instantáneas y trazabilidad de los intercambios, lo que sin duda es una ayuda sobre todo para gobiernos.

Para hacerse una idea de su volumen, solo en Latinoamérica se realizaron 353 mil millones de dólares en transacciones en el período que comprende junio de 2020 a junio de 2021, lo que equivale al 9% de las transacciones de cripto a nivel global.

“El potencial de las monedas digitales de cambiar los pagos diarios es masivo. Como líder tecnológico, Mastercard está ayudando a darle forma, guiarlo y ofrecer protecciones y seguridad a los consumidores”, explica Walter Pimenta.

Tipos de activos digitales

Actualmente existen miles de monedas digitales circulando alrededor del mundo, pero principalmente se pueden congregar en tres grupos:

Criptomonedas flotantes: Son probablemente las más conocidas, ya que derivan de la criptomoneda que lo comenzó todo: el bitcoin. Se trata de monedas emitidas por un sistema descentralizado y con un valor volátil, ya que no está vinculada a ningún activo o algoritmo, sino que a los vaivenes del propio mercado. Esto hace que sean las preferidas a la hora de pensar en inversiones, aunque sus explosivas ganancias también pueden convertirse de un día a otro en pérdidas.

Otros ejemplos incluyen al Ethereum, el Litecoin, Dogecoin, Solana y Monero, y si bien su popularidad está en desarrollo constante, requiere del uso de billeteras digitales y servicios de exchange para poder convertirlos en monedas tradicionales. Por lo pronto, solo sirven para adquirir bienes y servicios en negocios que abiertamente los reciban.

Monedas estables: También conocidas como stablecoins por su nombre en inglés, estas divisas poseen todas las ventajas de la virtualidad de las transacciones, pero su valor es mucho más predecible y, por ende, reduce considerablemente su riesgo. Esto porque su valor va vinculado en una proporción fija con activos tradicionales, tales como pueden ser monedas el dólar o el euro, metales preciosos, etc. Acá encontramos casos como el USD Coin, el Tether o el Dai, cuyo valor se mantiene siempre equivalente al de un dólar.

Esto hace que más que instrumentos de inversión -ya que su estabilidad está asegurada- se trate de buscar los beneficios de inmediatez, trazabilidad y bancarización universal que suelen tener estas divisas. Las monedas estables igual requieren el uso de aplicaciones o billeteras virtuales para mantenerlas y operan en las mismas redes que las flotantes, como el USD Coin que opera en la misma red de Ethereum, pero con un valor fijo.

Monedas digitales de Banco Central: Se trata de una variante de las monedas estables, ya que también tienen un valor vinculado en una proporción fija y, como lo indica su nombre, estas son emitidas y controladas por un Banco Central de cada país. Es decir, no solo cuentan con el respaldo y las políticas de emisión de un ente establecido, sino que tienen exactamente el mismo valor que sus contrapartes metálicas o de papel.

Dentro de sus ventajas está el hecho de que hoy muchas personas están prescindiendo del efectivo y han optado por usar medios electrónicos, como transferencias; y, por otro lado, ofrecen una mejor trazabilidad sobre donde van a parar los fondos públicos.

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