Samsung Galaxy Z Fold4: La vida después de un plegable

La cuarta versión del equipo de la compañía es una sólida demostración de que se trata de un formato que ha madurado tanto en su experiencia física como también en un software dedicado a satisfacer hasta a los más exigentes del mercado.



Desde el punto de vista tecnológico, los teléfonos plegables son una maravilla en ejecución. Poder llevar una pantalla de más de 7 pulgadas que se abre y se cierra como un libro para poder reducir su tamaño y portarlo donde quieras es una hazaña cautivante.

Pero ¿Qué tal se siente usarlo? ¿Es demasiada la diferencia con usar un teléfono tradicional o solo se trata de una pantalla grande? Mi impresión después de haber estado usando el Galaxy Z Fold4 de Samsung es que efectivamente es un teléfono que no solo destaca a nivel técnico, sino que también como usuario.

El instinto natural al tomar el equipo, antes de que siquiera esté encendido es abrirlo y cerrarlo, primero con delicadeza, pero después con la confianza de un sistema que se siente robusto y firme a la hora de manipular. Al igual que un libro, requieres de muy poco esfuerzo en tus dos pulgares para abrirlo y cerrarlo, y el mismo diseño de su pliegue hace que se quede estable en ambas posiciones.

Y ese gesto es algo que querrás hacer de manera constante debido a que el Galaxy Z Fold4 está diseñado para funcionar tanto abierto como cerrado. Esto debido a que posee una pantalla exterior, llamada Cover Screen de 6,2 pulgadas y la interior, de unas impresionantes 7,6 pulgadas. Ambas igual de brillantes, responsivas y con acceso a todo lo que uno puede esperar dentro de un teléfono Android: las mismas aplicaciones, cámara, videollamadas, etc. Pero contar con la posibilidad de pasar de un modo a otro en cosa de segundos hace que puedas elegir cómo quieres interactuar con tu teléfono.

Por ejemplo, mensajes de texto, llamadas telefónicas, leer correos electrónicos o revisar el calendario pueden ser funciones que fácilmente se pueden hacer en una pantalla tradicional. Pero si ya quiero ver videos, jugar juegos, usar herramientas de productividad, leer un PDF o navegar por sitios ricos en imágenes y contenidos, pues bien, uso la pantalla interior.

Incluso hay modos de mezclar ambos formatos, como por ejemplo usar la pantalla exterior para ser un visor y así poder sacarse selfies con las cámaras traseras y tener mucha mejor calidad.

Todo esto, además, adornado con un acabado premium que hace que se sienta robusto en las manos y también muy veloz a la hora de cargar aplicaciones, gracias al procesador Snapdragon 8+ Gen1 que posee en su interior y porque además es compatible con las redes 5G que ya comienzan a desplegarse en Chile.

Pero déjenme centrarme en la parte quizás más importante de este equipo, que es su pantalla plegable, ya que mientras más la uso, más me convenzo de que este formato es el necesario para romper la barrera entre los celulares y los computadores portátiles. Esto debido a que el software del equipo, diseñado por Samsung, está hecho para sacar provecho al espacio extra que nos entrega la pantalla y no solo se trata de ver cosas más grandes y ya.

Por ejemplo, es posible abrir ciertas aplicaciones como el navegador web, la calculadora o las notas como una pequeña ventana que puedes ir moviendo y manipulando en paralelo a lo que ya estás haciendo. Pero eso no es todo. Con un simple gesto de arrastrar íconos de aplicaciones puedes dividir la pantalla en dos o tres sectores y efectivamente correr aplicaciones de manera paralela, al mismo tiempo, lo que a la hora de producir es una solución que un teléfono tradicional simplemente no puede darte.

Así como tampoco es el uso de una pequeña barra de aplicaciones que está siempre presente en la parte inferior del equipo y que te sirve para cambiar entre aplicaciones al instante, sin demoras y recordando cuales son las últimas utilizadas para ir y volver en caso de ser necesario.

Y, además, hay aplicaciones que hacen uso de esta pantalla más grande para funcionar mejor. En TikTok por ejemplo, puedes ver los videos y los comentarios al mismo tiempo. En apps de conversación como WhatsApp o Telegram, la pantalla se divide entre tu lista de contactos y los canales de conversación. O si quieres ver YouTube en una mitad de la pantalla y en la otra tener los controles y los videos recomendados, también puedes hacerlo. Hay toda una dimensión extra que se desbloquea gracias a poder contar con una pantalla de 7,6 pulgadas en tu mano en el momento que la necesites, sabiendo que el resto del tiempo puede estar cómodamente en tu bolsillo.

Signos de madurez del producto es que su formato especial no hace que deje de cumplir con los requerimientos que le hacemos a cualquier smartphone de gama alta: Protección frente a derrames de agua con rating IPX8 (es el único plegable del mercado con esa especificación), pantallas ultra resistentes tanto fuera como adentro, una batería que, alternando el uso del equipo entre pantalla abierta y cerrada puede durar todo el día pero que además viene con Carga Súper Rápida.

Y por supuesto que si hablamos de Samsung hablamos también de calidad de imagen y fotografía. En concreto, cuenta con tres sensores principales: un Gran Angular de 12 MP, un lente principal de 50 MP y un telefoto para tomar imágenes con Zoom de 10 MP. Y recuerden que, gracias a su sistema plegable, puedes usarlas para tomar las mejores selfies de tu vida.

Sumémosle que, además, aunque no viene incluido, es compatible con el S Pen, lo cual eleva su funcionalidad como Tablet aún más, pudiendo hacer trazos, dibujos o escribir rápidamente en caso de necesitarlo.

Si vives el mundo digital con pasión y admiración, entonces el avance que ha llevado Samsung hasta llegar al Galaxy Z Fold4 ha sido impecable, logrando en poco tiempo pasar de una idea descabellada a toda una experiencia que más que mejorar el uso de un teléfono, lo transforma en algo completamente distinto a lo que estabas acostumbrado.

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