La llegada de marzo siempre está asociada al comienzo del año escolar y universitario, y eso sí o sí lleva asociado pensar en tareas, trabajos y un espacio donde hacerlo. Porque para que una actividad se desarrolle de buena manera, tenemos que crearle un lugar que lo permita, con los metros cuadrados necesarios, correcta iluminación -natural y artificial-, un buen asiento -si es que hay que estar sentado- y un sinnúmero de variantes que harán la diferencia entre un lugar que invita o uno en el cual no se quiere estar. Las opciones son infinitas, y como verán en este número, va a depender mucho de quién use el espacio.

Lo que más recomiendan los especialistas es que cada persona tenga un espacio propio, que le resulte familiar y cómodo, y que sea ahí donde se hagan las tareas, lo que es fundamental para crear hábitos de estudio desde chicos.

En la decoración optamos por mostrar dos casas internacionales en las que claramente el entorno influye en el resultado. El primero, un departamento en Barcelona, donde la generosidad de las alturas, la abundancia de luz natural y la buena factura logran espacios increíbles, y el segundo, un lugar que grita París por todos lados, desde las vistas hasta cómo lo viven sus dueños. Los dos, un placer para el ojo.