El despertar de un grande
Después de 36 años se reanuda lo que fue el proyecto original de Torres Santa María, que contemplaba dos edificios gemelos. Así comienza a levantarse la compañera de la ya existente para culminar uno de los proyectos inmobiliarios más emblemáticos de Santiago.
La actual Torre de Santa María que vemos hace más de tres décadas contemplaba una fase dos. Sus 33 pisos de acero y hormigón construidos a los pies del cerro San Cristóbal la convirtieron, durante catorce años, en el rascacielos más alto de Chile. El proyecto desarrollado por la oficina Alemparte Barreda Wedeles Besançon Arquitectos y Asociados se considera, hasta el día de hoy, como un ícono de la arquitectura de los 80.
Por variados motivos, el proyecto original, que se inspiraba en las reconocidas torres del World Trade Center en Nueva York, no se materializó en su totalidad. Una de las causas de interrupción más simbólicas fue el incendio en la Torre Santa María en marzo de 1981, y también la crisis económica que golpeó a nuestro país al año siguiente.
Treinta años después, la Torre Santa María va a darle un cierre a su historia: a su lado nacerá la Nueva Santa María, tal como estaba contemplado en el proyecto original de 1978. “Antes de llegar al diseño de la Nueva Santa María se pensó en hacer otro tipo de edificio, con otra arquitectura, pero le dimos varias vueltas y llegamos a la conclusión de que lo mejor era completar la idea original. El concepto fue de respeto y no de competencia, respeto a la historia y a la identidad que genera y que generó la Torre Santa María en su oportunidad. Fue así como recreamos el significado de la torre original pero con una nueva materialidad, con una nueva ordenanza y con nuevos sistemas. El resultado será una torre muy parecida, pero blanca y más moderna. La hermana menor”, cuenta Eduardo Bauzá, gerente general Socovesa Desarrollos Comerciales (unidad de oficinas de Empresas Socovesa) y dueño de Nueva Santa María.
Es así como esta nueva torre viene a revitalizar un sector generando que los espacios privados tengan un uso público “sin muros ni divisiones y que en la práctica se traduce en un zócalo comercial de 2.500 m² y áreas verdes compartidas. El mix comercial de estos locales va a privilegiar servicios que sean útiles para quienes trabajen en las torres y para todos los que se muevan en su entorno en la semana y el fin de semana”, explica Bauzá.
Participación e integración de la comunidad
Además del cierre simbólico de un proyecto y la revitalización del sector, Nueva Santa María apela a la legitimidad social. “Con Nueva Santa María buscamos trabajar sobre un nuevo modelo de desarrollo inmobiliario, que considera la relación con la comunidad y la participación ciudadana como pilares centrales de cómo un proyecto de este tipo se inserta de manera armónica con su entorno”, sostiene Bauzá.
Para llegar a un acuerdo la Municipalidad de Providencia impulsó una mesa de trabajo entre la Comisión Urbana de la Junta de Vecinos de Pedro de Valdivia Norte y las inmobiliarias Socovesa y Nueva España para generar un proceso participativo que fue sellado en un Pacto de Convivencia Justa. Luego de varios meses de negociaciones entre las partes, las inmobiliarias acordaron modificar sustancialmente el proyecto original y aplicaron nuevas medidas de mitigación, en términos generales. “Como municipio acogimos las inquietudes de nuestros vecinos y generamos el espacio de participación, actuando como facilitadores y garantes, logrando un espacio de confianza mutua que permitió avanzar en conjunto y mejorar enormemente las condiciones operativas de tránsito planteadas originalmente por el proyecto, minimizando el impacto del proyecto sobre el barrio Pedro de Valdivia Norte y mejorando las condiciones de acceso tanto al proyecto como al barrio. En este momento estamos trabajando en la aprobación, por parte de la Seremi de Transportes, de aquellas modificaciones a las medidas de mitigación asociadas al Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU) Nueva Santa María, que son pertinentes para formalizar las mejoras acordadas participativamente”, cuenta Luis Felipe Aguila, subdirector de Secpla de la Municipalidad de Providencia.
Las conversaciones se tradujeron en un acuerdo que contempla medidas adicionales al Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU) original y establece nuevas acciones de mitigación para evitar el paso de los automóviles a través del sector residencial de Pedro de Valdivia Norte. “Este proceso funcionó porque todas las partes actuaron con mucho profesionalismo, respeto y sin perder de vista la búsqueda de un bien común más que el individual. Creo que esa fue la clave para que este proceso diera resultado”, concluye Eduardo Bauzá.
Lo Último
Lo más leído
3.
4.
¿Vas a seguir leyendo a medias?
NUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mesTodo el contenido, sin restricciones SUSCRÍBETE