Espacio: Chalet alpino
Este refugio en Corralco se asemeja al estilo constructivo de vivienda de montaña originado en Suiza, que tradicionalmente prioriza el diseño en altura, la madera como elemento protagonista y una distribución en tres plantas. Su arquitecto, Sebastián Gray, la diseñó para un amigo cercano que buscaba para su familia un lugar de nieve alejado de Santiago.
No buscaba un centro de esquí cerca de Santiago, la idea era elegir un destino de nieve más apartado donde permanecer por al menos cuatro días y, que con la misma inversión, se optara por un terreno más amplio y emboscado, un centro invernal más joven y menos congestionado.
Buscando y recorriendo se convenció por Corralco, ubicado en una ladera del volcán Lonquimay, en el Parque Nacional Malalcahuello, en la IX Región.
Dentro de un bosque nativo de coigües y araucarias, el dueño de este refugio, diseñador industrial y unos de los socios de Proimagen, levantó esta construcción de la mano del arquitecto Sebastián Gray, quien la diseñó al estilo de una casa de montaña construida en madera y con alturas que llegan hasta los diez metros.
“Se trata de una arquitectura concentrada bajo una sola gran envolvente, al estilo de un chalet alpino, para hacerla eficiente en la conservación del calor”, dice el arquitecto.
Siguiendo los principios convencionales de la arquitectura de montaña, la casa está separada del suelo mediante un zócalo que alberga servicios, bodegas y sala de juego. Además de poseer una cubierta con pronunciadas pendientes.
Su interior habla de un espacio acogedor y cálido, que invita a refugiarse por largas horas luego de intensas jornadas de esquí. Para su diseño el arquitecto recogió otra inspiración europea organizando la planta principal según el esquema de los palacios venecianos, donde el recinto público llamado portego forma una nave central abierta por ambos extremos, incorporando generosas vistas. Cada uno de estos extremos tiene una salida al exterior, como la que se encuentra orientada hacia el valle, que se abre con una gran terraza suspendida mediante tirantes de acero.
“El propietario y yo hemos tenido la oportunidad de trabajar varias temporadas juntos en Venecia, así es que incorporé este aspecto funcional y simbólico como un homenaje a nuestra amistad”, relata Sebastián.
Sin ningún esquema detrás, la decoración se fue gestando de a poco, resultando hoy una combinación de objetos de diseño moderno con elementos más rústicos encontrados en ferias y antigüedades de la zona.
El dueño cuenta que muchas cosas las ha ido obteniendo de localidades cercanas como Curacautín, donde cada cierto tiempo la gente del pueblo pone a la venta sus colecciones alrededor de la plaza, como textiles y piedras, o el mismo mercado de Temuco, donde ha encontrado exquisitos ponchos y telares tejidos por mapuches.
El resto son piezas más contemporáneas traídas desde Santiago y obras de arte de artistas nacionales como Francisca Illanes, Carmen Couvé, Gabriela Zegers, Juana Díaz y Ana Taulis.
"A este lugar venimos lo más posible, vacaciones de invierno y septiembre, además del verano, cuando nos instalamos al menos por 15 días", cuenta el propietario. (www.bgarquitectos.cl)
Lo Último
Lo más leído
2.
3.
4.