Lo nuevo: The Project
Son Alfonso y Claudia, una dupla de decoradores. Ellos son el concepto detrás de estas dos palabras; forjan sus gustos, observan tendencias y luego levantan proyectos. Muy con sello propio, entregando frescura y buenas ideas.


Alfonso Lacámara (31) y Claudia Manuschevich (32) no son marido y mujer, pero de algún modo actualmente sí son pareja.
Pareja de gustos, de sentido común. Amantes de la decoración desde que se conocieron en bachillerato, Alfonso siguió la arquitectura y Claudia, ingeniería comercial. Hoy el destino los vuelve a unir con The Project, un proyecto dedicado a crear decoración de interiores. Aunque comenzaron de lleno en marzo, pareciese que llevaran años en esto. Cada uno aprendió alguna clave estética importante, y hoy esas claves se unen para levantar ideas bajo la consigna de lo fresco, la coquetería, el rescate de lo antiguo y la simpleza. “Los dos tenemos un estilo distinto pero que juntos funcionan muy bien. Yo soy más de detalles, maximalista; Alfonso es más limpio, muy de arquitectura, el es supernórdico, muy del blanco y del negro, con poco color, limpio y los muros siempre blancos. A mí, en cambio, me fascinan los toques de color, uso objetos antiguos entre medio de los nuevos, me gustan las chucherías, harto detalle. La mezcla final de ambas miradas es lo que es The Project”, introduce Claudia.
The Project enmarca un nicho no muy abarcado en Chile. Su público objetivo es la gente joven de entre los 26 y 40 años, son personas que trabajan todo el día, tienen el poder adquisitivo pero no cuentan con el tiempo para decorar una casa. Se inspiran muchísimo en blogs internacionales (el blog de Lotta Agaton, de Anna Gustafsson, el blog francés vosgesparis.blogspot.com son algunos de sus preferidos), miran referencias, colores, revistas europeas hasta dar con el resultado final. “Hacemos una primera reunión psicológica con el cliente. Le preguntamos sus gustos, su color preferido, si le gustan las pieles o los cueros, por ejemplo. Tenemos un tipo de cuestionario para que los clientes definan lo que quieren y puedan transmitirlo a nosotros. ¿Tienes algún artista que te guste? ¿Hay algún imprescindible que no puedes dejar de tener?”, detalla Alfonso.

Después de tres semanas le hacen una propuesta de acuerdo con la entrevista inicial. Una vez elegida la propuesta, llevan opciones de sofás, de mesas o de cualquier otro elemento -viendo lo que existe en el mercado local-, además de mostrarles espacios de inspiración para que imaginen lo que llevarán a cabo.
“Nuestro concepto va de la mano con llenar el ambiente con detalles, que es lo que finalmente le da el carácter acogedor. No es simplemente llegar y hacer un espacio, la idea es que no quede frío sin ningún toque de los dueños de casa (...), está nuestro estilo pero siempre incorporamos el de los clientes”.
“El día del montaje es casi de película. Luego de aprobada la propuesta, en cuatro o cinco semanas se prepara todo lo necesario, y en un día montamos el ambiente y los dueños de casa no pueden estar ahí mientras lo hacemos. Cuando llegan de vuelta ya está todo armado. Nos referimos al living, hall de entrada, los espacios comunes más importantes. Y siempre la expresión de sus caras es de sorpresa y satisfacción”.
www.theproject.cl
Instagram: theproject_cl
Consejos infalibles de decoración según The Project:
1. Hay que tener claro que una cosa es mezclar y otra muy distinta es recargar. Hay que hacerlo de manera equilibrada, crear detalles pero con simpleza, combinar lo moderno con lo antiguo. No se trata de llenar porque sí, tiene que tener una justificación.
2. Usar los colores es cosa de atreverse: podemos combinar amarillo, morado y verde que en su conjunto se ve armónico y alegre. Hay que tener en cuenta el verde, pues ha sido el color de este año (verde menta), y el amarillo también ha estado bien en boga.
3. Tomar algo antiguo (una silla, un respaldo de cama) y modernizarlo: un cliente tenía unas sillas antiguas y nosotros las pintamos amarillo fosforescente. Darle una vuelta a las cosas que se tienen en la casa, rejuvenecerlas.
4. Usar un mismo elemento pero que todos sean distintos. Por ejemplo, tener candelabros pero que ninguno sea igual que el otro y ubicarlos todos juntos sobre una mesa. Los platos puestos en la mesa, que sean todos distintos. Es un desorden bien hecho, armónico.
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