Museo Amano

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Con más de 36 mil piezas, la colección que posee este museo es una de las más completas y variadas de textiles precolombinos que existen en Perú. Inaugurado en 1962, hoy el edificio luce remodelado y ampliado acorde a los estándares museográficos modernos y a la altura de su espectacular acervo.




Hace unos años conocí esta joya del arte precolombino ubicada en un sector residencial de Miraflores, en Lima, con limitada exposición pública y escasa figuración. Casi 1 década después, y en entrevista con el presidente de la Fundación Museo Amano, nos encontramos con otro panorama. Mario Amano (hijo del fundador) cuenta sobre la historia de este edificio y los orígenes de sus colecciones.

Sentado en su amplia oficina, explica que su padre, Yoshitaro Amano, un ingeniero naval y comerciante japonés que por negocios viajó por varios países de Sud y Centroamérica, fue un gran conocedor y amante del arte precolombino. Antes de la Segunda Guerra Mundial tuvo la posibilidad de estar en diversas ocasiones en Perú, acercándose a las expresiones culturales del país y visitando lugares como Machu Picchu, en una época de difícil acceso. Sin embargo, debido al bloqueo de los aliados contra los japoneses, Yoshitaro no pudo volver a esas tierras sino recién unos años después del término del conflicto bélico, en 1951, año en el que pudo retomar sus actividades comerciales. En esa época se estableció definitivamente en Lima con su familia, donde paralelo a sus negocios comenzó a coleccionar piezas textiles precolombinas, principalmente de la cultura Chancay.

Cuenta el director del museo que su padre solía salir los fines de semana a explorar yacimientos arqueológicos donde encontraba restos textiles. Mario Amano explica que en esa época era muy usual "huaquear". Este término –que en quechua significa lugar sagrado o templo– se refiere hoy en día al saqueo de un sitio arqueológico, especialmente en Perú y otros países andinos.

Yoshitaro Amano coleccionaba restos de piezas textiles que eran abandonados por los saqueadores de la época, los que buscaban objetos de mayor valor, como alfarería, herramientas, metales preciosos, etc. El apoyo de destacados y cercanos arqueólogos y antropólogos peruanos, tales como Lorenzo Rosselló y Julio Tello, ayudó a poner en valor el rescate de los textiles como referencia cultural de los distintos pueblos prehispánicos.

Con esto en mente, en 1964 se inauguró el Museo Amano, el que en sus inicios se concibió como un depósito de las colecciones de Yoshitaro, dando pie a lo que hoy alberga las colecciones textiles precolombinas más importantes de Perú.

Para más información visitar museoamano.org

Si bien el museo está fundamentalmente orientado al legado textil, también pueden encontrarse piezas de alfarería y metales de la época.

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