Dennis O’Neil: Uno de los padres del demonio

El legendario escritor recientemente fallecido fue el co-creador de Ra's al Ghul y su hija, Talia.


En medio de la oscuridad de una noche tranquila, Dick Grayson es embocado mientras patrulla las cercanías de su universidad vestido de Robin. Varios días después, y tras no tener mensaje alguno sobre el paradero de su protegido, Bruce Wayne recibe un mensaje en la puerta de su penthouse: “Querido Batman. ¡Tenemos a Robin! ¡Sálvalo si puedes!”.

Así comienza “La hija del demonio”, una de las historias más importantes escritas por Dennis O’Neil durante su estadía en los cómics del hombre murciélago y que generó un trabajo que reencausó a Batman de regreso a sus orígenes más oscuros, tras las colorinches historias que marcaron a sus aventuras bajo la presión del “Comic Code Authority”.

Publicado en Batman #232, en una historia con fecha de junio de 1971, el cómic fue dibujado por Neal Adams y da cuenta de la presentación de una de las mayores creaciones del equipo: el villano Ra’s al Ghul.

La hermandad del demonio

Bajo la sombra del secuestro de Robin, el cómic establece en sus páginas iniciales cómo Batman retorna a la mansión Wayne para examinar las pistas en la baticueva.

Pero su viaje lo lleva a toparse con una inesperada sorpreda. Un sujeto, que se presenta como Ra’s, se presenta en el lugar y no solo conoce perfectamente que Bruce Wayne es Batman. También le solicita su ayuda, ya que su hija Talia, a quien el murciélago había salvado previamente en un cómic escrito por O’Neil y dibujado por Bob Brown, había sido secuestrada.

Las primeras viñetas de Ra's.

Lo que sigue a continuación es una búsqueda doble, en la que Batman y Ra’s colaboran, con el murciélago demostrando rápidamente por qué es el mejor detective del mundo. Sus indagaciones han dado cuenta que las notas tienen conexión con un “culto de asesinos” denominado como “La hermandad del demonio”, quienes en ese momento estaban ubicados en la ciudad Calcuta.

Inevitablemente la historia se traslada así hasta la India, mientras Batman es cuestionado por Ra’s, ya que el detective no muestra signos de preocupación por Robin o ni siquiera muestra curiosidad por Ra’s. “¿Acaso no tienes sentimientos”, le llegan a preguntar al hombre murciélago.

O’Neil, estableciendo la obsesión del héroe con su búsqueda vengativa de justicia, plantea con sus diálogos que Batman se ha preparado con años de entrenamiento para una sola misión: preocuparse del aquí y el ahora, ya que ya habrá tiempo después para las lágrimas. Como aquellas que derramó en la fatídica jornada en que sus padres murieron.

De ahí que este cómic no solo tiene un breve repaso por los orígenes de Batman, actualizándolo en el camino, sino que también su primer encuentro con Dick Grayson.

Sin entrar en mayores detalles, una vez que llegan a la India, Bruce Wayne sigue una serie de pistas y enfrenta varios desafíos, incluyendo un combate contra un gran felino entrenado. Pero todo va dejando en claro que el héroe está siendo puesto a prueba.

La búsqueda finalmente concluye en los Himalayas, en donde Batman derrota a varios enemigos, da con Robin y se topa con “el hermano supremo”. Pero a esas alturas el murciélago ya tiene claro que este último era Ubu y que todo fue orquestado por Ra’s, quien es el demonio en cuestión.

Finalmente, el villano explica la causa de todo: “¡Esto no era un juego, detective! Tu mente admirable pensó en todo salvo lo obvio... ¡Que mi querida hija Talia te ama! Mi organización es vasta, considero retirarme de mis actividades. Tenía que satisfacerme sabiendo que eras un sucesor digno para mi. ¡Un digno yerno!”.

La historia iniciada en Batman #232 terminó siendo el primer puntapié para la larga saga que conecta a Batman con la familia Al Ghul y que terminó conectándose directamente con los aspectos más personales del héroe. De hecho, posteriormente llegaron sagas como “El hijo del demonio” que siguieron expandiendo la relación entre Talia y Batman, manteniendo siempre la sombra de Ra’s sobre todo.

Más aún, más de 35 años después, el escritor Grant Morrison creó a Damian Wayne, el hijo de Talia y Bruce, expandiendo aún más los conceptos esbozados por O’Neil y Adams en esta historia. Si no podían dar con un sucesor digno, pues entonces lo concebirían.

Al final, también queda remarcar que el legado del cómic no solo se ha extendido a las viñetas, ya que películas como Batman Begins han seguido abordando la importancia de Ra’s como villano para el murciélago. Aunque aquella película introdujo al personaje de una forma diferente, la historia de este cómic sirvió de base para uno de los episodios de la serie animada de Batman.

Y lo anterior es prueba que el trabajo influyente de O’Neil seguirá presente en las historias del superhéroe más popular del mundo, ya que el trabajo del escritor terminó definiendo el camino que Batman comenzó a tomar en los setentas y sigue recorriendo hasta el día de hoy.

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