Review | Finch, un viaje post-apocalíptico con corazón de la mano de Tom Hanks, su perro y su robot

Apple TV+ estrenó este viernes esta aventura de ciencia ficción en donde la esperanza surge desde la soledad.


Finch, la nueva película estrenada por Apple TV+, y que originalmente iba a llegar a cines de la mano de Universal Pictures, probablemente no va a ganar ningún premio. No será condecorada ni por sus actuaciones, incluido el fenomenal trabajo de captura de movimiento, ni por sus efectos que están más al servicio de la historia ni por la creación de mundo distópico que establece. Sin embargo, de la mano del personaje de Tom Hanks y las relaciones que genera en el camino con un perro y un robot, es muy probable que termine ganándose el corazón de más de uno de sus espectadores.

La historia de Finch nos presenta a un inventor que da nombre a esta película y que durante más de una década ha permanecido encerrado en el recinto que alguna vez fue su trabajo. De hecho, por haber estado ensimismado en sus labores, algo que prácticamente definía a su día a día y su propia personalidad, el inventor se salvó del colapso de la sociedad causado por una llamarada solar.

A raíz de ese hecho la atmósfera terrestre colapsó definitivamente, creando agujeros en la capa de ozono que la dejaron como “queso suizo”. Lo anterior provocó que los indices de radiación ultravioleta durante el día sean extremadamente altos, lo que impide que la vida al aire libre sea posible. A su vez, todo eso también destruyó al medioambiente, el cual ha estado marcado por tormentas de arena y tornados que han destruido a las grandes ciudades. Y en ese escenario, en donde la humanidad se ha ido a pique, la vida está condenada a desaparecer.

Pese a ese escenario, lo más interesante de Finch tiene relación con el hecho de que su interés no está en presentar ese colapso distópico de forma pirotécnica o en dar cuenta de un inevitable choque con una sociedad en ruinas, sino que en la propia travesía del científico al centro de la historia que está muy enfermo debido a la radiación. Verán, aunque su vida antes del colapso fue marcada por la soledad, y no tener mayores nexos con otros, durante el caos logró establecer una relación especial con una mascota: su perro. Y como tiene claro que le queda poco tiempo de vida, decide crear a un robot que podrá cuidarlo y hacerle compañía una vez que no esté. Es decir, tiene que confiar en algo.

Esa simple premisa es la clave de toda la historia, ya que la propia construcción del robot y la forma en que este aprende sobre el mundo están directamente conectados con los problemas de Finch como persona. Es decir, el inventor tiene trancas sobre la confianza hacia otras personas, pero también tiene una historia familiar personal que lo ha marcado en la soledad. Al mismo tiempo, su genio le permite construir al robot, pero eso no quiere decir que pueda evadir el hecho de que esta inteligencia artificial a la larga termina siendo su propio hijo.

Ese tipo de dinámicas fortalecen el viaje de Finch, ya que al comienzo de la película nos establecen que una terrible tormenta se aproxima, lo que lo dejará 45 días sin la posibilidad de buscar comida para su perro, y la única salvación es alejarse, cruzar lo que queda de Estados Unidos y llegar hasta la ciudad de San Francisco con la esperanza de que la costa del Pacífico tenga un entorno menos destructivo.

El viaje de Finch tiene sobresaltos, pero la base de la historia es tan básica que queda claro que el interés de sus realizadores, comandado por el director Miguel Sapochnik (Game of Thrones), está en el factor humano. Eso se potencia por la propia creación del robot que se gana un nombre (Jeff) y termina demostrando que también nació con un corazón. Y obviamente eso solo habría sido posible si su progenitor hubiese sido alguien como Finch.

La otra clave de la película es el robot, creado a partir del trabajo del actor Caleb Landry Jones (X-Men: First Class, Three Billboards ), ya que poco a poco va cobrando vida. Al comienzo es como un niño con un cerebro lleno de datos de Wikipedia, pero rápidamente es forzado a crecer y entender más allá de los límites de su propia base de programación. Y ahí está el otro milagro de esta producción que no se queda solo en la superficie.

Por un lado, esta es una aventura de ciencia ficción en búsqueda de la salvación, encapsulada en la excentricidad del inventor, su perro que reacciona a la perfección y su creación, diseñada y ejecutada con efectos visuales notables. Pero por otro lado, el impulso de esta historia también está en la creación de esta familia, la amenaza de la mortalidad y la revisión de las culpas por todo aquello que nunca se hizo. Lo que sale de todo eso, y el mensaje de que nunca es tarde para hacer lo correcto, entrega grandes dosis de esperanza y humanidad.

Finch ya fue estrenada en la plataforma de streaming Apple TV+.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.