Un increíble accidente vehicular ocurrió la semana pasada en la localidad de Ocean City, en Maryland. Allí una colisión múltiple sobre un puente de la Ruta 90, terminó con una camioneta volcada sobre las barreras de protección. El problema, más allá del eventual riesgo de caída de la pick-up, fue que en el vehículo viajaba a bordo una lactante de 23 meses, que, inmediatamente ocurrido el impacto, cayó a las aguas en su sistema de retención infantil. Lo que pudo terminar en tragedia, finalmente se convirtió en una historia digna de película.

Jonathan Bauer es el hombre que terminó convertido en héroe, cuando decidió lanzarse desde el mismo puente a salvar a la menor. Bauer ahora cuenta que “lo primero que recuerdo es haber escuchado fue el chirrido de los neumáticos, y luego la camioneta se balanceaba hacia adelante y atrás, totalmente fuera de control”.

En declaraciones a la agencia Associated Press, Bauer dijo que miró hacia el agua y vio una silla de guagua y a unos dos metros de distancia, a la niña flotando. Agregó que miró desesperado para ver si había algún bote cerca que pudiera acudir en su ayuda.

“Vi a la niña y estaba mirando hacia arriba, flotando y moviendo los brazos y piernas. En apenas un instante miré otra vez y ya se había volteado sobre su estómago y su cara quedó en el agua”.

Momento de pasar a la acción

Este circunstancial héroe continúa con su relato. “Me lancé, nadé hacia la niña y la saqué del agua”, dijo Bauer. “Tenía la boca abierta, los ojos semiabiertos. Le di unas palmaditas en la espalda y en unos segundos escupió un montón de agua y empezó a toser”. Bauer y a la niña fueron rescatados por un bote y fueron trasladados en avión a un hospital en Baltimore.

La policía detalló que la niña se está recuperando por completo y que, además, otras siete personas involucradas en el choque múltiple han sido tratadas y dadas de alta.

El jefe de bomberos de Ocean City, Richard Bowers, calificó a Bauer como un “héroe solidario” por arriesgar su propia vida. “Lo que hizo fue sin lugar a dudas algo heroico, y algo muy valiente por saltar por encima de la barandilla, y lanzarse en aguas abiertas desde casi 9 metros de altura”, dijo Bowers.