Honda presentó hace algunas semanas la segunda generación de su camioneta Ridgeline en el mercado nacional, sin embargo el camino no ha sido fácil para la pick-up de la firma japonesa. El Servicio de Impuestos Internos estableció una restricción de beneficios tributarios al modelo, entre ellos el descuento al IVA del 19%, lo cual implicaría una serie de perjuicios económicos para la firma.

La Ridgeline presenta una serie de optimizaciones tecnológicas y de seguridad para los usuarios, entre ellas su ya conocida construcción en chasis monocasco. Sin embargo es este mismo elemento el que genera controversia, pues según el SII, estarán exentos de pagar este impuesto las camionetas cuya cabina y pick-up se encuentran totalmente separadas, y el modelo no entraría en esa categoría.

&"La restricción se da por la definición que el SII utiliza como camioneta. Según esa definición, elaborada en el año 84, se dice que la camioneta es camioneta cuando la carga está separada del habitáculo de pasajeros. Evidentemente en la Ridgeline están separados, pero constructivamente la camioneta es un monocasco por razones de seguridad y de mayor eficiencia. Honda desarrolló este concepto de monocasco para las camionetas que le han dado todos los premios de seguridad en el mundo, pero en Chile no la consideran camioneta&", explica Cristian Reitze, gerente de asuntos corporativos de Honda.

De continuar esta restricción, el perjuicio económico podría ser de grandes magnitudes, ya que aproximadamente el 80% de las ventas de Honda corresponden a empresas que descuentan IVA.

Honda deberá esperar la resolución sobre el futuro de la Ridgeline, modelo presentado hace un año en el Salón de Detroit, y que fue recientemente coronada como Camioneta Norteamericana del Año (North American Truck Of The Year).