Jaguar F-Pace MHEV: el desafío de atreverse con nuevas tecnologías

Manejamos el nuevo SUV microhíbrido, modelo que adelanta lo que encontraremos de aquí en adelante en la firma de Coventry.




Jaguar hace apenas unos días anunció para nuestro país la incorporación de la tecnología Mild Hybrid o de hibridación suave. Se trata de un desarrollo que ha ganado fuerza en Europa, debido a que, gracias a un motor eléctrico que apoya al motor térmico en bajas revoluciones, logra disminuir tanto el consumo de combustible como de las emisiones de CO2 y con eso consigue los beneficios que ostentan los vehículos híbridos tradicional y los cero emisiones.

En nuestro país no existen beneficios para los vehículos que ofrezcan una tecnología menos contaminante. Hoy a nivel de incentivos es lo mismo que se compre un vehículo full contaminante que un eléctrico. Es más, los modelos más amigables con el medio ambiente incluso tienen costos mayores que los tradicionales, pero el camino de la electrificación es el que han tomado varios fabricantes.

Entre ellos está Jaguar-Land Rover, grupo que, según sus ejecutivos, debería “lograr el 60% de las ventas del 2021 con vehículos con tecnología de hibridación suave”. Y uno de los modelos que apuesta con esta tecnología microhíbrida es el Jaguar F-Pace MHEV, SUV que tuvimos en nuestras manos por algunas horas.

A diferencia de las pruebas tradicionales que realizamos, donde durante algunos días vemos el comportamiento de los vehículos, en este caso fue más cercano a una toma de contacto ligera. De todas maneras nos quedamos con algunas conclusiones.

Lo primero es ver el tema del diseño. Esta edición adopta el facelift del F-Pace, el cual en el exterior tiene leves modificaciones, pero que le permiten ganar algo de frescura para enfrentar a rivales como el Mercedes-Benz GLC o el BMW X3, aunque manteniendo la línea general con la que debutó hace más de un lustro.

En el frontal los principales cambios están en los grupos ópticos, que adoptan una imagen más afilada y estilizada, con luces LED en todo el conjunto y con la luz diurna en doble hoja con forma de J. La parrilla mantiene su esquema y solo hay ajustes en la toma de aire inferior, en las laterales y en las nervaduras del capot.

Por el costado se mantiene casi el mismo dibujo, con pequeñas salidas de aire a la misma altura del pilar A, una línea de cintura elevada, pero ahora con vidrios tinteados en las plazas traseras y llantas bitono de 19′'.

En la zaga, lo más atractivo pasa por el rediseño de los grupos ópticos, también con luces LED y con un diseño más afilado como en el frontal, lo que se suma a un alerón que cae desde el techo y un difusor que en la versión que probamos nosotros no tiene a la vista las salidas de escape, las cuales por lo que vimos en fotografías le entregan una imagen más deportiva.

En el interior los cambios son más evidentes, especialmente por el tema tecnológico. Pero lo que llama la atención desde que nos subimos es la alta calidad percibida gracias a los materiales utilizados, a las finas terminaciones finas y a la preocupación por los detalles.

La comodidad que encontramos en la posición de manejo es correcta, con asientos suaves que entregan una sujeción suficiente, sin embargo, en las plazas traseras el espacio es algo menor y tres personas no estarán cómodas, debido al túnel de la transmisión. La altura al techo tampoco es la óptima y personas muy altas deberán acomodarse un poco y lo único que ayuda un poco a generar una sensación de más espacio es el gran techo panorámico que permite entrar bastante luz.

Pero como les comentábamos, personalmente lo más llamativo que encontramos pasa por las nuevas pantallas y por el sistema de infoentretención, aunque también tenemos algunas quejas.

El tablero de instrumentos es totalmente digital y se refleja en una pantalla de 12,3 pulgadas. Con una excelente gráfica y resolución, se puede personalizar a gusto del conductor desde un mando en el volante. Así, podemos dejar el navegador cubriendo toda la pantalla, o bien elegir entre dos relojes tradicionales o solo uno que muestre las revoluciones y que es más deportivo. Muy sencillo y simple de usar, no requiere mayor dominio para su ejecución.

Lo mismo ocurre con la pantalla de 11,4′' que domina el nuevo sistema de infoentretención Pivi Pro, que también entrega sencillez de uso con una calidad de imagen de altísimo nivel. Eso sí, lamentablemente la conectividad con el smartphone todavía es mediante cables y aunque disponga de dos tipos de puertos USB (el tradicional y el C), la verdad es que para este tipo de vehículos (y a este valor) la conectividad inalámbrica a AppleCarPlay y Android Auto ya empieza a ser un elemento que debería estar (lo tienen modelos muchísimo más baratos). Otro elemento que extrañamos fue un cargador inalámbrico.

Pero, así como hacemos notar las carencias, es justo señalar que la calidad del sistema es altísima, la visualización es perfecta en todo minuto. Como punto a destacar es la cámara 360º, que entrega diversas opciones de visualización cuando estamos estacionando, las que van variando con solo apretar una de las opciones que se van mostrando en las esquinas de una gráfica del SUV.

Otro detalle en la simpleza del uso de los elementos lo encontramos en los mandos del climatizador. Si se presiona ese mando, se puede ajustar la calefacción de los asientos y al volver a presionar se ajusta la temperatura que se quiere, demostrando que no es necesario recargar de botones y que, como muchas veces, menos es más.

Alta calidad, buen andar y eficiencia motriz

El renovado F-Pace con tecnología Mild Hybrid (MHEV) llegó a Chile con dos opciones motrices, un diésel a un precio de US$ 76.900 y un bencinero que tiene un costo de US$ 78.900.

Nuestra unidad de prueba montaba el 2.0 turbodiésel de la familia de motores Ingenium que desarrolla 203 Hp y 430 Nm, asociado a una caja automática de 8 velocidades que ahora tiene un pomo más tradicional y no un mando selector circular. La tracción es total (AWD).

Como los motores diésel modernos, el sonido es suave y no tiene nada que ver con los antiguos motores petroleros, lo que se suma al buen trabajo de insonorización del modelo que metió a Jaguar en el segmento de SUV.

Al salir desde cero con el F-Pace nos encontramos con un vehículo que tiene cierto retardo en reaccionar. Hay una fracción de tiempo que debemos solucionar presionando con más fuerza el acelerador. Y es en estos momentos donde actúa precisamente la nueva tecnología microhíbrida, donde aparece la energía almacenada en la batería de 48 volts para apoyar en los momentos en que se requiere más exigencia y donde se utiliza más combustible. Este sistema ayuda entonces a que el rendimiento mejore un poco y se empine en promedio a los 19 km/l, una cifra muy buena considerando que es un vehículo de dimensiones que alcanzan los 4.747 mm de largo, 2.175 mm de ancho y 1.664 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.874 mm

Ahora, si queremos tener una sensación de mayor reacción inmediata, en el pomo de la transmisión podemos dejar la caja en Sport con un movimiento simple (presionando un botón y llevando el pomo hacia abajo). En este modo la salida es un más ágil y no se siente la misma demora que con la caja en D (directa).

Luego la entrega de potencia del motor es progresiva. Por lo que alcanzamos a manejar, percibimos un vehículo que se siente grande, pero que va dando respuesta a medida que se le va exigiendo, demostrando buena elasticidad del motor y un buen acople con la caja de ocho velocidades (aunque la última marcha sirve más para relajar al motor). Además, tenemos la opción de un manejo más personal a través de las levas en el volante, donde vamos ajustando a lo que queremos en el momento.

Pero en el caso de ir aceptando el rango de revoluciones de la caja, la respuesta es suave, constante y vamos sintiendo que siempre tiene un extra más de potencia que ofrecer. Ahora, también se puede escoger entre los modos de manejo del JaguarDrive Control, mediante un mando que está en la consola central.

Para eso, basta presionar ese mando para que asome sobre la superficie y ajustar a modo Dynamic, Normal o Eco, opciones que harán el paso de marchas más rápido o más abajo en las revoluciones. El modo Lluvia-Hielo-Nieve debería mejorar la adherencia en superficies más resbaladizas.

Pero más allá de las opciones que entrega y que se agradecen considerando que cada conductor tiene gustos distintos al volante, nuestra sensación es que el F-Pace mantiene el concepto que busca fortalecer el confort de marcha, con una suspensión suave que no traspasa imperfecciones del camino, con una dirección precisa que entrega bastante tacto, que tiene el peso suficiente para hacernos sentir con dominio del vehículo en todo minuto y que se vuelve un poco más rígida mientras avanzamos en el velocímetro.

Otro punto a favor es que, a pesar de la suavidad de la suspensión, el vehículo se siente muy aplomado al piso, que independiente de si está en recta o en curva, siempre está bien asentado y no genera balanceos ni transferencias de peso marcados.

Ayuda en esto la tracción integral, sistema que como explicó la marca, va cambiando el torque a las ruedas delanteras de forma preventiva para mantener el control y la estabilidad antes de que se pierda el agarre (por suerte no tuvimos nunca inconvenientes de ese tipo).

Para cerrar, el tema de la seguridad. Si bien dispone de un equipamiento que supera la exigencia de la normativa, creemos que en este nivel de vehículos de alta gama, por el que se debe cancelar casi 60 millones de pesos, podría incluir algo más que los seis airbags, el asistente de permanencia en carril y el control crucero (obviamente también tiene frenos ABS, control de estabilidad y arranque en pendiente, entre otros más), pero considerando lo que ya ofrecen SUV de segmentos medios, queda algo en desventaja al no tener elementos como alerta de punto ciego, alerta de tráfico cruzado, control crucero adaptativo y asistentes de estacionamiento, por nombrar algunos.

En conclusión, un modelo que muestra el camino de la electrificación con una tecnología microhíbrida que ayuda a disminuir las emisiones y mejora un poco el rendimiento, pero que lamentablemente en Chile no tiene el mismo efecto en el bolsillo de las personas que tiene en otros países, donde los vehículos más amigables con el medio ambiente son beneficiados con incentivos estatales.

Ahora, la calidad del producto es innegablemente alta, entrega alto confort de marcha a los ocupantes, cuenta con un habitáculo muy tecnológico, sistema de infoentretención sencillo de usar, una dirección precisa y un chasis que nos hace sentir seguros, pero que para el costo que tiene nos gustaría un nivel de seguridad más alto.

Ficha TécnicaJaguar F-Pace 2.0 D MHEV
Motor:2.0 Turbodiésel
Potencia:204 Hp
Torque:430 Nm
Caja:AT 8 vel.
Tracción:AWD
Largo x ancho x alto:4.747 mm x 2.175 mm x 1.664 mm
Maletero:600 litros
Consumo:19,2 km/l (mixto)
Pantalla:11,4 pulgadas
Precio:US$ 76.900

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