El “carnicero de Bucha”: el teniente coronel ruso que estaría detrás de la matanza que estremece al mundo

Omurbekov Azatbek Asanbekovich, comandante de la unidad militar 51460 de Rusia. Foto: InformNapalm

Un sitio web identificó a Omurbekov Azatbek Asanbekovich como el presunto responsable de la invasión a la ciudad ucraniana y compartió sus datos personales. Pertenece a una minoría étnica de origen mongol que habita en Siberia.


El “carnicero de Bucha” ya tendría nombre y rostro. Un sitio web especializado en difundir los secretos de los servicios rusos reveló la identidad del presunto autor de la masacre en la ciudad ucraniana, donde cientos de civiles fueron ejecutados durante la invasión ordenada por el Presidente Vladimir Putin.

Según InformNapalm, se trataría del teniente coronel Omurbekov Azatbek Asanbekovich. El sitio web publicó también la fotografía, el correo telefónico y el número de celular del militar ruso, de origen buriato, la minoría étnica de origen mongol que puebla Siberia, que fue apodado en Ucrania como el “carnicero de Bucha”.

“Hemos logrado hallar inclusive la dirección del verdugo ruso”, afirmaron los voluntarios de InformNapalm, citados por la agencia ucraniana Unian, y agregaron que divulgarán datos, archivos y explicaciones sobre cómo poder hallar al comandante ruso. El sitio publicó una foto de Asanbekovich donde se lo ve con la ropa camuflada y un tanque detrás.

Situada a 37 km de Kiev, la localidad ucraniana de Bucha estuvo ocupada por el Ejército invasor desde el 27 de febrero y quedó inaccesible durante más de un mes. Los bombardeos pararon el 31 de marzo y las fuerzas ucranianas no pudieron acceder por completo hasta hace unos días, cuando descubrieron al mundo el infierno desatado por los rusos.

Cuando las tropas de Asanbekovich se retiraron de Bucha, el 31 de marzo, dejaron a sus espaldas cientos de cadáveres de civiles por las calles, arrojados en fosas comunes (algunos semienterrados), personas ejecutadas con un disparo en la nuca y las manos atadas a la espalda, escenas que provocaron una ola de indignación internacional.

La 64ª Brigada de Artillería Motorizada llegó a Ucrania desde la aldea de Knyaze-Volkonskoye, en el territorio de Khabarovsk, en el extremo de Rusia Oriental. La unidad 51460 de Asanbekovich -que ahora es acusada de haber matado deliberadamente a civiles, haber violado mujeres y torturado o asesinado a los niños locales- estaba estacionada en Bucha, dicen los voluntarios del proyecto InformNapalm, que publicaron los datos del comandante en Telegram y en Reddit.

Asanbekovich era un desconocido hasta ahora. Según el informe de InformNapalm, se deduce que tiene unos 40 años tras registrar su correo electrónico y encontrar la dirección de su casa.

Incluso algunos activistas han hecho pública una lista de todos los componentes de la brigada. Además, en las imágenes publicadas en línea, algunos soldados del batallón también ondean una bandera de la república de Sacha, o Yakutia, que se encuentra en el este de Siberia.

La información -no confirmada por ninguna fuente oficial- también fue relanzada por activistas de Anonymous y parece provenir de la lista (parcial) de los 120.000 militares desplegados en Ucrania publicada el 1 de marzo por Pravda en Kiev, de la que se desprende que en el noroeste, los soldados del distrito militar oriental estaban empleados en la capital. En la zona, señalan los observadores, también estaban estacionados camiones cisterna de la Guardia (36º Ejército del Distrito del Lejano Oriente Ruso) y elementos del 331º Regimiento Parà de la 98ª División Aerotransportada, consignó el diario Corriere della Sera.

Con todo, los activistas -en base a las informaciones que obtuvieron- creen que fueron los militares de la unidad 51460 quienes cometieron los “conmocionantes crímenes de guerra en las ciudades de Bucha, Gostomel e Irpin, en la región de Kiev”.

Por su parte, la Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania publicó una declaración en su página oficial en la que se incluyó una lista con los nombres de los 1.600 soldados rusos que estuvieron desplegados en Bucha, muchos bajo el mando de Asanbekovich. “Todos los ucranianos deberían conocer sus nombres. Recuerda. Todos los criminales de guerra serán juzgados y llevados ante la justicia por los crímenes cometidos contra la población civil de Ucrania”, afirmaron.

Es una lista de 87 páginas con los nombres de cada uno de los soldados, los “carniceros”, como los llamó el Presidente Volodymyr Zelensky al visitar la ciudad de Bucha el lunes. La lista identifica a cada soldado con su grado militar, nombre y apellido, fecha de nacimiento y datos del pasaporte. Entre los apellidos hay varios muy difundidos en Chechenia. De muchos se publican fotos de las que subieron a sus redes, en las que lucen sonrientes y muy jóvenes.

En tanto, los residentes de Bucha dijeron al sitio de noticias Obozreveatel que los soldados rusos “simplemente fueron de patio en patio disparando a todos los hombres y mujeres”. “Entre ellos hemos reconocido a buriatos por sus ojos estrechos y largos”, comentaron.

“No había Ejército ucraniano en el pueblo, solo la defensa territorial, compuesta principalmente de guardias de empresas locales, sin armas. Y después huyeron” cuando llegaron los rusos, explicó una mujer de 43 años, que durante todo el mes de marzo tuvo que vivir con sus dos hijos y sus vecinos en un sótano sin electricidad.

“Al principio, había sobre todo jóvenes soldados (rusos). Después, dos semanas más tarde, hubo otros. Más mayores, tenían más de 40 años. Eran crueles. Maltrataron a todo el mundo. Y es entonces cuando empezaron las masacres”, agregó la mujer.

Los hombres más curtidos, añadió la mujer a Obozreveatel, “estaban muy bien equipados, llevaban uniformes de colores negro y verde oscuro”, distintos a los del Ejército regular. “Había buenos chicos entre los soldados rusos y había hombres muy rudos, sobre todo oficiales del FSB”, los servicios de seguridad rusos.

Según el testimonio de Taras Schevchenko, citado por el diario The Guardian, los cuerpos pisoteados por los tanques rusos se convirtieron en “alfombras humanas”, mientras los soldados mataban a tiros a los que se interpusieran en su camino, ancianos incluidos.

Para Moscú, en cambio, los cadáveres abandonados son solo propaganda, una puesta en escena de Occidente y de Ucrania. “Pero entre la realidad y la propaganda la frontera puede ser sutil solo si se trata de palabras. En Bucha hablan los cuerpos sin vida y sin sepultura de ciudadanos indefensos”, destacó la agencia de noticias Ansa.

Fiel a su libreto, no obstante, Rusia insinuó que puede haber más matanzas como la de Bucha en otras ciudades ucranianas. “Según nuestra información, la noche del 4 de abril, en la aldea de Moshun, a 23 kilómetros al noroeste de Kiev, el personal del 72º Centro de Operaciones Psicológicas de Ucrania llevó a cabo otra escenificación con civiles presuntamente asesinados violentamente por las Fuerzas Armadas rusas para su posterior distribución a través de los medios occidentales. Los servicios especiales ucranianos preparan acciones similares en Sumi, Konotop y otras ciudades”, aseguró el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, al comentar el parte de guerra diario.

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