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“Hambruna masiva” en Gaza: 100 organizaciones culpan al asedio israelí y trabajadores humanitarios sufren por falta de alimentos

El personal sanitario de Gaza denunció que el creciente hambre y la falta de alimentos disponibles están empezando a dejarlos demasiado débiles para proporcionar atención médica urgente. El director de la OMS aseguró que en el enclave hay una "hambruna masiva provocada por el hombre".

Palestinos esperan comida en un punto de distribución en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, el 2 de junio de 2025. Foto: Archivo EYAD BABA

“Los palestinos están atrapados en un ciclo de esperanza y angustia, esperando asistencia y alto el fuego, solo para despertar al empeoramiento de las condiciones”. En una declaración conjunta 111 organizaciones humanitarias internacionales pidieron a Israel que pusiera fin a su bloqueo, restableciera el flujo total de alimentos, agua potable y suministros médicos a Gaza y acordara un alto el fuego. Además señalaron que esta situación está poniendo en peligro las vidas de médicos y trabajadores humanitarios.

La coalición advirtió este miércoles que la “hambruna masiva” se estaba extendiendo por la Franja de Gaza, mientras los suministros en el enclave palestino están ahora “totalmente agotados” y que los grupos humanitarios están “presenciando cómo sus propios colegas y socios se consumen ante sus ojos”.

“Mientras el asedio del gobierno israelí mata de hambre a la población de Gaza, los trabajadores humanitarios ahora se suman a las mismas filas para recibir alimentos, arriesgándose a que les disparen solo para alimentar a sus familias”, indicó la declaración, entre cuyos firmantes se incluyen Médicos Sin Fronteras (MSF), Amnistía Internacional, Save the Children, Oxfam y el Consejo Noruego para los Refugiados.

“No es solo un tormento físico, sino psicológico (para los palestinos). La supervivencia cuelga como un espejismo”, agregaron. “El sistema humanitario no puede funcionar con falsas promesas. Los trabajadores humanitarios no pueden operar con plazos cambiantes o esperar compromisos políticos que no brindan acceso”.

La gente corre hacia un camión con ayuda humanitaria que circula por la calle Al-Rashid, en el oeste de Jabalia, el 22 de junio de 2025. Foto: Archivo OMAR AL-QATTAA

“Estas organizaciones sirven a la propaganda de Hamas, usando sus cifras y justificando sus horrores en lugar de desafiar a una organización terrorista que adoptan como propia”, respondió el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, que subrayó que “en este momento crítico de negociaciones, (las ONG) se hacen eco de la propaganda de Hamas y perjudican las posibilidades de un alto el fuego”.

“Instamos a todas las organizaciones a que dejen de utilizar los argumentos de Hamas”, apuntó en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X, donde aseguró que “cerca de 4.500 camiones entraron en Gaza, incluida harina para panaderías y 2.500 toneladas de alimentos para bebés y comida especial altamente calórica para los niños”.

Sin embargo, la Unión Europea constató la “grave situación” humanitaria en la Franja de Gaza, donde menos de un centenar de camiones entran al día para entregar ayuda humanitaria, alimentos y medicinas, pese al acuerdo suscrito con Israel hace dos semanas para mejorar sustancialmente el acceso humanitario, indicó Europa Press.

El llamado de las organizaciones humanitarias internacionales ocurrió poco después de que el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, anunciara un viaje a Europa esta semana “con la esperanza de lograr un nuevo alto el fuego, así como un corredor humanitario para la entrega de ayuda que ambas partes aceptaron de hecho”, dijo Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado.

Asimismo, la declaración de la coalición siguió a una dura crítica contra Israel por parte de 28 países occidentales, quienes acusaron al país de suministrar ayuda a cuentagotas a Gaza. El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí rechazó la declaración conjunta -que no fue firmada por Estados Unidos- por considerarla “desconectada de la realidad”.

Las Fuerzas Armadas israelíes “debe dejar de matar a gente” que busca ayuda en Gaza, indicó en X, Kaja Kallas, alta representante de la UE para Asuntos Exteriores. “La muerte de civiles que buscan ayuda en Gaza es indefendible”, añadió.

Hasta el martes el número de fallecidos por hambruna en Gaza era de al menos 101 palestinos, incluidos 80 niños, según el Ministerio de Salud palestino.

Uno de los muertos era Yousef, de solo seis semanas, que falleció por inanición, según indicaron los médicos que lo atendieron en Ciudad de Gaza. La familia de Yousef no pudo encontrar fórmula para alimentarlo, dijo a la cadena Al Jazeera su tío Adham al-Safadi.

“No se puede conseguir leche en ningún lado, y si la encuentras, cuesta 100 dólares el envase”, añadió.

El jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA) dijo el martes que miembros de su personal, así como médicos y trabajadores humanitarios, se estaban desmayando en el cumplimiento de sus obligaciones debido al hambre y al agotamiento, indicó la agencia Reuters.

El comisionado general de UNRWA, Philippe Lazzarini, dijo en una declaración que “los cuidadores, incluyendo a sus colegas de UNRWA en Gaza, también necesitan atención ahora: médicos, enfermeras, periodistas y personal humanitario, entre ellos, el personal de UNRWA, pasan hambre”.

Lazzarini describió la situación en Gaza como “un infierno en la tierra” y agregó que ningún lugar era seguro.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que la agencia sanitaria no pudo entregar alimentos durante casi 80 días entre marzo y mayo y añadió que la reanudación de las entregas seguía estando muy por debajo de lo necesario.

“Los 2,1 millones de personas que se encuentran en la zona de guerra que es Gaza se enfrentan a otra causa de muerte, además de las bombas y las balas: la hambruna; ahora estamos presenciando un aumento letal de las enfermedades relacionadas con la desnutrición”, subrayó Ghebreyesus. “No sé cómo lo llamarías, salvo hambruna masiva, y es provocada por el hombre”, denunció.

En medio de este escenario, el representante permanente de Israel ante Naciones Unidas, Danny Danon, anunció este miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el país restringirá a un mes los visados de los trabajadores de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) tras acusar al organismo de tener vínculos con Hamas.

“No he comido nada desde ayer”

Los médicos y el personal sanitario de Gaza indicaron que el creciente hambre y la falta de alimentos disponibles están empezando a dejarlos demasiado débiles para proporcionar atención médica urgente a los pacientes en hospitales llenos de civiles desnutridos y heridos.

Personas con alimentos caminan por la calle al-Rashid, en el oeste de Jabalia, el 22 de junio de 2025, después de que camiones con ayuda humanitaria entraran en el norte de la Franja de Gaza a través del cruce fronterizo de Zikim. Foto: Archivo OMAR AL-QATTAA

Casi una docena de profesionales médicos en todo el enclave indicaron al diario The Guardian y a la Asociación de Reporteros Árabes para el Periodismo de Investigación (ARIJ) sobre su búsqueda cada vez más desesperada de alimentos y el deterioro de su salud física debido al hambre.

“Están en un estado de agotamiento extremo. Algunos se han desmayado en los quirófanos”, dijo a The Guardian el doctor Mohammed Abu Selmia, director del hospital al-Shifa en la Ciudad de Gaza, quien añadió que, al igual que los gazatíes, el personal no había recibido ayuda ni había comido en las últimas 48 horas.

“Los servicios médicos se verán afectados porque nuestro personal no podrá resistir más ante esta hambruna”, señaló.

The Guardian indicó que muchos de los médicos y profesionales sanitarios que enviaron mensajes no quisieron revelar su nombre por temor a ser blanco del Ejército israelí.

“Hoy he estado en un turno de 24 horas”, dijo un médico del hospital al-Shifa. “En el hospital se supone que nos dan arroz por cada turno, pero hoy nos dijeron que no había. Mi colega y yo atendimos a 60 pacientes de neurocirugía y ahora mismo no puedo ni mantenerme en pie”.

“No he comido nada desde ayer y mi familia no tiene nada que comer. Me paso el día pensando cómo puedo conseguirles harina, lentejas o algo de comer, pero no hay nada en los mercados. Ya no podemos caminar. No sabemos qué hacer”, indicó otro médico.

Un cirujano del complejo médico Nasser en Gaza dijo a The Guardian que la carga de trabajo que enfrenta el personal médico, que ya se encontraba sobrecargado, está aumentando a medida que más pacientes ingresan por síntomas relacionados con la desnutrición.

“Hay un alto número de pacientes que ingresan al hospital con gastroenteritis, desmayos e hipoglucemia en todos los grupos de edad”, afirmó. También se observa un aumento notable de complicaciones posoperatorias debido a la desnutrición.

“No pude comer durante dos días porque temía empeorar mi gastroenteritis y, debido a mi baja presión arterial, tuve que parar durante una cirugía a una niña que había recibido un disparo en el abdomen”, añadió.

Abu Selmia afirmó que el personal médico seguía trabajando a pesar de la falta de alimentos, pero que la magnitud de la desnutrición que sufrían los pacientes estaba ejerciendo una enorme presión sobre una fuerza laboral ya de por sí reducida y agotada. Añadió que 21 niños habían muerto en todo el territorio palestino en los últimos tres días debido a la desnutrición y el hambre.

“Estos pacientes necesitan una nutrición especial, pero no la hay, así que corren riesgos”, dijo. “Algunos mueren en sus tiendas de campaña y casas sin que nadie se entere”.

El diario británico señaló que otros expresaron su temor a verse obligados a acudir a los centros de distribución de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza y custodiados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que son el único lugar donde se permite el envío de alimentos y ayuda a la población civil de Gaza.

La UNRWA estima que, desde finales de mayo, unas 1.000 personas han muerto en incidentes con personal militar israelí mientras buscaban ayuda alimentaria.

En una publicación en X el lunes, UNRWA dijo que la escasez en el territorio palestino había causado que los precios de los alimentos aumentaran 40 veces, mientras que la ayuda almacenada en sus almacenes fuera de Gaza podría alimentar a “toda la población durante más de tres meses”.

El sistema de salud de Gaza se ha visto diezmado durante los 21 meses de conflicto. En mayo, la Organización Mundial de la Salud afirmó que al menos el 94 % de los hospitales de la Franja de Gaza resultaron dañados o destruidos, y que solo 19 de los 36 hospitales del enclave seguían operativos.

“En los últimos días, el personal sanitario de Gaza ha reportado colectivamente niveles sin precedentes de inseguridad alimentaria, disminución de la inmunidad, infecciones recurrentes, fatiga severa y desmayos frecuentes durante cirugías y misiones de rescate”, declaró Muath Alser, director de Healthcare Worker Watch, una organización médica palestina. “No podemos permitirnos la simple condena. Necesitamos acciones urgentes”.

En un comunicado, las FDI dijeron que están trabajando para facilitar la distribución de ayuda humanitaria a fin de permitir que los hospitales en Gaza sigan funcionando.

Palestinos esperan comida en un punto de distribución en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, el 2 de junio de 2025. Foto: Archivo EYAD BABA

También indicó que, tras los incidentes en los que se reportaron lesiones a civiles que llegaban a las instalaciones de distribución, se realizaron exámenes exhaustivos en el Comando Sur y se emitieron instrucciones a las fuerzas sobre el terreno, siguiendo las lecciones aprendidas. Los incidentes mencionados están siendo revisados por las autoridades competentes de las FDI.

Por su parte, la agencia internacional de noticias Agence France-Presse (AFP) dijo el martes que está tratando de evacuar a su personal independiente restante de Gaza porque la situación se ha vuelto “insostenible”.

Junto con Reuters y The Associated Press, AFP, con sede en París, es una de las tres grandes agencias de noticias mundiales que proporcionan a otros medios de comunicación imágenes de texto, fotografías y videos de todo el mundo.

Los periodistas independientes no pueden trabajar en Gaza debido a las restricciones israelíes y egipcias a la entrada al enclave.

“No nos quedan fuerzas por el hambre”, resume Omar al-Qattaa, fotógrafo de 35 años nominado al Premio Pulitzer.

Entre quienes aún intentan mantener la cobertura bélica, algunos han tenido que interrumpir su trabajo para conseguir comida o aliviar el dolor con analgésicos improvisados, ya que los medicamentos han desaparecido de las farmacias.

“Ya no podemos llegar a los lugares desde donde se supone que debemos informar”, dijo Qattaa, quien trabaja para la agencia de noticias AFP.

Ahlam Afana, periodista de AFP de 30 años, señaló que hay “crisis de liquidez” causada por las exorbitantes comisiones bancarias y la inflación. Las comisiones bancarias, que superan el 40%, hacen casi imposible usar transferencias de familiares en el extranjero.

“Lo que queda no alcanza ni para comprar un kilo de harina, que ahora cuesta 80 dólares (76 mil pesos chilenos)“, indicó Mohammad Mahmoud, padre de cuatro hijos. “No hemos comido nada, salvo unas lentejas, en dos días. Mezclamos un poco de sal de mesa en un vaso de agua y nos lo bebimos, solo para obtener electrolitos”.

Saba Nahed Alnajjar, de 19 años, soñaba con estudiar medicina en Argelia, pero perdió su beca cuando estalló la guerra. Viviendo en una tienda de campaña con su familia en la región costera de al-Mawasi, ahora teme morir sin realizar sus sueños.

“Estamos vivos, pero no hay nada que comer”, declaró la joven a la BBC, que ahora pesa solo 35 kilos. “No hay comida ni medicinas. Nos hemos convertido en esqueletos. No hay protección. Gaza se ha vuelto inhabitable. Quiero salir de este infierno. No lo soporto”.

“Cuando salgo a hacer reportajes, necesito energía, carbohidratos. Es imposible encontrarlos”, explicó a Radio Francia Internacional (RFI) el periodista Rami El Meghari. “Hoy vemos a personas desmayarse en la calle. A algunos niños se les da agua salada para que puedan resistir, porque ya no hay comida, o porque es demasiado cara. Yo, al menos, tengo una pequeña fuente de ingresos. Pero estos últimos días, estoy ahogado económicamente”, añadió.

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