Chilenos y una reforma de salud: 96% apoya cambios y 71% atribuye el estancamiento a la falta de acuerdos políticos
Un estudio de Ipsos y Espacio Público revela que las personas están inconformes con el sistema sanitario, desde el financiamiento hasta la atención. Por ejemplo, afirman que se sienten desprotegidos y que es urgente mejorar la espera en la atención.
Enfermedades, qué seguro contratar, acceso a medicamentos o simplemente la atención en el sistema público o privado: la salud, en todas sus dimensiones, sigue siendo un tema de preocupación transversal para los chilenos.
Y, en medio de un año en que el gobierno terminó por aceptar que su compromiso de una gran reforma no será posible, cobran relevancia los datos de un estudio de Ipsos y Espacio Público.
El mismo reveló que un 19% de las personas menciona haber sido directamente afectado por un servicio de salud, ubicando esta experiencia entre los tres principales problemas que más los impactan en su vida cotidiana. Eso sí, son las mujeres quienes declaran estar más afectadas (24%).
Las apreciaciones sobre el sistema no son alentadoras. De los mil encuestados, un 72% dice sentirse desprotegido frente a la posibilidad de enfrentar una enfermedad grave o un accidente, y un 66% declara que le preocupa mucho no contar con los recursos necesarios para afrontar una situación de ese tipo. A esto se suma que un 29% admite haber dejado de tomar alguna dosis de medicamento en el último año debido a su alto costo.
“En materia de salud, las personas se sienten muy desprotegidas, lo que genera altos niveles de incertidumbre al pensar en el cómo enfrentarían una crisis de salud. Por tanto, el consenso es transversal en todos las edades, niveles socioeconómicos o géneros respecto de la necesidad de reformar al Sistema de Salud. Las necesidades en salud de las personas apuntan a obtener atención oportuna y de calidad”, concluye Alejandra Ojeda Mayorga, directora de Estudios Públicos de Ipsos.
De hecho, el estudio confirma que la necesidad de reformar el sistema de salud no es solo un consenso entre autoridades y expertos, sino también una demanda ciudadana. El 77% de las personas consultadas considera que es muy importante que los parlamentarios concreten los cambios necesarios en el sistema de salud, tanto en el sector público como en el privado. Al sumar a quienes creen que es bastante importante, el respaldo llega al 96%.
El porqué no se ha avanzado en estos cambios también tiene una respuesta clara, al menos para la ciudadanía. Ante la pregunta “¿Cuáles son las principales razones por las que no se han concretado las reformas al sistema de salud?”, en la que se pidió elegir las tres principales, un 71% de los encuestados apuntó a la falta de acuerdos políticos, un 36% a la rigidez del gobierno en sus propuestas y un 35% a que la oposición ha frenado la discusión legislativa.
En la atención, las respuestas tampoco son del todo alentadoras. Incluso, Benjamín García, director ejecutivo de Espacio Público, recalca que “la encuesta pone en evidencia desigualdades relevantes en la protección de la salud, siendo las mujeres y los afiliados a Fonasa quienes muestran una peor evaluación tanto de su propia situación personal de salud como de la disponibilidad de atención oportuna. Aunque la mitad de los encuestados reconoce que ha habido mejoras en la calidad de atención en salud durante los últimos cinco años, todavía quedan muchas brechas importantes por cubrir”.
Un 66% de los encuestados que están en Fonasa señalaron que los tiempos de espera para consultas, exámenes o cirugías son una de las tres áreas que necesitan mejoras urgentes dentro del sistema de salud. Esta cifra destaca significativamente en comparación con los usuarios de Isapre, de los cuales solo un 34% consideró esta problemática como prioritaria.
Además, 47% de los usuarios de Fonasa mencionó la disponibilidad de especialistas en su comuna como una de sus principales preocupaciones, superando al 38% de los afiliados a una aseguradora privada. Otras áreas que también preocupan a los usuarios del sistema público son el financiamiento del sistema (34%) y la calidad de la atención recibida (33%).
En contraste, los usuarios de isapre priorizan en mayor medida la cobertura de gasto en medicamentos (42%) y la reducción de los copagos en las atenciones (38%), lo cual refleja una diferencia en las experiencias y necesidades entre ambos grupos.
Además, el 47% de las personas consultadas está insatisfecho con la atención oportuna en salud, tanto para ellas como para su familia, mientras que solo un 21% se declara satisfecho. Aquí, la diferencia entre sistemas también es evidente: el 44% de los afiliados a isapres dice estar satisfecho, frente al 18% de los usuarios de Fonasa.
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