La complicada instalación de Gabriela Muñoz en Mejor Niñez: “Es imposible pensar que las soluciones profundas van a estar en un año o dos”

Gabriela Muñoz, directora de Mejor Niñez. Foto: Mario Tellez.

A un año y medio de la puesta en marcha del servicio que reemplazó al Sename, su directora dice que aún existen muchos de los desafíos que no fue posible abordar durante 2022. Sin embargo, está convencida de que ya han comenzado a materializarse algunas promesas que buscan velar por la protección de la niñez y adolescencia en Chile. “Son las necesidades y expectativas que todo el mundo espera para cambiar un poco la historia”, dice.


“Hemos enfrentado un proceso de instalación difícil y complejo”, sostiene la licenciada en Educación de la Universidad Católica y directora del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia (Mejor Niñez), Gabriela Muñoz. ¿La razón? Desde su conformación en octubre de 2021, el servicio que viene a reemplazar al cuestionado Servicio Nacional de Menores (Sename) ha hecho noticia debido a incendios en sus residencias, denuncias por extensas listas de espera, agresiones y licencias médicas presentadas por funcionarios.

A esto se suma la polémica desatada por la invalidación de licitaciones para los Programas de Reparación de Maltrato (PRM) por parte del Ministerio de Desarrollo Social y Familia en diciembre de 2022 y que ocasionó que cerca de 25 mil niños que requerían tratamiento o diagnóstico urgente quedaran en lista de espera.

En su reciente cuenta pública, Muñoz abordó el complejo asentamiento del servicio que atiende mensualmente a cerca de 125 mil niños, niñas y adolescentes, y confirmó los planes que se buscan aplicar, tales como la apertura de nuevas residencias en el norte y centro-sur del país, ampliar la contratación de personal, aumento de presupuesto, entre otros: “Son las necesidades y expectativas que todo el mundo espera para cambiar un poco la historia en materia de protección especializada”, expresó.

¿Por qué la instalación del servicio ha presentado tantas dificultades en su instalación?

Lamentablemente, cuando partió el servicio no estaban todas las condiciones necesarias para poder brindar el cambio que se esperaba respecto de la protección especializada. Por ejemplo, la dotación del personal a nivel nacional estaba al 60% y había regiones que incluso estaban con el 20%. Eso afectaba cualquier desarrollo de procesos que uno quería implementar. Y así una serie de situaciones en el fondo que no se pudieron concretar previo al 1 de octubre.

¿Y cómo enfrentaron ese escenario?

Primero tenía que ver con resguardar la continuidad operacional y el desarrollo de todos los procesos necesarios para dar continuidad a la atención de los niños, niñas y adolescentes a nivel país. Por tanto, había que agilizar todo el tema de las contrataciones, ciertos procesos críticos de pago, de supervisión, elementos necesarios para resguardar que los niños estaban siendo atendidos. Por eso, el 2022 fue el año de sentar bases de instalación y generar cambios profundos a partir del año 2023.

¿Cuáles son esos cambios que se espera concretar durante este año?

La presentación de un presupuesto que nos permita financiar los programas claves y mejoras, como por ejemplo, el abordaje de la lista de espera que viene hace mucho tiempo. Es algo que vamos a estar desarollando estos años en el levantamiento de procesos, diseños que requieren mayor profundización, pero ya tuvimos un primer año donde podemos hablar de que tenemos un porcentaje alto de contrataciones ya realizadas que nos permitirán sobrellevar bien este año.

Mejor Niñez ha estado marcado por críticas de violencia entre menores, sobrepoblación y falta de centros de intervención. ¿Se ha buscado solución para aquello?

Nosotros hemos estado desarrollando varias acciones. Reconocemos que hay un sistema que debe ser cambiado. Ese es uno de los desafíos. Pero es imposible pensar que esas soluciones que son tan profundas y que requieren respuestas estructurales van a estar en un año o dos. Estamos en una fase de transición del cambio de modalidad e instalación. Para eso desarrollamos una planificación estratégica que se basa en la transformación de la oferta programática y eso significa dar respuesta en concreto a lo que me estás señalando.

¿Cómo se ha desarrollado esa planificación estratégica?

Hemos ido cerrando proyectos que heredamos del Sename y vamos a ir generando nuevas modalidades de atención, con más estándares y mejores recursos que vamos a ir situando planificadamente en las regiones de acuerdo a la demanda. Porque lo que pasaba con el Sename es que se licitaban los proyectos y siempre los organismos colaboradores se repetían los territorios en los que estaban. Con eso buscamos responder a la sobrepoblación que existe en algunas regiones del país, mayoritariamente en las regiones del norte.

¿Cuántos niños se encuentran el lista de espera hoy?

Hablamos de 28 mil niños a nivel nacional. Pero estos no son los mismos niños día a día, porque al sistema ingresan y egresan diariamente menores. Es una lista de espera móvil. Mensualmente ingresan al servicio 12 mil niños y egresan 11 mil, entonces nos van quedando mil niños en el sistema aproximadamente. Y eso es importante, porque más del 50% espera dos meses para la atención, entonces no hablamos de una lista de espera como tal. El año pasado aumentamos 3.400 plazas y eso lo hicimos aumentando convenios vigentes, familias de acogida nuevas. Y ahora tenemos cuatro mil nuevas plazas y el próximo año buscamos llegar a lo menos a 20 mil plazas más para derivar correctamente a los niños que presenten una vulneración grave.

En 2022 el servicio se vio golpeado por la anulación de licitaciones para diagnósticos de niños vulnerados a nivel nacional, lo que provocó que más de 25 mil menores que requerían de esta medida quedaran en lista de espera. ¿Se ha logrado solucionar ese problema?

Nosotros en la invalidación que generamos a propósito del concurso, lo primero que hicimos fue resguardar esa continuidad operacional buscando todos los caminos posibles y eso se desarrolló en un 100%. Pero a propósito de las fallas que reconocimos que se vivió en ese concurso era necesario generar una invalidación que finalmente fue una invalidación parcial. Por tanto, nosotros ya en el mes de mayo pudimos aperturar una oferta programática que no fue invalidada y ahora ya en el mes de junio estamos desarrollando toda la adjudicación de proyectos y firmando los convenios para poder operar a más tardar el 1 de julio.

¿Entonces no hubo aumento en la lista de espera?

Eso no pasó por el proceso de invalidación. La lista de espera no aumenta a propósito de aquello. La lista de espera, que es lo que hemos desarrollado con el Poder Judicial, es un trabajo muy exhaustivo de mirar las derivaciones RUT por RUT. Nosotros heredamos un sistema que no estaba interconectado con el sistema del Poder Judicial. Entonces, cuando heredamos del Sename 14 mil plazas y ahora son 28 mil, no quiere decir que aumentó la lista de espera, sino que nosotros hemos ido sincerando la cifra a propósito del proceso de despeje de datos e interconexión del Poder Judicial.

Los niños que no lograron ingresar al diagnóstico, ¿adónde van mientras tanto?

Las situaciones más graves de niños requieren de cuidado alternativo que son las familias de acogida o residencias. Las situaciones más graves ingresan a la residencia. Nosotros por reglamento tenemos una hora para responder dónde se va el niño. Cuando hablamos de lista de espera hablamos de niños que están bajo el cuidado de sus familias, pero nosotros queremos eliminar esa lista de espera para llegar con mayor oportunidad a que ese niño y su familia puedan tener un soporte de los equipos con mayor prontitud.

¿Los niños realmente están recibiendo protección del Estado?

Nos falta mucho, y lo reconozco, por eso hablamos de las cuatro medidas con los nuevos diseños, con el abordaje de la lista de espera, conformación de los equipos y con la articulación debida con el intersector vamos a brindar cada vez una respuesta más especializada. Pero creo que ya estamos implementando cambios profundos. Ya tenemos un abordaje en la lista de espera a partir de este año, ya tenemos innovaciones en programas de restitución de derechos de familia para niños que vayan desinternándose y situándolos en familias de acogida, y esas son buenas noticias que están pasando hoy y que nosotros hemos fallado en comunicarlas a tiempo.

Esta semana el Instituto Nacional de Derechos Humanos publicó un informe donde se evidenció sobrepoblación, carencia de espacios y deterioro de infraestructura en residencias de Mejor Niñez...

Nosotros tenemos que enfrentar una crisis histórica en materia de residencias de protección. Nosotros hemos estado todo este tiempo trabajando con cada una de las residencias del país a propósito de la asistencia técnica, supervisión y fiscalización. Y lo que enfrentamos es en algunas regiones cierta complejidad mayor que tiene que ver, en las zonas del norte, con falta de oferta versus la demanda a propósito de los niños que vienen no acompañados de otros países y que está siendo un fenómeno que demanda más espacios residenciales.

¿Cómo se está enfrentando esa situación?

Estamos haciendo un trabajo articulado con gobiernos regionales, con empresas privadas para aperturar residencias de manera conjunta en algunos territorios. Tenemos proyectado abrir cinco residencias en el segundo semestre, si queda aprobado el presupuesto, para Iquique, Antofagasta y Atacama, que son regiones donde hoy la demanda es superior a la oferta. Tenemos proyectos de emergencia que consisten en 1.200 UF, al que cada organismo colaborador puede acceder para mejoramiento de vivienda. Solo el año pasado se activaron $ 400 millones y hoy ya contamos con cerca de $1.500 millones activados para mejoramiento. Pero, además, como hay residencias con cambios estructurales más profundos que hacer, estamos trabajando con los gobiernos regionales a través de la presentación de proyectos para financiar cambios. La idea es avanzar en que las condiciones de vida se ajusten a los estándares que tenemos definidos y que vayan progresivamente aumentando, y por eso tenemos bien identificadas las residencias que requieren mejoras.

El Presidente Gabriel Boric en su cuenta pública hizo importantes anuncios en materia de protección de niños, niñas y adolescentes. Como servicio, ¿creen que eso es suficiente?

Creo que lo que hizo el Presidente fue tomar medidas que involucran a todos los niños, niñas y adolescentes del país. Por eso hablaba de los planes integrales en el marco de la Ley de Garantías, y el foco que puso el Presidente ahí fue resguardar que la prevención y promoción de derechos sea articulada intersectorialmente de la mejor manera para este país. Y lo pone en la lógica de evitar que los niños se vean afectados, vulnerados y los derechos sean garantizados para todos. Porque ese es el foco que se requiere para evitar que los niños requieran del servicio de protección especializado. Porque nosotros actuamos cuando los niños ya han sido vulnerados.

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