Lo Hermida: un cuartel bajo ataque
Desde el inicio de la crisis social hasta el día 31 de enero de este año se han registrado 45 ataques a la 43° Subcomisaría de Peñalolén, ubicada en el corazón de Lo Hermida.

Se acercan las 22.00 y los vecinos de la población Lo Hermida comienzan a cerrar sus ventanas y proteger a sus hijos. Una noche más para ellos significa una noche más de enfrentamientos, que tiene como epicentro la 43° Subcomisaría de Peñalolén. Desde que comenzó la crisis social en octubre pasado, este lugar -ubicado en la intersección de Av. Los Presidentes con calle Caracas- se ha convertido en uno de los focos críticos de violencia en la zona oriente de Santiago y los vecinos ya comienzan a sentirse agobiados con esta situación.
Durante la noche de este domingo se sumó un nuevo ataque al recinto policial. Según informaron desde Carabineros, un grupo de entre 15 y 20 personas protagonizó manifestaciones fuera del recinto. Tal como explican en la policía uniformada, lo que se quiere lograr es quemar las instalaciones.
Este incidente forma parte de los 128 ataques a subcomisarías que se han registrado a nivel nacional, desde el 19 de octubre a la fecha. Por su parte, las comisarías suman 212 incidentes en el mismo periodo. "Los ataques que hemos recibido son de piedras, palos, botellas con pintura y disparos, tanto de perdigones como de munición de 9 milímetros, con pistolas direccionadas a personal de Carabineros y a las instalaciones", relata el mayor de Carabineros y comisario de Peñalolén, Cristián Bichett.
Los enfrentamientos, que no han dado tregua desde hace cuatro meses, tienen como resultado 25 carabineros lesionados, donde uno de ellos sufrió un estallido ocular, perdiendo la visión. El inicio de esta situación, a juicio de Bichett, se debe a las intenciones de un grupo de personas de tomarse el sector de la Viña Cousiño, al sur de la subcomisaría. Para Bichett, estos ataques "se han hecho recurrentes sin motivo o causa alguna. Las personas lo toman hasta como una rutina o una entretención, pienso yo".
La vida en Lo Hermida
Una vecina del sector, quien vive hace tres años en las cercanías de la comisaría y tiene a su cuidado a sus seis hijos, relata que estos últimos meses han sido "terribles". "Mis hijas juegan en el día a que unas son carabineros y otras son manifestantes, y lo hacen porque es lo que ven y escuchan todo el día acá", relata.
Añade que "es complejo lo que estamos viviendo, porque todos los días es lo mismo. Incluso, tuve que cambiar mi ventana, porque se me quebró producto de una bomba (...). Aquí son las tres de la mañana y parece de día, ya que todos los vecinos andan en la calle viendo lo que pasa".
La población Lo Hermida incluso fue visitada la última semana de enero por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), debido a las acusaciones por parte de los vecinos del sector respecto del uso excesivo de fuerza policial, además de los elementos disuasivos ocupados por Carabineros.
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A nivel nacional se han registrado 128 ataques a subcomisarías. Foto: Valentina Mora[/caption]
Al respecto, el mayor Bichett explica que "cuando el personal se ve sobrepasado, debe actuar y, por lo tanto, comienzan a dispersar a través de los protocolos que existen. Se utiliza agua lluvia y disuasivos químicos, además de solicitar colaboración a carabineros de Fuerzas Especiales". "Jamás vamos a lanzar disuasivos químicos si la situación no lo amerita", agrega Bichett.
A una cuadra de la subcomisaría vive la madre de una niña de seis años. Ha sido vecina del sector toda su vida y su familia completa vive allí. Para ella, salir del lugar no es una opción, pero el convivir a diario con estas situaciones no ha sido fácil.
"Yo ya no puedo salir con mi hija a la plaza. El estar tranquila acá es imposible si sientes las bombas lacrimógenas o ves las fogatas en medio de la calle", indica la mujer. "Hay que reconocer que los chicos comienzan la violencia y ellos (los carabineros) les responden", agrega. Además, asegura que antes de octubre del año pasado estas situaciones prácticamente no se registraban.
El mayor Bichett lamenta tener que llegar a instancias de disuasión que puedan afectar la calidad de vida de las personas que viven en el lugar: "Acá hay mucha gente a la que le afecta esta situación. Vecinos que quieren vivir tranquilamente y que, lamentablemente, sufren los colaterales del accionar nuestro".
Otra mirada de esta situación es la que se entrega desde el Programa de Intervención Especializada (PIE) 24 Horas Lo Hermida, donde se atiende a menores de 18 años que viven vulneraciones de derechos. "Hay nula dispersión por parte de la policía, lo que hacen ellos, principalmente, es responder con fuerza desmedida, por lo tanto, ahí se da un contexto de enfrentamientos constantes", asegura Macarena Palacios, trabajadora social del programa.
A juicio de Palacios, estos enfrentamientos se producen "debido a la rabia, el enojo y la impotencia que les causa esta desmedida represión".
Pero el sacar la subcomisaría no es una opción. "A nivel institucional, la gente quería que se instalara y ha generado bastantes cambios. Muchos de los vecinos no quieren que salga del lugar porque hay mayor presencia de carabineros y disminuyen los tiempos de respuesta", señala el mayor Bichett. Y así lo confirma una vecina del sector, quien asegura que desde su instalación en el año 2009 el sector se ha tranquilizado. "Para mí, si se van de acá habría menor seguridad en mi población y mi hija correría mayores riesgos", indica.
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