Las firmas multadas por la seremi de Salud son diversas: una armería, una librería y una ferretería, entre otras. La oferta es amplia y los descargos también, según cuentan a La Tercera.

Uno es el caso de Fabio Costa, socio de Hercos Ltda. y presidente de la asociación de Librerías de Chile.

Dice que la multa será “una sentencia de muerte” y que en su rol de dirigente conversó con los ministerios de Cultura y de Economía para regular el funcionamiento de las librerías. “El 4 de junio nos enviaron un oficio que decía que podíamos operar a puertas cerradas”. Por ello, analizará la sanción y, eventualmente, apelará para evitar el pago de la multa notificada el 21 de junio.

Algo distinto vive Luis Molina quien, junto a sus hijos, tiene un pequeño negocio de hojalatería en Puente Alto y que fue multado por tener la cortina semi abierta, dice: “Apenas puedo pagar el arriendo y voy a poder pagar la multa de 50 UTM. Yo cerré antes de que la cuarentena fuera obligatoria, ni siquiera tramité el salvoconducto y eso que mi local podría ayudar mucho ahora que viene el invierno, pues nosotros arreglamos canaletas y techos”.

Ubicada en calle Zenteno, la Armería Mangiola Spa cerró al público el 23 de marzo. Pero, aseguran desde la empresa, una falla de seguridad los obligó a apersonarse en el local. “Fallaron las cámaras. Intentamos repararlas, llegando a las 8.00 del sábado y llegó la Seremi, que me cursó una multa por no usar mascarilla dentro del local”, asegura uno de sus socios, quien dice que apelará a la medida, ya que el armamento que mantiene le impide no contar con un sistema de seguridad activo.