La Corte de Apelaciones de Santiago acogió el recurso de protección presentado en contra de la Clínica Dávila por las llamadas y envío de mensajes para cobrar extrajudicialmente una deuda.

En fallo unánime, la Octava Sala del tribunal de alzada, estableció el actuar arbitrario de la clínica.

La resolución indica que el "respeto" a la vida privada implica la obligación de terceras personas de no interferir en el ámbito del valor y la conducta que protege el ordenamiento jurídico a través de las garantías constitucionales. "La privacidad integra los derechos personalísimos o del patrimonio moral de cada individuo, los cuales emanan de la dignidad personal y son, por su cualidad de íntimos de cada sujeto, los más cercanos o próximos a esta característica, única y distintiva, del ser humano. Por tal razón, ellos merecen reconocimiento y protección excepcionalmente categóricos tanto por la ley como por los actos de autoridad y las conductas de particulares o las estipulaciones celebradas entre estos".

Además indica que "con posterioridad al inicio del juicio ejecutivo incoado para el cobro de la deuda, al margen de este, la recurrida, con el mismo fin, ha acudido a vías de hecho, tales como llamados telefónicos y mensajes de texto, para obtener del recurrente el pago, conducta que, como se ha demostrado, se ha llevado a cabo de manera persistente, lo que excede lo tolerable si se considera que la cobranza ya se ha judicializado, entorpeciendo con ello el normal desenvolvimiento del recurrente, tanto en la esfera de su intimidad como de su integridad psíquica, sobre la base de una acción no permitida que constituye un innecesario hostigamiento que invade su privacidad".

Por tanto, concluye que "se acoge, con costas, el recurso de protección deducido por (...) contra Clínica Dávila y Servicios Médicos S.A., por lo que la recurrida deberá abstenerse de efectuar llamadas y enviar mensajes para el cobro extrajudicial de la deuda que persigue".