Como una "interpretación incorrecta" calificó el ministro de Educación, Harald Beyer, la modificación del decreto 315 sobre la cantidad de educadoras y menores por parvularia que tendrán los jardines infantiles.

"Ese decreto lo que hace es ajustar los coeficientes técnicos que se llaman, que es el número de niños que están con educadoras de párvulo. En algunos casos, hay una pequeña disminución, en otras, un pequeño aumento, por lo tanto se flexibilizan algunas exigencias, en otras se aumentan y lo que busca es reconocer un poco la realidad de los jardines infantiles", explicó el titular de la cartera.

CALIDAD VERSUS COBERTURA

Sin embargo, desde Educación 2020, la socióloga de área de política educativa, Ximena Cosso, aseguró que "la flexibilidad no significa calidad". Cosso sostuvo que la alerta a discutir es si dicha flexibilidad garantiza el bienestar de los menores.

Ante esto, Beyer declaró que "aquí no estamos renunciando al bienestar de los niños, todo lo contrario, los resguarda muy bien. Lo que se hace es flexibilizar algunas disposiciones para que los jardines realmente puedan satisfacer la cobertura. Hay mucha demanda por cobertura y nosotros tenemos que preocuparnos de que esa cobertura se logre y eso creo que esta flexibilización del decreto lo cumple satisfactoriamente".

Cosso, por su parte, agregó que si bien sabían que la modificación decía relación con la cobertura, afirmó que la medida vendría a satisfacer la exigencia, pero no es la solución porque hay un perjuicio -sin duda- a la calidad.

"En el nivel medio menor van a ver marginalmente más niños por parvularia y en el nivel medio mayor, van a ver marginalmente más parvularias por niño. Pero son cambios muy en el margen que lo que buscan es recoger la mejor experiencia de forma tal de tener el mejor jardín infantil posible, pero a costos que también sean razonables para toda la comunidad y el Estado", agregó Beyer.

AUSENCIA DE DIRECTOR Y CERTIFICACIÓN DE SALUD

En tanto, Cosso manifestó su preocupación por otras áreas que se modifican en el reglamento, como la figura del director y manipuladoras de alimentos.

"La figura del director en un jardín infantil independiente, que no dependa del colegio, no será necesaria, ya que suplirá su cargo una educadora. Esto es perjudicial, ya que el tiempo que una educadora debería destinar para estar frente a la sala de clases, ahora deberá compartirlo con las gestiones de un director", sostuvo Cosso. Asimismo, comentó que no exigirá a las manipuladoras de alimento tener un certificado de salud.