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Bruce Dickinson: "Prefiero ser un Iron Maiden a ser Madonna"

Una de las más legendarias voces del heavy metal habla con La Tercera del nuevo disco del grupo y de cómo se enfureció cuando supo de su cáncer a la lengua.

Bruce Dickinson (57) es consciente que, a sus casi seis décadas de vida, consolidado como el rostro principal de una de las bandas más representativas en la historia del heavy metal y en una figura multifacética capaz de pilotar aviones, escribir novelas, practicar esgrima y rentabilizar la marca de su grupo hasta en una línea de cervezas, aún queda vida para una primera vez: en el nuevo disco de Iron Maiden, se atrevió a tocar piano y volvió a sentirse como un músico en pleno despegue.

“Pero toco como la mierda. Ni siquiera podría dedicarme a eso para ganarme la vida. No había nadie más para hacerlo, entonces tuve que asumir la responsabilidad en la grabación”, completa el cantante, al teléfono con La Tercera desde Londres, y en torno a Empire of the clouds, la pieza que cierra The book of souls, el álbum que el sexteto acaba de lanzar este viernes 4.

La misma obra que precisamente reporta otras marcas de principiantes. Por ejemplo -y a contramano de la actual era del single y el EP- se trata de un álbum doble convertido en el más extenso en la historia de los británicos, con canciones que en promedio superan los cinco minutos, como la propia Empire of the clouds, de 18 épicos minutos, la más larga que registre su trayectoria.

Por lo demás, es la primera vez desde el brillante Powerslave (1984) que Dickinson toma las riendas de la composición y escribe dos temas en solitario. Como para balancear esa elocuencia, el primer single fue Speed of light, mucho más concisa, con una combustión de guitarras y baterías veloces que remiten al Maiden más habitual, y con un video donde Eddie, la mascota, viaja por la historia de los videojuegos.

“Speed of light es un buen tipo de canción de rock clásico y es probablemente la única en el álbum que es así. De esa manera, pensamos callar a algunos de los fans que todavía se quejan y piensan que debemos escribir discos como si fuera el año 1983. Entonces, ok: ¡aquí les va una que es como de 1983! Es la única en todo el disco, así que aprovéchenla mientras puedan (se ríe). Pero no es un buen ejemplo de cómo será el resto del disco”, describe.

En estos tiempos, ¿es un riesgo lanzar un álbum de 92 minutos? 

Bueno, no es algo que hayamos decidido, simplemente salió así. No lo planificamos, sólo pusimos manos a la obra y nos dimos cuenta que teníamos muchas ideas. Entramos a grabar con unas cuantas, quizás cerca de tres, pero luego, en el estudio, empezamos a armar el resto y fueron saliendo solas. No teníamos mucha idea de la duración del disco en un principio.

¿Es una manera también de demostrarse lo prolíficos que aún pueden ser?

No lo veo tan así, porque todos nuestros discos los hemos hecho de igual manera: asumiéndolos como si fueran tocados en vivo, con la cantidad de canciones que en esos momentos consideramos pertinentes. Por lo demás, este álbum fue mucho más relajado que otros.

¿Por qué?

No hubo necesidad de preocuparse o de aprender absolutamente todo antes de grabarlo. Fue un proceso muy espontáneo. Por mi lado, no tuve que aprenderme de modo tan detallado las partes vocales, porque ya tenía una idea de cómo las iba  a hacer. Sentí que no tenía sentido que yo asumiera de memoria cómo debo cantar algunos temas si luego,  en el estudio, todo cambia y hay que grabarlo de otra manera.

¿En ese relajo se explica que usted haya vuelto a componer temas en solitario?

Salió así no más. If eternity should fail lo escribí para un álbum solista, pero lo escuchó (el bajista y compositor principal) Steve Harris y dijo que sería fantástico usarlo para este disco. Lo acepté de inmediato y de hecho, por flojera, pensé: “¡Genial, tengo una canción, ya no tendré que trabajar tanto para el disco!” (se ríe). Y Empire of the clouds resultó ser una labor muy pesada, porque mientras todos los otros integrantes hacían lo suyo, yo le dedicaba trabajo exclusivamente a esta composición.

¿Por qué el video del primer single está dedicado a los videojuegos?

La idea era resumir 40 años de videojuegos en un solo clip. Además, todos en el grupo somos chicos, viejos y debiluchos, somos muy feos para aparecer hoy en videos, asustaríamos a los niños. Es mucho mejor poner a Eddie, porque él es eterno, puede hacer todas las cosas increíbles que la gente quiere ver: despedazar al diablo, matar a los enemigos, etc.

El video, ¿va en sincronía con el nuevo público de Maiden? En sus shows se ven cada vez más familias y niños. 

Es así en todo el mundo. Uno no espera que toda la gente que va a nuestros conciertos tenga la misma edad que yo, o sino nos tendríamos que llenar de ambulancias, de médicos esperando afuera, por si en una de esas a ese público le da un ataque cardíaco. Hoy van a nuestros recitales fanáticos muy jóvenes y es genial cuando canto y no veo frente al escenario a un montón de tipos feos como yo, sino que a chicos pequeños y de aspecto cool.

¿Por qué ellos valoran a Iron Maiden más que otras bandas actuales?

Debe ser porque aún somos auténticos, originales y nunca hemos traicionado nuestros valores.

¿Cree que con los años usted ha sepultado la caricatura del metalero? Usted escribe libros, promueve el deporte…

No me importa eso, de verdad, porque no hago esas cosas para impresionar o para romper clichés. Lo hago porque lo disfruto y me gusta ser exitoso en cada una de las actividades que emprendo. Si la gente quiere decir que no pertenezco a cierta categoría de artista, francamente no me importa.

La llegada de su banda es tan transversal que hasta Lady Gaga dijo que quería ser “la próxima Iron Maiden” y usó una polera de ustedes.

Claro, ella dijo que preferiría ser Iron Maiden que Madonna. Yo también prefiero ser un Iron Maiden a ser Madonna. Básicamente, porque Gaga puede cantar de verdad, porque la he escuchado cantar de verdad. Tiene una excelente voz. Y tengo dudas qué tan buena es la voz de Madonna, quizás ha tomado algunas clases, pero me gusta mucho más que alguien como Lady Gaga se presente a unos premios vestida como sándwich de tocino. ¡Eso es genial! Y con respecto a la polera, yo le puedo comprar una nueva. Sé que ella prefiere tener integridad en vez de ser sólo otra estrella de pop.

¿Cree que hoy el pop marca mucho más pauta que el rock?

Ese es el problema cuando los medios no pueden entender lo que pasa. Todo el mundo dice que el rock está muerto, porque no pueden ver más allá, porque no conocen lo que se está haciendo. Hoy los chicos corren a comprar guitarras y baterías, quieren formar sus grupos. Todo el resto es mierda de los medios, siempre hablan estupideces: hace 15 años vienen decretando el renacimiento de Iron Maiden, como si nos hubiésemos muerto. Acabamos de sacar un álbum, acabo de superar un cáncer y los chicos que nos ven vienen por sus propias ganas, sin oír a los medios.

La redención

Puede que no exista renacimiento a nivel discográfico, pero sí en el mundo privado del vocalista. En mayo, la propia agrupación reveló que Dickinson había sufrido un cáncer de lengua detectado a principios de año. Aunque ya está superado, la información despertó los nervios de sus fans en todo el planeta, conscientes que la dolencia atacaba un órgano esencial.

¿Cómo este diagnóstico cambió su vida?

Me enfermé y eso ya es un cambio. Ahora me siento mucho mejor y estoy esperando sanarme. Pero en el momento en que me lo dijeron, me enfurecí, porque tuvimos que retrasar una gira mundial, la salida del álbum y todo el mundo en la banda ha tenido que retrasar todos los planes hasta que yo mejore. Me enojó mucho, porque soy muy impaciente.

¿Cómo va su recuperación?

Muy bien, aunque tengo que hacer la cosa que más odio: esperar. Eso no me gusta.

¿Temió en algún momento a la posibilidad de tomar un receso o incluso tener que retirarse? 

Bueno, ya llevo casi un año en descanso y sin gran actividad, no tengo mayor opción. Mi doctor me ha dicho: “No intentes cantar en vivo antes de diciembre. Sólo relájate y espera que todo se cure”. Todo está sanándose por dentro, pero va a demorar. Muero por volver a girar, así que todo va a estar bien.

De hecho, a fines de agosto se anunció que la Doncella de Hierro volvería a la carretera con un tour mundial que parte en febrero en EE.UU. y que en marzo recalará en Chile, recital que se oficializará en los próximos días y que baraja como destino el Estadio Nacional.

Bajo esa promesa, Dickinson levanta la voz y remata: “Por supuesto que me va a encantar volver a Santiago, siempre es uno de los primeros lugares de mi lista. Me gusta el ambiente, la energía de los fans. Hemos ido muchas veces, hay gente que todavía se acuerda cuando nos impidieron entrar, todo ese enredo con la Iglesia, pero realmente ahora nos sentimos victoriosos de poder entrar a Chile sin problemas. Que nos vean padres y chicos. Ese triunfo es innegable”.

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