Los manifestantes antigubernamentales de Tailandia secuestraron hoy en Bangkok a un general y un coronel de la Policía después de un asalto de los agentes al hotel donde estaban los cabecillas de los "camisas rojas", dos de los cuales se mantienen cercados por las fuerzas de seguridad.

Un portavoz policial confirmó que los activistas tomaron como rehenes a los oficiales para garantizar la seguridad de los líderes de las protestas, al menos uno de los cuales logró escapar del cerco de las fuerzas de seguridad.

Sobre Arisman Pongruangrong, Phayup Panket y Suporn Atthawong pesaban sendas órdenes de arresto por la ocupación ilegal del centro comercial de la capital y por los violentos disturbios que causaron 24 muertos y más de 800 heridos, el pasado sábado.

Pongruengrong escapó tras descolgarse con una cuerda por un balcón y se escabulló entre un millar de manifestantes concentrados cerca del edificio.

El viceprimer ministro, Suthep Thaugsuban, afirmó en un mensaje televisado que las fuerzas de seguridad habían cercado el hotel SC Park para detener a los cabecillas de los "camisas rojas", seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra.

Thaugsuban agregó que los agentes también tienen órdenes de detener a "pistoleros", a los que denominó "terroristas", que según las autoridades, dispararon contra las tropas desplegadas para dispersar las protestas del pasado fin de semana.

Cerca de un popular barrio turístico de Bangkok, murieron 24 personas, incluidos cinco soldados, 18 manifestantes y un camarógrafo japonés, y más de 850 resultaron heridas.

Las protestas se calmaron durante los tres últimos días con motivo de la celebración del Año Nuevo tailandés.

El Ejército aprovechó las festividades para retirar los vehículos militares abandonados en las calles y destrozados por los manifestantes desde el pasado fin de semana.

Los "camisas rojas", que iniciaron las protestas hace más de un mes, anunciaron que incrementarán las protestas para exigir la disolución del Parlamento y elecciones anticipadas.

Miles de manifestantes continúan acampados delante de los escaparates de las tiendas de lujo y los restaurantes del distrito comercial de Bangkok, cerrados desde hace casi dos semanas por las protestas.

Consideran ilegítimo el Gobierno del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, por haber sido elegido mediante pactos parlamentarios con diputados tránsfugas y no en las urnas.

Los manifestantes, procedentes principalmente del medio rural en el norte y noreste del país, idolatran a Shinawatra, depuesto en 2006 mediante un golpe de Estado y actualmente en el exilio.