Las relaciones entre Colombia y Venezuela atraviesan uno de sus peores momentos luego que la ex fiscal venezolana, Luisa Ortega, optara por Bogotá tras dejar su país, huyendo de lo que calificó como una "persecución política" por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Este tema se ha transformado en todo un desafío para la canciller colombiana, María Angela Holguín, que lidera la diplomacia del gobierno de Juan Manuel Santos desde 2010. En entrevista por escrito con La Tercera, la ministra de Relaciones Exteriores comentó la postura de Bogotá respecto de Caracas y también se pronunció sobre la carrera electoral que estará marcada por la desmovilización de las FARC y su entrada a la política.

En una entrevista con La Tercera, el ex Presidente Alvaro Uribe denunció que la situación económica empeoró en Colombia durante el gobierno de Santos ¿Cómo ve esa situación?

La economía colombiana ha enfrentado una coyuntura mundial difícil, pero nos hemos sabido ajustar protegiendo la inversión social y la inversión en infraestructura. La inversión extranjera, el turismo y la agricultura son sectores muy dinámicos. La prueba ácida de la confianza en una economía está en la evaluación de las calificadoras de riesgo internacionales. Colombia recuperó y mantiene su calificación y el grado de inversión. Todo esto nos ha llevado a crecer más rápido que el promedio de las economías más importantes de la región. Esto ha permitido reducir la pobreza, aumentar la formalidad laboral y avanzar en proyectos educativos, de vivienda y agricultura, por mencionar solo algunos. No cabe duda de que Colombia es un mejor país que hace ocho años.

¿El acuerdo de paz será una de las temáticas centrales de las próximas elecciones?

La paz es irreversible. Hemos dado pasos contundentes en ese sentido. Las FARC se desmovilizaron, entregaron sus armas a Naciones Unidas y hoy inician su tránsito a la legalidad. El futuro de Colombia pasa por cómo aprovechar mejor esta oportunidad histórica y construir paz. Temas como la educación, la infraestructura o la reducción de la pobreza, en los que hemos tenido grandes avances, no pueden perder el impulso.

Este fin de semana las Farc iniciaron su camino para convertirse en partido político. ¿Cree que puedan lograr la confianza de la ciudadanía antes de su llegada al Congreso?

Acabamos con un conflicto de más de 50 años que le hizo mucho daño al país. Uno de los grandes pasos fue la dejación de armas, el fin de las FARC como grupo armado, y su próxima reincorporación a la vida política, económica y social. Serán los ciudadanos quienes califiquen ese nuevo partido político.

¿Qué temas aún están pendientes respecto de la implementación de los acuerdos?

Luego de la firma de la paz, el Presidente Santos pidió enfocar todos los esfuerzos en la consolidación e implementación de los acuerdos. Con la entrega de las armas, se cierra un capítulo muy importante. Los colombianos tenemos ahora el desafío colectivo de construir paz y reconciliación. Pasamos a una etapa de construcción de paz, con inversión en las regiones más afectadas por el conflicto, generación de oportunidades para los colombianos y seguridad para todos. Estamos concentrados en estas tareas para que los ciudadanos se beneficien en corto plazo de la paz.

Uribe también denunció que las hectáreas de droga habían aumentado en los últimos años ¿A qué se debe ese aumento?

Aunque los cultivos han aumentado no hemos bajado la guardia en la lucha contra el narcotráfico. El año pasado alcanzamos un registro histórico en incautaciones de coca y le hemos asestado duros golpes a las bandas criminales que controlan el negocio. El aumento de los cultivos no obedece a una sola causa. Lo cierto es que llevamos varias décadas aplicando la misma estrategia de erradicación y los cultivos siguen siendo un problema.

¿Cómo describiría el estado de las relaciones entre Venezuela y Colombia después de que el Presidente Santos le ofreciera asilo a la fiscal Luisa Ortega?

El Presidente Santos ha sido claro en su visión actual de Venezuela. Para Colombia la ruptura del orden democrático es una cuestión muy grave. Queremos que los venezolanos encuentren soluciones negociadas y pacíficas. Los problemas sociales y económicos, aparte de los políticos, requieren, de manera urgente, respuestas que alivien las penurias del pueblo venezolano.

¿Qué posición tomará el mandatario colombiano frente a Maduro?

Colombia y Venezuela son dos países vecinos con una frontera viva y dinámica. En los últimos tiempos hemos enfrentado una mayor migración venezolana para comprar víveres de la canasta básica y medicinas, o para conseguir trabajo y así poder subsistir. Somos testigos de la situación humanitaria precaria del pueblo venezolano. Para dar una respuesta a una realidad creciente en temas humanitarios y migratorios hemos tomado varias medidas para facilitar el ingreso de los venezolanos a nuestro país. Este es un gran reto cuando tenemos, en promedio, un flujo diario de 25 mil personas en la frontera entre los dos países.