Para algunos futbolistas, llevar en la espalda el apellido de sus progenitores es sinónimo de comparación; más aún cuando, en el pasado, el padre del jugador fue una estrella. Cruyff, Pelé, Forlán...son varios los casos en la historia del balonpié; algunos, con mejor descenlace que otros.

Jordi Cruyff nació en Ámsterdam el 9 de febrero de 1974. Es hijo del legendario Johan Cruyff, ex jugador del Barcelona en la década de los '70 y nombrado tres veces mejor jugador de Europa (1971, 1973 y 1974). Sin embargo, la carrera de Cruyff hijo estuvo lejos de igualar a la de su progenitor. Debutó en el club catalán mientras su padre era entrenador del mismo y, a pesar de contar con una primera temporada de adaptación en donde demostró ser un delantero escurridizo, las especulaciones de que jugaba por ser "hijo de" terminaron por finiquitar su salida del Barcelona. Después de su paso por el Manchester United, su carrera entró en una espiral descendente. Se retiró el 2010 jugando para el Valleta de Malta.

El hijo de Pelé, Edinho, es otra víctima de los apellidos. Tratando de establecer un diferencial con su padre, jugó en la década de los '90 como arquero del Santos (mismo club donde Pelé es ídolo). Sin embargo, a Edinho se le conoce más por su historial penitenciario que por sus destrezas en la cancha. En el 2014 fue sentenciado a 33 años de cárcel, por lavado de dinero asociado al narcotráfico.

No todos los casos son negativos. También existen aquellos en que los jugadores han superado las carreras de sus padres. Diego Forlán, delantero de la selección uruguaya e hijo de Pablo Forlán (lateral derecho de Peñarol, Santos de Brasil y Cruzeiro), es un ejemplo. A pesar de que ambos conquistaron la Copa América con su selección (1967 y 2011 respectivamente), los logros deportivos del actual atacante de Peñarol superan el palmarés de su padre. El charrúa acumula logros en cada parte del mundo en la que ha jugado: campeón de la Premier con el Manchester United; máximo goleador de la liga española con el Villarreal (temporada 2004-2005), y la obtención de la UEFA Europa League con el Atlético de Madrid el 2010, entre otras. Su máxima distinción personal: Balón de Oro del Mundial de Sudáfrica 2010.

La lista es extensa. Al ejemplo de Forlán pueden sumarse, sin reparos, los de Juan Sebastián Verón (hijo de la 'Bruja' Verón, símbolo del club argentino Estudiantes de la Plata en los '60), del actual arquero del Nápoli 'Pepe' Reina (su padre jugó en la misma posición en el Barcelona y Atlético de Madrid), o la figura del A.C Milán, Paolo Maldini (hijo del ex-capitán, Cesare Maldini). Lo cierto, es que sólo algunos lograron superar el estigma del apellido y convertirse en referentes por sí mismos.