Ya había sido curioso cuando anunció en medio de una entrevista de alfombra roja que dejaba la actuación para dedicarse a la música. Pero este fin de semana, Joaquin Phoenix dio más señales de preocupación cuando se dejó ver hinchado, destartalado, con una barba poco cuidada y sijetándose el pelo con un pinche de mujer en un club nocturno de Miami. Dejando en el distante pasado su pulcro look de hace unos meses.

Así, una fuente cercana aseguró que la preocupación por su salud mental y bienestar han estado en aumento tras un aproblemado 2008.

"Para los que conocen a Joaquin, ha sido un año extremadamente traumático, lleno de caos. Todos quieren ayudar, pero nadie ha podido llegarle. Su extraño comportamiento los tiene a todos preocupados. Se está tornando atemorizante", dijo la fuente.

En 2008, Phoenix desertó la promoción de su última película, Two Lovers con Gwyneth Paltrow y ni siquiera apareció en las premieres.

"Gwyneth trató de ayudarlo después de que no apareció en el estreno de la película en Cannes, pero él no le prestó atención", relató un cercano.

Desde que anunció en octubre su retiro del cine, el actor ha demostrado un notorio descuido en su apariencia físca y se ha convertido en un habitué de los clubes nocturnos de Los Angeles, lo que ha preocupado aun más a sus amigos cercanos.

Otra fuente aseguró: "Joaquin ha rechazado todo lo que tiene que ver con su estrellato hollywoodense: los halagos, la atención, las oportunidades artísticas"

Phoenix estuvo en tratamiento por alcoholismo hace tres años. Después de su dada de alta, el actor admitió que comenzó a beber cuando filmó Johnny y June, Pasión y Locura, sobre la vida de Johnny Cash.

El hermano mayor de Joaquin, River que también era actor tuvo una muy pública muerte cuando sufrió una sobredosis de drogas en un bar de Los Angeles. Ese día había salido con la actriz Samantha Mathis, su hermana Summer y Joaquin, quien tenía 19 años en ese momento y fue el encargado de llamar a emergencias.