Cuando Charlie Sheen fue confirmado como el protagonista de la serie Two and a Half Men en 2003, todo parecía calzar. La estrella de Hollywood interpretaría a "Charlie" Harper, un mujeriego que pronto cautivó al público con sus divertidas aventuras amorosas, mientras ofrecía alojamiento a su mojigato hermano Alan (Jon Cryer) y a su sobrino Jake (Angus T. Jones).

En la vida real, Charlie Sheen llevaba una vida similar, llena de lujos y con sus escandalosas relaciones. Fue famoso por sus romances con las actrices porno Jayme Langford y Jana Jordan, relaciones que él mismo hizo públicas cuando envió un comunicado al medio TMZ acusándolas de abusar de sus tarjetas de crédito. Más tarde protagonizó una polémica con la porno star Christina Fulton que llegó a tribunales, cuando se difundió un video sexual robado desde la casa de la actriz.

Sus matrimonios también dieron que hablar. Se casó en tres ocasiones y todas terminaron en polémicas: Kelly Preston recibió un balazo accidental; Denise Richards acusó sus excesos frente a los hijos y Brooke Mueller denunció violencia intrafamiliar.

Otro problemático capítulo de su vida fue su exceso con las drogas y el alcohol. De hecho, su salida de la serie Two and a Half Men estuvo relacionada a eso: la octava temporada fue suspendida por las constantes ausencias del actor. Warner Channel se vio obligado a despedirlo, matar a su personaje y reemplazarlo por el actor Ashton Kutcher, quien llegó como el nuevo dueño de la casa de Charlie Harper.

EL CHICO MALO

Hijo del destacado actor Martin Sheen, Charlie creció en Hollywood. Según el mismo ha relatado, fumó marihuana por primera vez a los 11 y cuatro años más tarde ya había pagado para estar con la primera prostituta. A los 21 había hecho su primera película, Platoon (1986), y a los 23 ya era un adicto a las drogas. A los 25 acudió al primer centro de rehabilitación, aconsejado por Clint Eastwood.

Llegó a pagar más de 23 mil dólares por mujeres en una sola noche, e hizo populares las frases “Tengo sangre de tigre” y "tengo Adn de Adonis”, para explicar sus habilidades con las chicas.

"Ya sea para agasajarme o para masacrarme, por extraño que parezca, esta industria me necesita. Mantengo vivo el interés. Soy el que dice las verdades. El que marcha a un ritmo diferente en medio de toda esta mierda", dijo entrevistado por el medio El País en 2013, cuando estrenaba la segunda temporada de Anger Management, la serie que encabezó tras su despido de Two and a Half Men. Pero había algo de lo que se arrepentía. "La adicción es una forma de cáncer", dijo hace dos años, manteniéndose alejado de las drogas.

CAMBIO Y PROBLEMAS

El actor escogió el programa Today (NBC) para confirmar uno de los rumores que lo rodeó por varios años: ser portador del VIH. Dagnosticado hace cuatro años, accedió a hablar por primera vez sobre su enfermedad para acabar con esos trascendidos, y además, para terminar con el chantaje económico que había sufrido para mantener en reserva su condición.

Sheen usó la pantalla además para aclarar que, desde que se enteró del VIH, ha tomado los resguardos del caso. "Siempre use preservativos y fui honesto acerca de mi estado con mis parejas", dijo en esa entrevista, agregando que hasta sus ex esposas saben de esto.

Sin embargo, dicha declaración hacía referencia a un hecho que ya cobra fuerza: ocultar esta enfermedad a una pareja puede llegar a tribunales, constituyéndose como un delito.

Y ya aparecieron las primeras versiones en contra del artista. La modelo Natalie Kenly conversó con el medio TMZ declarando que en 2011 vivió con Sheen y otra de las chicas que el llamó sus "diosas". La mujer señaló que el actor jamás le habló sobre el virus, que se habría contagiado ese mismo año. La otra chica que vivía con ellos, Bree Olson, declaró que estuvo presente cuando Sheen tenía reuniones a puertas cerradas con médicos. Las chicas, sin embargo, han dado negativo al examen y no anunciaron acciones legales.

Fuentes: ABC. El País. Today.