Casi 75 mil kilómetros ha recorrido Simon Wimpenny, un inglés de 44 años, desde que Roger Waters comenzó su gira The Wall Live en 2010. Ese año, vio 53 shows en Estados Unidos, mientras que el año pasado sumó otros 43 conciertos alrededor de Europa. Sobre todo esto,  ha escrito en el blog Where ya been, where ya going? Y en los próximos días pasará el centenar de shows pues viajará a Buenos Aires para presenciar los nueve conciertos que Waters hará en el Estadio River Plate.
 
"En sudamérica sólo veré los conciertos en Argentina, pero obviamente iré a algunos en Estados Unidos este año", cuenta poco antes de partir desde Washington DC, donde vive su novia Kamilla, para el viaje que emprenderán a la región. "No pude ir a las presentaciones en Chile debido al costo de los vuelos y problemas de logística, pero siempre he querido ver a las audiencias latinaomericanas, porque sé que son muy apasionadas, así que espero con ansias mi tiempo en Argentina", comenta.

Si bien cuenta que su padre no entiende mucho su fanatismo, cuenta que su novia lo comprende -el viaje a Buenos Aires no es el primero que hacen juntos para ver a Waters: ya asistieron juntos a muchos shows en norteamérica y Europa los últimos dos años- y que varios de sus mejores amigos son personas que ha conocido en los mismos conciertos y con quienes ha viajado por el mundo.

Pero, quizás, ha sido aún más impresionante conocer tanto a Waters como a su banda gracias a su fanatismo: esta no es la única gira que ha seguido, sino que desde el primer concierto que vio del ex Pink Floyd en solitario -en 1999- ha visto 170 conciertos: "He estado con Roger varias veces, Tengo muy buenas relaciones con casi toda la banda y nos conocemos por nuestros nombres de pila. A algunos los conozco desde hace más de diez años: el guitarrista Dave Kilminster y el corista Jon Joyce son muy buenos amigos míos y siempre es agradable que me hagan un guiño o saluden cuando bajan del escenario. También me junto con Dave para tomar algunos tragos cuando estoy en mi casa en el Reino Unido.

SUS CINCO MOMENTOS FAVORITOS DE THE WALL LIVE

In the flesh
"El comienzo del show es alucinante, al final del primer tema es fabuloso mirar alrededor y ver la cara del público: ¡deja la mayoría de la gente sin habla!"

What shall we do now?
"Esta es la canción que no estaba en el disco, pero estaba en la cinta The Wall. Estoy tan feliz de que toquen esto en los shows, es una pieza muy poderosa y las piezas gráficas en el escenario y el muro son fantásticas".

Comfortably Numb
"Dave Kilminster es, sin duda, uno de los mejores guitarristas que he visto, y el modo en que toca la guitarra en esta canción es sobresaliente. Esta es otra parte del show que los dejará completamente mudos".

Run like hell
"Este es el momento en que todos se ponen de pie y empiezan a aplaudir. La energía de la banda durante esta parte del concierto es alucinante".

La caída del muro al final
A pesar de que tengo claro que al final de cada show la muralla va a caer, nunca deja de impresionarme cuando veo nuevamente cómo los ladrillos caen sobre el escenario -y, en algunos shows, sobre el público-. Si estás en las primeras filas, sientes el viento pasar cerca cuando cae cada ladrillo. Yo lo he empezado a llamar "viento del muro" y es algo que tienes que experimentar para apreciar.