Comienza el Festival de Cannes y empiezan los disparos de las cámaras fotográficas y de la prensa. La primera descarga de municiones la entregó ayer la publicación francesa Charlie Hebdo, que en su número de la semana traía en portada una caricatura de Catherine Deneuve luciendo ostensiblemente obesa  mientras camina en la alfombra roja del Palais des Festivals. En la imagen, se ve a la máxima estrella femenina del cine galo junto a una serie de cámaras rotas, al parecer  pisoteadas por ella misma. Sobre su cabeza se lee: "¡Paquete sospechoso en la Croisette!",  y al lado un guardia de seguridad grita: "¡Falsa alarma! ¡Es Catherine Deneuve!".

La actriz de François Truffaut y Jacques Demy fue  la gran estrella de la jornada inaugural del festival, que comenzó ayer a las 10 de la mañana con la proyección de La tête haute (La cabeza arriba), filme donde ella interpreta a una jueza de menores. Largometraje fuera de competencia y provisto de un fuerte acento social, La tête haute es la historia de un delincuente juvenil llamado Malony (Rod Paradot) que una y otra vez se ve enfrentado a los veredictos de una magistrada de fuerte voluntad y gran vocación. Es ella quien a través de varios años y con un espíritu reformista, lo va transformando  en un caso de eventual recuperación social.

Consultada en la conferencia de prensa sobre la importancia de abrir el Festival de Cannes con una cinta de estas características tras dos años seguidos en que el glamour gobernó con las aperturas de El gran Gatsby y Grace de Mónaco, Deneuve dio a entender que era el paso correcto. "Creo que es lo justo cuando Europa vive una situación de crisis y hay problemas económicos por todos lados. Es lógico que Cannes se ponga en esa línea también porque va en sintonía con un año difícil también en nuestro país", respondió a La Tercera. Con una capacidad particular para mantener la calma ante las preguntas más extrañas, Deneuve suele estar a la altura de su apodo: la reina del hielo. Frente a la consulta de un cronista de The Hollywood Reporter que la inquirió por la portada de ayer de Charlie Hebdo, ella respondió: "No he visto la portada de hoy. No la he visto, pero tampoco me preocupa mucho: no puedes esperar que Charlie Hebdo tenga portadas como las de una revista de modas. Ojalá sea graciosa, incluso si es descarada e insolente".

El tópico de Charlie Hebdo es a estas alturas una suerte de karma en Francia:  reaparece una y otra vez en las conversaciones y las entrevistas. En la medida que La tête haute da cuenta de jóvenes delincuentes y problemáticas sociales, nuevamente reapareció el fantasma del atentado a la revista. "La película es también un homenaje al sistema legal de protección de menores en Francia, que es realmente un orgullo nacional. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en que quizás si los terroristas que atacaron la sede Charlie Hebdo hubieran tenido una atención y educación mejor en su juventud o niñez, tal vez no lamentaríamos la tragedia de tal atentado", dijo la realizadora Emmanuelle Bercot.

ESTRELLAS Y ESTRELLITAS

Ayer fue también un día para que Catherine Deneuve volviera a repetir su canción del momento, que es básicamente manifestar su desprecio a nuestra época de redes sociales y fotos selfies, como lo había hecho el fin de semana en el diario británico The Guardian. "Todo el mundo se toma este tipo de fotografías y las publica en las redes sociales. Todos se sobreexponen. Esa es una de las razones por las que las celebridades y las estrellas ya no existen más: para ser una real estrella de cine se necesita cierto glamour y grado de secretismo que ya son cosa del pasado".

Día soleado en Cannes con sus habituales ráfagas intermitentes de viento helado, el ambiente comienza rápidamente a tomar temperatura de estrellas, bullicio, fotos y declaraciones para el bronce y también para metales menos nobles. El festival, que dejó a un lado la oportunidad de inaugurar con Mad Max: furia en la carretera, tuvo ayer también la presentación del jurado. Presidido por los hermanos Joel y Ethan Coen, el grupo que deberá elegir al ganador de la Palma de Oro está integrado por Jake Gyllenhaal, Sienna Miller, Guillermo del Toro y Xavier Dolan, entre otros. Cuando a los Coen les preguntaron sobre la decisión de los directores de Cannes de exhibir fuera de competencia a Mad Max, el hermano mayor Joel respondió con sorpresa: "No tengo la menor idea. Ni siquiera sé si alguna vez una cinta blockbuster y de acción como Mad Max ha estado en competencia en Cannes. Aunque pensándolo bien, ¿Por que no debería estarlo?".

Con la noche llegó la hora de los vestidos largos: la alfombra roja recibió a Natalie Portman, Naomi Watts, Julianne Moore y un largo desfile de estrellas. Todas  fueron celebradas en la gala, que hizo un homenaje a las mujeres en el cine.