El Juzgado de Garantía de Quilpué sobreseyó definitivamente a Pablo Undurraga Atria, quien había sido imputado por el Ministerio Público como autor del delito de homicidio calificado de un recién nacido, ocurrido el 23 de noviembre del 2012.

Undurraga era considerado uno de los seguidores de Ramón Castillo, alías Antares de la Luz, quien lideraba los rituales en los cuales habría muerto el menor.

La resolución se basó en informes siquiátricos del Hospital Horwitz, de Santiago, y la PDI, que señalaron que Undurraga, en el momento en que ocurrió el asesinato, se encontraba en un estado mental alterado.

La magistrada Daniela Rodríguez fue la encargada de dictar la resolución, asegurando “que los informes periciales (…) son categóricos en señalar que el imputado, al momento de los hechos, tenía un juicio de la realidad alterado”. Agregó que “en definitiva, es posible, en este caso, decretar el sobreseimiento definitivo, estimando que al momento de los hechos si había una situación de enajenación mental”.

Al respecto, el fiscal a cargo de la investigación, Juan Emilio Gatica, comentó que el Ministerio Público presentará un recurso ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso. “Los antecedentes que se han aportado no son lo suficientemente contundentes para determinar el estado mental del imputado. Existen peritajes contradictorios al respecto”, dijo Gatica. “Respecto de los demás imputados, este sobreseimiento es distinto del dictado por la Corte sobre la señorita Ceroni. Es ese caso se consideró que su conducta no había era constitutiva del delito de encubrimiento. Respecto del resto de los imputados la investigación sigue abierta”, agregó el persecutor.

El abogado defensor de Undurraga, Javier Arévalo, dijo que la decisión del juzgado confirma la tesis que sostuvo la defensa. “El fallo reconoce la existencia de una abrumadora cantidad de pruebas sobre la enajenación mental de Pablo al momento de los hechos. Los estudios presentados por el Hospital Horwitz y la PDI fueron categóricos al determinar que mi representado se encontraba en un delirio místico y, por lo tanto, no tiene responsabilidad penal”, estimó Arévalo.

Sobre la apelación que anunció la fiscalía, el abogado defensor dijo que lo encontraba “razonable”, pero esperaba que la Corte mantenga el fallo.