Nada menos que entre ocho y diez meses trabaja el equipo de Vidas: Radiografía de un cambio en cada capítulo que sale al aire. Algo que se debe a la complejidad de los casos que tratan, que en esta temporada tendrá a gente que sufre el sufre de gigantomastia, síndrome de Diógenes (acumuladores compulsivos) y bullying, además de personas que pasan por cirugías reconstructivas de rostro y para superar su obesidad mórvida. 

El debut de la temporada, el martes 29 a las 23:00 horas, tendrá por primera vez una intervención a un grupo familiar. La idea es conseguir que un par de niñas de tres años normalicen sus patrones de sueño, puedan dormir sin sus padres y también dejen las pataletas. "Los papás tenían serios problemas para controlar a las mellizas durante la noche y se les transforma en un tormento. Colocamos cámaras durante la noche para ver cuál era el patrón de comportamiento y les proporcionamos una sicóloga que hizo una intervención en que fue viendo lo que funcionada mal. Después de 10 meses lograron domir solas en sus camas", cuenta la periodista y conductora del espacio, Patricia Espejo.

Otro caso interesante es el de una persona con síndrome de Diógenes, un acumulador compulsivo. "Tratamos de intervenir a esta persona con ayuda de asistentes sociales de la Municipalidad de Santiago y el departamento de Psiquiatría de la Universidad de Chile Tratamos de ayudarlo lo más posible, no fue fácil, pero algo se logró", comenta.

PROGRAMA DE SERVICIO PÚBLICO
 
Para la periodista, tratar casos como obesidad mórbida es inevitables: "Es la epidemia de salud de este momento en el país y ayudamos a operarse a personas que no podrían hacerlo por su cuenta y que en el sistema público podría tener una opción en muchos años más", dice. También se muestran casos de bullying, en que se hace una intervención en dos colegios. "Es un programa, sin duda, de servicio público", asegura Espejo.
 
También hubo casos de cirugía reconstructiva al rostro de personas que han sufrido grandes accidentes: "Uno se sacó la mugre en bicicleta y otro recibió un escopetazo en la cara para robarle el auto. A ellos tratamos de contactarlos con los mejores cirujanos para que mejoren su calidad de vida".

Más que eso, destaca que a través de la medicina se cambia la vida a un grupo familiar completo: "Hay un caso de gigantomastia en que una mujer no salía de su casa porque le daban vergüenza sus pechugas. Ella tenía una depresión impactante, pero luego le cambia la vida a ella y a su familia, porque estaban tristes de verla mal". De hecho, Espejo tiene un cálculo aproximado "En esta temporada ayudamos directamente a unas 25 personas más sus familias", agrega.