Ya lo vivimos con la crisis asiática el año 1998. También se ha repetido, claro que en menor medida, durante los últimos años. Sin embargo, el fantasma de una recesión económica en Estados Unidos y los vaivenes de la Eurozona en materia financiera hacen temer que el escenario de un desempleo vuelva a impactar a los trabajadores, en especial a los ejecutivos.

Con el inestable escenario económico mundial, muchas empresas o compañías han optado por despedir a sus ejecutivos, dejándolos a la deriva en materia laboral y en un periodo de transición hacia otro empleo que puede significar un tiempo largo e indeterminado de desocupación.

Sin embargo, no todo es negro si es que llega este panorama, puesto que existe un servicio que puede ayudar a esos ejecutivos a hacer más llevadero ese proceso de transición: el outplacement.

¿Qué es? El outplacement es un servicio que proveen distintas compañías de recursos humanos, que consiste en entregar asesoría y ayuda a profesionales que han sido despedidos, para que puedan reorientar sus proyectos profesionales en el periodo en que encuentran un nuevo trabajo.

De acuerdo con un estudio publicado por Unique ReStart, el 52% de los desempleados que han usado el outplacement se ha demorado menos de seis meses en encontrar un nuevo empleo, mientras que un 15% lo ha hecho en un plazo entre seis y doce meses y un 34% ha tardado más de un año.

Además, según el estudio, el 62% de las empresas consultadas valoran de forma positiva las candidaturas de profesionales recibidos a través de esta fórmula.

QUE INCLUYE EL SERVICIO
El servicio incluye la entrega de una serie de herramientas que pueden mejorar su empleabilidad, una especie de coaching en la materia. Junto con eso, entrega técnicas de desarrollo metodológico, asesoramiento en personal branding y el desarrollo de estrategias que van desde cómo confeccionar el currículum y activar el networking, hasta contactar headhunters.

La tendencia hoy en día es que sean precisamente los ejecutivos desempleados quienes busquen el outplacement y no las empresas como era antes. Los buenos resultados han hecho cambiar la tendencia anterior.

Un servicio de outplacement cubre entre dos y ocho meses y puede llegar a costar hasta $5 millones. Las variables que hacen subir o bajar el precio pueden ser, por ejemplo, si se establecen horarios personalizados o si se les facilita una oficina o una secretaria. No obstante, el precio busca ser proporcional al sueldo del cliente.

Una vez que el ejecutivo en outplacement o periodo de transición tiene claro lo que quiere lograr y lo que espera de un nuevo empleo, se debe preparar el plan comercial. El servicio en si busca ayudar al cliente a encontrar un trabajo que verdaderamente lo haga feliz. Por esta razón el objetivo se basa en lo que el cliente puede hacer, lo que quiere hacer y cuáles son sus valores.

De esta manera, con este servicio, el desempleado no tiene porque sumergirse en un mar de dudas ante el futuro profesional. Sin embargo, no hay que dejar de ser proactivo en cuanto a la búsqueda de trabajo, porque si bien este servicio ayuda, no es la panacea.