Crítica de cine: Una pareja dispareja
Hay que seguirles la pista a los directores y guionistas de esta película: Glenn Ficarra y John Requa no solo fueron los escritores de la demente Un Santa no tan santo (Bad Santa) y se hicieron millonarios cuando inventaron la franquicia de Como perros y gatos. En Una pareja dispareja (la tontorrona traducción del título original) recrean la historia verdadera de un estafador que burló repetidas veces al sistema judicial norteamericano, escapando de la cárcel cuando quiso, haciéndose pasar por abogado ante las cortes y hasta fingiendo su muerte. Ese hombre es Steven Russell (Jim Carrey), quien dejó a su esposa y su hija, y se enamoró perdidamente de otro presidiario llamado Phillip Morris (Ewan McGregor). El relato de la película se mueve entre el humor negro y la candidez, y el resultado es frontal y filoso, lo que depende mucho de la interpretación de Carrey, quien hace un cruce entre sus personajes de El mundo de Andy y Mentiroso mentiroso. Una certera comedia negra, sin demasiado cálculo y hecha con mucha libertad.
Una pareja dispareja
Director: Glenn Ficarra y John Requa
Con Jim Carrey, Ewan McGregor, Leslie Mann
100 minutos
Mayores de 18 años
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