Histórico

De uso coloquial, pero no vulgar

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Cuando el diccionario académico señala que una palabra es de uso "coloquial" se refiere a que el término es propio de una conversación informal y distendida. No es sinónimo de "vulgar", que para los lingüistas tiene el sentido de un vocablo incorrecto. Un hablante culto, aseguran los estudiosos del idioma, es aquel que domina los varios registros de una lengua y, sobre todo, que es capaz de usarlos adecuadamente según la situación de comunicación. Todo lo anterior a propósito de la palabra "mantención", cuyo empleo -a juicio del lector Daniel Díaz B., que es ingeniero- le parece un error que suele repetirse en artículos de La Tercera y de otros medios escritos. Para él, las palabras correctas son "manutención" y también "mantenimiento". Y, a modo de ejemplo, indica: "en una noticia relativa al estado de los ascensores de un edificio el diario criticaba la falta de 'mantención' de esos equipos, cuando debió referirse, más bien, a la falta de 'mantenimiento' o a la deficiente 'manutención', ¿o no?".

La última edición del diccionario de la Academia -la vigésimo tercera, que apareció en 2014 para conmemorar los 300 años de la lengua española- acoge el término "mantención" como una forma "coloquial2, que se emplea para sustituir a la palabra "manutención". En tres acepciones del término "manutención", señala: 1. "acción y efecto de mantener o mantenerse"; 2. "conjunto de operaciones y cuidados necesarios para que instalaciones, edificios, industrias, etc., puedan seguir funcionando adecuadamente"; y 3. "conservación y amparo". Y, la palabra "mantenimiento" significa "conservar una cosa en buen estado o en una situación determinada para evitar su degradación". Un lingüista español cita los siguientes usos: "el mantenimiento de la naturaleza es cosa de todos"; o "los operarios se encargan a diario del mantenimiento de las máquinas".

En nuestro país son muy pocas las personas que utilizan el término "manutención" y, menos aun, periodistas. Escrita o hablada, parece una palabra excesivamente rebuscada. Más bien, se emplea "mantenimiento" y, con más frecuencia, el objetado -pero coloquial- término "mantención". Ejemplos: "el ingeniero se ocupa del mantenimiento de las máquinas" o "El ingeniero se ocupa de la mantención de las máquinas".

¿Un cataclismo?
Escribe la lectora Rebeca Cerda Varela, que comenta que hace unos treinta años vivió en Bolivia, en La Paz, y que durante cinco años trabajó en la ciudad El Alto. "Con absoluto conocimiento de causa puedo asegurar que dicha cuidad se encuentra emplazada a 4.070 metros de altura sobre el nivel del mar, ... a menos que un cataclismo la haya hundido a 4.070 pies, como lo indica el autor del artículo 'La revolución multicolor de Freddy Mamani', publicado en La Tercera del domingo 25 de octubre".

No ha habido un cataclismo en Bolivia, sólo un molesto error en el interesante artículo sobre la vida y obra del arquitecto boliviano, que estuvo de visita en Chile. Un acuerdo internacional fijó en 1959 que el pie equivale a 0,3048 metros, es decir, 304,8 milímetros. La ciudad El Alto, la más populosa de ese país, está emplazada en la meseta altiplánica y continúa allí, ...a 4.070 metros sobre el nivel del mar.

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