Economistas temen nueva crisis financiera argentina y se gatilla fuga de capitales
Mientras las turbulencias en las principales plazas financieras del mundo, un nuevo foco amenaza: el país vecino podría enfrentar duros momentos el próximo año, cuando intente refinanciar su deuda pública.

"El 25 de mayo de 2010, el Bicentenario en Argentina lo vamos a celebrar con fuegos artificiales. Pero no con pirotecnia china: en 2010, en este país va a volar todo". Este es el preocupante diagnóstico que un conocido consultor argentino ha expuesto en privado con frecuencia durante las últimas semanas.
Sucede que las protestas del campo; la elevada inflación y consiguiente empobrecimiento de la gente; una gobernabilidad dañada; la fama argentina de repudio a sus compromisos de deuda, y su larga tradición de confiscación y acorralamiento de ahorros, están confluyendo para generar temor entre los argentinos. Un temor que se materializó en la corrida bancaria y fuga de dólares que experimentó el vecino país en las recientes tres semanas, y que reinstaló el fantasma de una crisis financiera que, a decir de los economistas, podría tener lugar entre 2009 y 2010. Ello, dado el incremento en las necesidades de financiamiento de la deuda pública transandina que ocurriría en ese período.
No en vano el riesgo país de Argentina pasó de 360 puntos base hace seis meses, a 561 el viernes (un alza de 56%, según el índice de bonos de mercados emergentes de JP Morgan).
"Hay corrida bancaria. Los argentinos han huido a Uruguay, que es la plaza típica de escape en el corto plazo", comenta Guillermo Calvo, profesor de la Universidad de Maryland y el hombre que predijo en 1993 la crisis mexicana del Tequila de 1994-95.
Sólo en la primera semana de mayo los argentinos no renovaron depósitos por unos US$ 500 millones en su propia plaza, según cifras preliminares. Simultáneamente, el vecino Uruguay reporta que desde enero los depósitos de no residentes se han incrementado en 10%.
"Todo argentino mayor de 40 años tiene una maestría en confiscación y acorralamiento de depósitos. Lo vivieron en el 82, en el 89 y en el 2001 y 2002", dice Abel Viglione, economista de FIEL, en Buenos Aires, explicando este nuevo amago de huida.
El llamado corralito de depósitos que el ministro Domingo Cavallo adoptó a fines de 2001 para paliar una grave corrida bancaria, concluyó a fines de 2002 con la liberación de 21 mil millones de pesos en depósitos -o US$ 6 mil millones, tras la devaluación de ese año. Hoy los argentinos mantienen su dinero en el exterior (unos US$ 100.000 millones, estima el gobierno) y sólo un poco en su país.
Frente al ruido actual, incluso el presidente del Central transandino, Martín Redrado, debió asegurar esta semana que los US$ 50.000 millones en reservas internacionales que posee la entidad alcanzan ampliamente para cubrir el circulante y parte de los depósitos, lo cual suma US$ 105.000 millones.
Con todo, de acuerdo a JP Morgan, el Central está gastando entre US$ 200 millones y US$ 300 millones diarios para defender el tipo de cambio ($ 3,16), ante la huida de algunos depositantes (ver recuadro).
En este sentido, Claudio Loser, ex director para América Latina del Fondo Monetario Internacional, advierte que "si bien las luces de alerta no están en un rojo vivo, sí lo están en un amarillo bien intenso, casi anaranjado". Y pone sobre la mesa el nombre del problema: La deuda pública trasandina.
GATILLO DE UNA CRISIS
Las necesidades de financiamiento para 2008 están prácticamente cubiertas, pero para repagar la deuda que vence el próximo año, Argentina necesitará levantar dinero en el mercado externo, pues las fuentes internas son insuficientes.
Eso puede ser el principio de la crisis, advierten los economistas: "Mientras el riesgo país de Argentina se empina sobre los 500 puntos base, lo que más me preocupa es que la Reserva Federal de EE.UU. prontamente pueda empezar a subir su tasa de interés", encareciéndole el crédito aún más al país, explica Calvo.
Y eso, si es que en efecto pudiese obtenerlo. En el presente, no podría, dice, pues "no ha arreglado con el Club de París (el conjunto de acreedores oficiales del país) ni con los holdouts", que son los tenedores de bonos argentinos repudiados por el fisco transandino en 2001-02.
Los procedimientos legales contra el país que estos holdouts mantienen, por más de US$ 20.000 millones, en las cortes de Nueva York y otras, les permitiría solicitar que cualquier nuevo bono fuese confiscado por los tribunales, explica Loser.
La historia de repudios a la deuda, más lo caro del crédito, dice Calvo, más un crecimiento económico que según JP Morgan será de sólo 3% el próximo año, son un polvorín. Podría hacerlo estallar el hecho de que en 2009 deben financiarse US$ 11.800 millones, el doble que en el presente ejercicio (ver tabla).
Este año deben refinanciarse US$ 6.100 millones, y el gobierno confía en que lo hará con éxito. Pero en 2009 "habrá una brecha sin financiar de entre US$ 5.000 y US$ 6.000 millones", calcula Loser.
"Lo que estamos temiendo es un sudden stop", dice Calvo, refiriéndose a una detención súbita de todo financiamiento al país, tras lo cual "el Central estaría obligado a usar sus reservas, el gobierno se desestabilizaría, habría corridas y un segundo corralito", agrega.
"Si esto pasa, Argentina va a estar muy, muy complicada", dice Calvo desde Washington.
A OBSERVAR
Al considerar que una nueva crisis está en juego, tres factores son clave para los analistas al ponderar la probabilidad de que se gatille.
En el cortísimo plazo figuran las negociaciones con el campo, por un lado, y el grado de apoyo que recupere o siga perdiendo el gobierno, por el otro.
Si el paro de las exportaciones continúa, es esperable sufrir más escasez de divisa e inestabilidad, con lo cual la situación en el mercado bancario y cambiario no se va a tranquilizar; en los próximos tres o cuatro meses habría una repercusión fuerte en estos mercados", estima Rodolfo Santangelo, socio de la consultora M&S Consultores.
El otro aspecto es la reducción de las fuentes de financiamiento. "Dado que el mercado local no permite alcanzar las cifras a refinanciar (excepto expropiaciones de por medio; que Dios nos libre de ellas), es simple entender que es necesario 'hacer los deberes' para acceder al mercado de capitales internacionales durante 2009", dice Viglione. Con eso se refiere a "arreglar" con el Club de París y los holdouts.
Coincide Calvo: "Si hay o no crisis depende de cómo manejen el país, que hasta ahora se parece a como lo hacen los regímenes militares, con actitud arrogante, unilateral y causando irritación. Si siguen así, las posibilidades son altas de que el año que viene haya problemas y, en 2010, los fuegos artificiales que me menciona".
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