Historieta, portada, ilustración y animación. Todas las variantes de la narración gráfica se reúnen desde hoy en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) para dar vida a una gran retrospectiva del género. Bajo el título de ¡Exijo una Explicación! 200 Años de Narración Gráfica en Chile, la muestra se plantea además de como una gran revisión a la historia del humor visual en nuestro país, como una suerte de reconocimiento académico hacia esta disciplina, la que llega por primera vez con tal nivel de presencia a los salones del tradicional museo capitalino.

Se trata de un homenaje a los autores y sus creaciones en estos dos siglos de historia, que la curadora de la muestra, Angélica Pérez, define como "un reconocimiento a la autoría de estos dibujantes, reconocer su destacado trabajo como artistas".

Creaciones que van indisolublemente unidas a la historia del país, y que nace enraizada en la vida del Chile republicano desde sus primeros años. Trabajos en su mayoría de sátira política donde destacan las firmas de talentosos dibujantes como Lustig, Antonio Smith o aquellos que dieron vida a la mítica revista Topaze. Luego vendría, durante la primera mitad del siglo XX, el desarrollo de personajes que ejercen un humor irónico a través de la exhibición de la idiosincracia nacional como Condorito, de Pepo; Juan Verdejo Larraín, de Coke, o Pepe Antártico, de Percy, así como también se encuentra presenta en esta exhibición el trabajo desarrollado por revistas de carácter más pedagógico o infantil como El Peneca, bajo la firma de Coré o de una de sus más destacadas discípulas, Elena Poirier, o Mampato, de Themo Lobos. Una época que favorecía a los artistas nacionales, "décadas en que los dibujantes y guionistas podían vivir de sus creaciones, porque había una industria editorial fuerte, que comenzó a declinar a partir del año '73", como afirma Angélica Pérez.

Una galería de personajes inolvidables por su cercanía y parecido al "chileno" y que forman parte de esta completa exhibición que no sólo se queda con lo más antiguos o clásicos representantes de la narración gráfica nacional, sino que abarca de igual forma, autores más contemporáneos pero igualmente trascendentales como Guillo, Ricardo Fuentealba, Clamton, Marcela Trujillo y Marco Esperidión, quien también oficia en esta muestra de curador, muchos de los cuales pasaron por las páginas de la recordada revista contracultural Trauko, uno de los más importantes ejemplos de cómic en formato historieta surgida en los años 80, una época en la que el formato de la narratva gráfica chilena comienza a emerger en forma espontánea a través de publicaciones de bajo tiraje y distribución limitada, con un marcado acento contestatario tanto en sus dibujos como en sus historias y donde la visión autoral era un importante requisito. Una postura acorde al periodo histórico vivido.

Más actuales aún, se puede encontrar en esta muestra también el trabajo ya "profesionalizado" de artistas como Rodrigo Salinas, José Pedro Peirano o Christiano, dando forma a una nueva etapa de la narración gráfica más elitista, con ediciones de mayor uidado y alejada de la marginalidad vivida años atrás.

De igual forma, dentro de las actividades que comprende la muestra que se mantendrá abierta hasta el 11 de enero de 2009 y que es organizada en el marco del ciclo de exposiciones 100+100, con motivo de la doble celebración que ocurrirá el 2010 cuando se festeje el centenario de la construcción del edificio donde se emplaza el museo y los 200 años de la República de Chile, se exhibirán las películas de Coke, Norte y Sur y Hollywood es Así; además de la relización de una serie de conferencias y mesas redondas relativas al tema de la novela gáfica nacional.