Histórico

El fin de Nokia

Siguiendo el itinerario de compra, mañana se concreta la toma de posesión de Microsoft en Finlandia, una arremetida que en la práctica marcará la extinción de Nokia como fabricante de celulares. La empresa ahora se llamará Microsoft Mobile.

En noviembre de 2011, Nokia y Microsoft, dos íconos de la industria tecnológica, iniciaron una relación que buscaba rediagramar su posición en el mercado, desdibujada por productos como iPhone y Android.

El acuerdo inicial incluía que Microsoft colocara a Windows Phone, su maquillado sistema operativo para móviles, en el último modelo de la compañía finlandesa, Lumia.

Aunque la idea original de Microsoft era exportar Windows Phone a varias compañías -como LG y Samsung-, finalmente el dominio de Android limitaría su desarrollo a Nokia, compañía que vendió más de ocho millones de copias en el último trimestre del año pasado.

Pero el incipiente acuerdo terminó en una osada apuesta: Microsoft decidió, en septiembre del año pasado, comprar la división de equipos móviles de la compañía finlandesa.

La adquisición se materializará mañana, según anunció Microsoft en la semana, y que en la práctica implica el desembarco de varios ejecutivos e ingenieros de la empresa creada por Bill Gates en Finlandia, donde Nokia, o lo que quede de ella, mantendrá su base de operaciones.

Sin embargo, el arribo también implica una transformación más radical: el cambio de nombre. Aunque todavía no se oficializa, Nokia dejará de existir como marca de celulares. En su lugar, los dispositivos tendrá el logo Microsoft Mobile, según trascendió en un correo enviado por Nokia a diferentes cadenas de retail en europa.

El modelo de negocios será una réplica al de Apple, compañía que diseña el hardware (iPhone por ejemplo) y el software (iOS).

Sin embargo, para el éxito del negocio, según Patricio Monge, Social Media Strategist de la agencia digital Asteroid, es necesario que Microsoft transparente sus intenciones. "La principal tarea de Microsoft debe ser comunicar bien qué es lo que se mantendrá de Nokia y qué es lo que cambiará, lo que justifica el cambio de nombre, y ello dependerá de la estrategia de comunicación que desarrollen".

La compra le significó a Microsoft un desembolso de 5.400 millones de euros, acuerdo que sólo contempla la adquisición de la división de celulares de Nokia, y el uso por 10 años de las patentes que la compañía posee para fabricar nuevos teléfonos.

No incluye, por ejemplo, varias unidades de innovación que seguirán funcionando de manera independiente, que entre otros servicios desarrolla los mapas Here, y el equipo que realiza innovaciones en el campo de las antenas celulares o de "alta innovación", como se definen a ellos mismos.

Sin embargo, el traspaso implica en la práctica, el fin de una de las empresas más icónicas de la industria móvil, un mercado que dominó sin contratiempos por más de una década, pero del que naufragó tras la irrupción de las pantallas táctiles y del iPhone.

En 2007, cuando el primer modelo del teléfono de Apple recién apareció, Nokia controlaba el 62% del mercado. Tres años después y con la arremetida de Android, la compañía sólo contaba con el 30%, a costa de los teléfonos de bajo precio, una participación que hoy se reduce a sólo 13%, y que segregado sólo por smartphones, baja aún más.

Lo cierto es que desde mañana ni Nokia ni Microsoft serán las mismas compañías: la primera desaparecerá de las estanterías para remitirse sólo a la innovación tecnológica, mientras la segunda replicará el modelo de Steve Jobs que tanto renegó: hacer el hardware y el software.

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