Histórico

El nuevo Cabo Cañaveral ruso

Vostochny, ubicada al este de Rusia, en el Óblast de Amur, fue una antigua base de misiles. En unos años debería ser su principal plataforma hacia el espacio.

Vostochny significa oriental en ruso, y es el nombre del nuevo centro de lanzamiento de esa nación, que debería ser probado hoy con un cohete Soyuz, tras una falla en su primer intento ayer.

En rigor, la plataforma no es tan nueva, sino reconvertida desde una antigua y secreta base de misiles -Svobodny, la más lejana durante la Guerra Fría- a un centro de lanzamientos orbitales (1997 y 2006) que cerró en 2007 por orden de Vladimir Putin, que la consideró de poco uso y costosa de mantener, pero que este año volvió a abrir, modernizada y con el objetivo de convertirse en el sitio de lanzamiento más importante del país.

Además de Baikonur, hasta hoy el cosmódromo más importante de Rusia, la plataforma de Plesetsk, en el noroeste, y la base de misiles Dombarovsky, en el sur, también están activos.

Como la más meridional de todas, Baikonur ha resultado más adecuada para los lanzamientos, por su inclinación. Vostochny, por estar un poco más al norte, obligará a las naves a gastar más combustible para ajustar su inclinación durante el vuelo.

Con todo, el sitio reducirá la dependencia de Baikonur, que tras la desintegración de la Unión Soviética quedó en Kazajistán, país que cobra honorarios anuales por arrendar el espacio.

En sus primeros usos, sólo podrán lanzar cohetes Soyuz, mientras se construye un complejo especial para Angara, el nuevo sistema de lanzamiento, planificado para 2017 y cuyo primer viaje se espera para 2021. El viaje del Soyuz, pospuesto para hoy, será el único que hagan este año desde Vostochny.

Las nuevas instalaciones 

El atraso en el lanzamiento no ha sido el único que ha tenido que sortear Vostochny, pues en principio, debía realizarse en diciembre del año pasado. Desde mucho antes ha estado en medio de escándalos de corrupción y con los contratistas acusados de no pagar a los trabajadores. En el camino, también ha bajado el presupuesto general para la agencia espacial rusa (Roscosmos).

Vostochny, a diferencia de Baikonur, será más pequeño, aun cuando tendrá que soportar al próximo cohete Angara, que es más grande que las Soyuz. Ello será posible gracias a las nuevas tecnologías, mucho más eficientes que en la era soviética. La operación de lanzamiento, por ejemplo, será controlada por computador y por una sola persona. En cambio, en Baikonur se necesita un gran número para hacerlo.

Otra diferencia es la accesibilidad de su ubicación. Vostochny está lejos de centros políticos y financieros de Rusia, y también de sus fábricas espaciales, por lo que cada cohete debe ser transportado en tren desde Samara, a unos 6.000 kilómetros de distancia.

Para soslayar esa dificultad, unas 10.000 personas han trabajado desde 2012 en la construcción de 115 kilómetros de carretera y unos 125 kilómetros de vías férreas en una zona escasamente poblada.

El atraso en su inauguración

Dos minutos y medio antes del despegue, el lanzamiento del cohete Soyuz desde Vostochny fue abortado y pospuesto por al menos 24 horas.

“El sistema de control automatizado inició un cese automático”, dijo la agencia espacial rusa en un comunicado, aclarando que el problema técnico fue del cohete, no de la plataforma.

Vadim Lukashevich, experto independiente, dijo a AFP que el retraso no fue fuera de lo normal, pero que la presencia de Putin pudo haber hecho que los organizadores se pusieran nerviosos.

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