El sorprendente Stan Lee, padre de Spiderman y Hulk, cumple 90 años
Revolucionó el comic con sus superhéroes con problemas humanos.

El sueño del pequeño Stanley Lieber era convertirse en un gran escritor, como Arthur Conan Doyle o William Burroughs. Pensó que sería mejor proteger su nombre cuando, a los 17 años, comenzó a trabajar en la industria del cómic. Firmó entonces su pequeño texto en Capitán América con un seudónimo: Stan Lee.
Para entonces, su trabajo Timely Comics era sólo uno de los muchos que había tenido el aspirante a escritor mientras vivía en el Bronx de Nueva York. Antes había escrito obituarios y comunicados de prensa, fue vendedor de suscripciones para el New York Herald Tribune y finalmente llegó a la pequeña división de Timely, donde empezó desde abajo: rellenaba las tintas, buscaba almuerzos y corregía textos.
Fue el comienzo de una larga carrera en el cómic que se ha extendido siete décadas. Stan Lee cumplió 90 años el viernes 28, convertido en "El Hombre" clave de la revolución de las historietas norteamericanas durante la década del 50 y 60. De su mente creativa salieron personajes que hoy plagan publicaciones y películas: Spiderman, Iron Man, Thor, X-Men, Los Cuatro Fantásticos y Los Vengadores, entre muchos otros.
HÉROES CON FALLAS
Nunca escribió esa gran novela, pero logró el reconocimiento en un formato que renovó. Hasta los 50, el mismo Lee ya estaba aburrido del cómic. Los clásicos superhéroes andaban de capa caída y las historietas se dedicaban más que nada a los niños, para los que se preparaban historias tipo western, ciencia ficción y romance. DC Comics, el mayor sello del género, dio el primer batatazo: lanzó una exitosa nueva versión de The Flash y creó la Liga de la Justicia.
Marvel -una pequeña compañía aún- quiso hacer lo mismo. Stan Lee aceptó hacerse cargo, pero puso condiciones: superhéroes más complejos, con poderes extraordinarios y también muchos problemas. "En vez de empatizar sólo con sus superhazañas, intentamos hacer que su vida personal fuera lo más realista e interesante posible. Queríamos que se vieran como personas reales", ha explicado el guionista y dibujante. Y así, apareció el incomprendido Spiderman, el vanidoso Iron Man y los discriminados X-Men. "Es molesto que la gente crea que el cómic no es literatura. Hasta donde yo sé, una muy buena historia de cómic es igualmente creativa e importante como una gran historia en cualquier otro formato", ha dicho.
En parte, esos personajes multidimensionales se inspiraron en las variadas experiencias de Lee fuera del cómic. Desde los trabajos esporádicos en su adolescencia, hasta su enrolamiento en el ejército, en 1942, donde participó en la creación de películas de entrenamiento y eslóganes, y también manuales de instrucción donde aconsejaba a futuros héroes de guerra a cuidarse de las enfermedades venéreas.
Los superhéroes vulnerables catapultaron a Marvel, que se convirtió en una de las principales editoriales de cómic de EE.UU. Lee fue su gran pluma, y desde 1972 también editor y director de arte del sello. En los 70, sus creaciones El increíble Hulk y The amazing Spiderman llegaron a la TV y se fijaron en la retina popular. En la última década, el cine ha transformado sus personajes en blockbusters con adaptaciones de Spiderman, Iron Man y Los Vengadores.
Pero la relación con Marvel no siempre ha sido fluida. En 1988 se distanció del sello y creó Stan Lee Media, una compañía que se declaró en bancarrota en el año 2000 y con la que, paradójicamente, el mismo Lee ahora está en una disputa legal debido a los derechos de sus creaciones. En tanto, Marvel -que en 2009 fue adquirida por Disney- sigue titulando sus creaciones con el clásico "Stan Lee presenta…", rescatando entre el enredo legal a quien, a estas alturas, es ícono popular tanto por sus creaciones como por su cercanía con los fans y sus cameos en televisión y cine.
A los 90 años no piensa en el retiro y mantiene un entusiasmo desmedido por nuevos proyecto. Ya sea un superhéroe chino llamado Annihilator, o su criticado reality show, Who wants to be a superhero? En septiembre de 2012 anunció que se había sometido a una operación para instalar un marcapasos. "En un esfuerzo para ser más como mi colega vengador, Tony Stark, me he puesto un marcapasos para asegurar que podré liderarlos por otros 90 años", dijo con humor.
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