El ébola sigue cobrando nuevas víctimas, entre los que se encuentran quienes trabajan para frenar el avance de esta enfermedad.

Hoy se informó del fallecimiento del especialista Sheikh Umar Khan, uno virólogo que dirigía el centro de Ébola en Kenema, y quien trató a decenas de personas con la enfermedad.

El médico de 39 años falleció en Sierra Leona, tras permanecer en cuarentena y bajo los cuidados de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) desde que comenzó a presentar los primeros síntomas la semana pasada.

Pese a los evidentes riesgos, el doctor, uno de los más famosos de África en la lucha contra el virus, seguía atendiendo, aunque tampoco disimulaba que temía por su vida, pues "incluso con ropa de protección, uno está en riesgo", señaló a diversos reporteros hace algunas semanas, según consigna el sitio Telegraph.

Esta muerte se suma a la del doctor liberio Samuel Brisbane, quien falleció el sábado por el virus en una clínica de Monrovia.

ESPECIALISTAS INFECTADOS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que el actual estallido de ébola en tres países africanos (Guinea, Sierra Leona y Liberia) es el que ha generado la mayor mortandad en la historia de los registros del virus.

Por lo mismo, los casos de los trabajadores de salud infectados se siguen conociendo. Es el caso del médico estadounidense Kent Brantly, quien trabaja en Liberia desde octubre para detener el avance del ébola en esta zona se encuentra infectado con el virus. Brantly, de 33 años, comenzó a sentir malestar la semana pasada y decidió aislarse, informó una portavoz de la organización Samaritan's Purse, organización cristiana estadounidense para la que trabaja el médico.

Además, la misionera estadounidense Jeremy Writebol, de Wichita, Kansas, también está con aislamiento en Liberia, donde está recibiendo tratamiento para la enfermedad.

El esposo de Writebol está siendo monitoreado constantemente pues estuvo expuesto al virus antes de que su esposa supiera que estaba contagiada.

Actualmente, a las autoridades sanitarias les preocupa que la enfermedad se expanda hacia Nigeria, el país de mayor población en el continente.

El ébola causa fuertes hemorragias y tiene una letalidad del 90 por ciento. Se transmite por sangre y otros fluidos corporales.