El amor está en el aire en Estocolmo, con la capital sueca engalanada para la boda del 19 de junio entre la princesa Victoria, heredera del trono sueco, y su antiguo entrenador personal Daniel Westling.

La ciudad ya vive en medio de un ambiente festivo para su primera boda real desde el matrimonio del rey Carlos Gustavo XVI y la germanobrasileña Silvia Sommerlath en 1976. Las nupcias de Victoria culminarán el festival de música y cultura Love Stockholm.

En los próximos dos días, invitados y realeza de todo el mundo llegarán al aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo, rebautizado como "aeropuerto oficial del amor" para las celebraciones nupciales.

La lista de invitados es secreta, pero los medios han informado que entre los asistentes a la catedral de la capital sueca estarán el rey Harald de Noruega, la reina Margarita de Dinamarca y el príncipe Eduardo de Inglaterra, conde de Wessex.

Miles de personas abarrotarán las calles para celebrar cuando la pareja pase en un carruaje tirado por caballos antes de que la comitiva real cruce el puerto hacia el palacio para el banquete.

Aunque la capital está decidida a brillar en la boda - se utilizarán 40.000 rosas, claveles, lilas y hortensias enviadas desde Colombia- se prevé que las celebraciones sean relativamente contenidas, en comparación con otras bodas reales.

El país apenas está saliendo de la peor recesión desde la II Guerra Mundial y el rey pondrá 10 millones de coronas(alrededor de un millón de euros) de su propio bolsillo de los costos de la boda, que se estiman en más del doble de esa cantidad.

La historia de los novios es digna de una novela romántica. Ambos llevan juntos casi una década después de que la princesa conociera a su futuro esposo en un gimnasio de Estocolmo.

En ese entonces, la heredera de la corona sueca era objeto de una fuerte controversia en el país por sus notorios problemas alimenticios. Daniel Westling fue quien logró ayudarla a salir del problema.

A pesar del gran logro del preparador físico, el rey Carlos Gustavo no aprobó durante mucho tiempo la unión de su hija con Daniel, quien provenía del campo.

Sin embargo, con el paso del tiempo se dio cuenta del amor que había entre ambos y el ahora futuro esposo de la princesa Victoria fue preparado durante años para casarse con ella.

Aprendió diferentes idiomas, entre ellos francés y alemán, y de protocolo real. Además, fue atendido por los mejores estilistas para cambiar su look. Actualmente, quien en un minuto fue razón de mofa entre la realeza por su acento campesino, es destacado en los medios locales por su aspecto y la forma que ha cambiado por su amor por la princesa.