Histórico

Frutillar se prepara para recibir al Teatro del Lago

Tras 11 años de labores de construcción, el recinto emplazado frente al Lago Llanquihue, por fin entró en su fase final. La Gran Sala tendrá capacidad para 1.200 personas, lo mismo que el Teatro Municipal de Santiago. El 2011 acogerá íntegramente a las Semanas Musicales.

El ambiente en Frutillar la tarde del viernes 5 de febrero  pasado era una mezcla de ansiedad, satisfacción y melancolía. Se realizaba el concierto que finalizaría las Semanas Musicales de este año, pero también el que cerraría una larga etapa. Era la última función en la hasta entonces conocida Sala de Conciertos: después de 31 años utilizando el gimnasio de la ciudad para el festival, los que vendrán se realizarán por fin en el Teatro del Lago.

El teatro, emplazado a orillas del lago Llanquihue, X Región se construye desde 1998 y hasta el momento ha tenido un costo cercano a los $ 20 millones de dólares. En noviembre abrirá sus puertas definitivamente. Diseñado por los arquitectos Gerardo Köster y Gustavo Green, desde el 2008 las tareas de las terminaciones y diseño interior estuvieron a cargo del alemán Bernd Haller.

La Corporación Semanas Musicales de Frutillar ha aspirado siempre a un recinto de "categoría mundial". Por eso nada quedó al azar. La acústica está a cargo del reconocido especialista germano Karl-Heinz Müller, quien trabaja para el Festival de Bayreuth, dedicado a la representación de obras de Richard Wagner.

El diseño de la iluminación del escenario, en tanto, descansa sobre el especialista norteamericano Clifton Taylor, cuya experiencia puede apreciarse en producciones de la Rambert Dance Company en Londres y el American Ballet Theatre de Nueva York.

En términos de infraestructura, la Gran Sala, donde se realizarán los conciertos sinfónicos y corales, tendrá capacidad para 1.200 personas (la misma que el Teatro Municipal de Santiago) y contará con un escenario de 17 metros de boca (ancho) por 15 metros de profundidad, y ocho de altura. Además tendrá un foso hidráulico especialmente diseñado para orquesta.

Construido con madera, piedra y cobre, el teatro sigue el estilo de la arquitectura colonial alemana. El mayor atractivo del edificio es el anfiteatro, dedicado para conciertos de cámara, que tendrá una capacidad final de 300 personas y tiene como fondo la vista del Lago Llanquihue con los volcanes Osorno, Puntiagudo y Calbuco. El nuevo escenario, como recordó Flora Inostroza, presidenta de la Corporación Semanas Musicales de Frutillar, permitirá dejar en el pasado los sonidos que atentaban contra el gimnasio: ladridos, graznidos o el incesante ruido de lluvia.

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