El influyente gran muftí de Siria, el jeque Hassun, no descarta una retirada de la política del presionado presidente Bashar al Assad, según dijo desde su ciudad natal, Alepo, a la revista alemana "Der Spiegel".

"No es un presidente vitalicio", dijo el religioso, que no sólo es la máxima autoridad islámica en Siria, sino un estrecho hombre de confianza del mandatario cuestionado.

El gran muftí advirtió sin embargo en contra de una intervención de la OTAN en Siria. Eso, dijo, podría conducir a una catástrofe y a atentados suicidas en países occidentales. Especialmente se vería afectada Europa y es por ello que debe implicarse más en Siria: "Los europeos serían mejores mediadores de la paz que la Liga Árabe", aseguró.

Assad, según las palabras del gran Muftí, tiene la responsabilidad por los errores políticos cometidos. No obstante, continuó, cumplirá con los compromisos acordados el miércoles pasado con la Liga Árabe y emprenderá las reformas. "El derramamiento de sangre" tiene que parar, dijo el líder religioso, que responsabilizó de la violencia sobre todo a los fundamentalistas llegados de los países vecinos.